Hace más de 35 años que el Centro Infantil la Floresta, da de comer a 150 personas de la zona este. Esta ubicado en el corazón de Villa Floresta, sobre calle David Saravia Castro. Entre los vecinos que asisten se encuentran abuelos, niños y jóvenes en situación de adicción. Lamentablemente, hace unos días, ingresaron a robar al lugar. Se llevaron cacerolas, ollas, cucharones y otros utensilios, que hoy les dificultan llevar adelante esta loable tarea para ayudar al prójimo.
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Hace más de 35 años que el Centro Infantil la Floresta, da de comer a 150 personas de la zona este. Esta ubicado en el corazón de Villa Floresta, sobre calle David Saravia Castro. Entre los vecinos que asisten se encuentran abuelos, niños y jóvenes en situación de adicción. Lamentablemente, hace unos días, ingresaron a robar al lugar. Se llevaron cacerolas, ollas, cucharones y otros utensilios, que hoy les dificultan llevar adelante esta loable tarea para ayudar al prójimo.
En diálogo con El Tribuno, Amalia Rodríguez, contó: “Nuestro comedor no solamente da de comer a los niños, sino también abuelos, jóvenes que se criaron desde chicos en el comedor. Todas las puertas del comedor tienen rejas. Es por eso, que para poder ingresar las palanquearon y lograron doblarlas, luego patearon las puertas”.
Y siguió: “Lamentablemente sospecho de una persona que el miércoles pasadas las 1 de la madrugada vino a mi casa. Se trata de una persona que vino a pedirme comida, yo vivo a unas cuadras del comedor. Me dijo doña Amalia me puede dar comida, le respondí que vaya al comedor a ver a un colaborador mío y le diga que si tiene comida que le de, al rato vino agradecerme porque estaba muy rico”.
Un ladrón muy conocido en la zona
Luego, detalló: “Cuando les comente a mi gente, ellos me dijeron que era un ladrón muy conocido en la zona. Y después me doy con el aviso de que habían entrado a robar. Nos duele muchísimo, porque el comedor da de comer a todo el mundo, hace años que hacemos este servicio, hay chicos en adicción y uno igualmente los atiende, por eso ellos mantienen un código, saben que somos los únicos que los ayudamos”.
Asimismo Rodríguez, remarcó: “Nosotros sospechamos de esta persona porque no venía siempre, el resto saben que les damos un servicio y nos respetan”. Y contó: “El daño que nos hicieron es grande, se llevaron hasta los cucharones, cacerolas grandes de 50 litros, coladores, rayadores todo es muy necesario para cocinar. Recién el viernes pudimos abrir de nuevo el comedor, mis compañeros estan llevando sus cucharoncitos para poder cocinar”.
Y añadió: “No discriminamos a nadie, si hay comida se les da un platito de sopa a los que pidan. Me duele el corazón por lo que hicieron, a pesar de que nosotros hace años le damos de comer. Con la situación tan dura que estamos viviendo, teníamos miedo de que el comedor desaparezca. Desde la provincia nos están dando 120 pesos por persona, nosotros administramos esta plata para que alcance. La gente sigue yendo, hay días que cocinamos sin carne”.
El Centro Infantil asiste a 150 personas
Además, la encargada del comedor contó que el Centro Infantil depende de provincia, quiénes les otorgan 120 pesos por persona. En el lugar se atiende desde las 12.30 hasta las 14, a la gente que va en búsqueda de un plato de comida. Se asiste a un total de 150 personas promedio, entre ellos muchos niños y adultos mayores. “Por lo menos para cocinar nos estamos dando vueltas, sabemos que todo anda para atrás. Con mis años en esto, me acuerdo que ya pasamos por una situación de crisis económica y siempre la rebuscamos para salir adelante. Por ejemplo antes cocinábamos con soja, aprendimos a hacer albóndigas, milanesas, todo con soja”, contó Amalia.
Y dijo: “Tratamos de mantener este numero de gente, cuando no va alguno a retirar la comida le damos algún otro. Hay días que cocinamos con carne, otras veces pollo o queso. El viernes que ya pudimos abrir el comedor hicimos milanesas con puré y sopa, pero es difícil sin nuestras herramientas para cocinar”. Y añadió: “También hacemos leche planchada, anchi, y un sólo día a la semana damos alguna fruta. Somos conscientes de la situación, quisiéramos que nos den un aumento, pero a las autoridades se les hace imposible”.
La denuncia se hizo en la comisaria cuarta
Respecto al robo sufrido, detalló que les pidieron que hagan una nota con la denuncia adjuntada para ver si les podrán conseguir los materiales. “Nosotros hicimos la denuncia en la comisaria cuarta, encima tenemos que ampliarla porque nos faltan también maderas. Todas son cosas esenciales”, aseguró Rodríguez.
Y agregó: “Las señoras llevan su cucharon, se dan maña, porque no tenemos con que servir la comida, hoy estamos usando unas cacerolas viejas que tuvimos que curar para poder ocuparlas. Por eso, apelo a la solidaridad ya sea para recuperar las cosas perdidas si alguien las vio o si alguien puede donarnos, necesitamos cacerolas grandes de 50 litros, colador, cucharon y rallador. La gente esta llevando su tapper y si hay postre les damos, pero se hace complicado así”.
Luego de la pandemia sólo se retira la comida del lugar
Por otro lado, la vecina comentó que después de la pandemia, sólo atienden entregando la comida a las personas, que hacen fila en el pasillo y van ingresando para recibir la comida. Son 8 las personas que forman parte del comedor y trabajan dando esta asistencia en el barrio.
Finalmente, Rodríguez, instó a que la gente no compre las herramientas que le sustrajeron por poca plata, ya que eso afecta al funcionamiento del comedor. “Son cosas que nos hacen mucha falta, aquí hay dos culpables, el que entra a robar y el que compra esa mercadería. El que compra por dos mangos esta haciendo un daño a otras personas. Así nos ayudarían a recuperar estas cosas”.
Los materiales de cocina que requiere el comedor
Las cosas que necesita el comedor, al no tener la posibilidad de comprarlas son, cacerolas de 50 litros, ollas grandes tipo locreras, colador, cucharones, tachos, todos en tamaño grande, para que se pueda manipular mayor volumen de comida.
Contacto para ayuda: Amalia Rodríguez encargada del comedor 3872230095