Es muy difícil imaginarse la magnitud de cosas que hay que hacer para recibir a 14 mil peregrinos (algunos calculaban más personas). Del otro lado, la logística que hay que tener para mover a ese volumen de gente desde las alturas de las montañas andinas hasta los valles medios en donde está Salta.
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Es muy difícil imaginarse la magnitud de cosas que hay que hacer para recibir a 14 mil peregrinos (algunos calculaban más personas). Del otro lado, la logística que hay que tener para mover a ese volumen de gente desde las alturas de las montañas andinas hasta los valles medios en donde está Salta.
Ayer al mediodía llegaron los peregrinos de la Puna a la ciudad de Salta para renovar su pacto de fe con los santos patronos de Salta. Ingresaron por la zona de Limache y almorzaron en las instalaciones del Jockey Club, en donde hubo una verdadera organización de voluntarios para recibirlos.
La Asociación de Veteranos de la Guerra de Malvinas, la gente de la parroquia del Tránsito, el club, la Cruz Roja, los denominados "vecinos del Grand Bourg", el Centro de Podólogos y Kinesiólogos de Salta, los Bomberos Voluntarios General San Martín y demás organizaciones privadas fueron los anfitriones de los peregrinos del Señor y la Virgen del Milagro.
"Tenemos la confirmación de nuestros veteranos de logística que están llegando 13 mil peregrinos desde Campo Quijano. Sabemos que se suman en este corto trayecto así que confirmamos que pueden llegar a casi 14 mil los que llegan a Limache", dijo el malvinero Juan Guanuco.
Los números son impresionantes. "Los Kinesiólogos del Milagro somos 150 que atendemos en 23 puestos. Desde hace 10 años hacemos esto y cada vez se suman más colegas porque son más los peregrinos. Esto es todo voluntario y sale de nuestros bolsillos", dijo la licenciada Silvina Pereyra.
La que da una perspectiva en el tiempo es Roxana Méndez de Cardozo, que está desde el comienzo lavando pies y coordinando con la gente de El Tránsito. "Comenzamos con esto hace 18 años y primero sirviendo a 30 personas en total. Luego el Jockey nos prestó las instalaciones porque comenzaron a aumentar. Hoy ya nada alcanza, sin embargo tenemos fe en nuestros patronos y como sea todos serán atendidos y servidos", dijo Roxana, que estuvo con su hija Carla. Son 14 mil sandwiches, 30 baños químicos, 14 grupos de Cruz Roja; en total somos 450 . Además hay otras manos anónimas que ayudan en la logística y en lo financiero.
Toda esa expectativa llegó a su momento cúlmine al mediodía. La inmensa columna de peregrinos llegó con el sonido de bombos legüeros marcando el paso, con el padre Dante Bernacki al frente, con alegría, saltando, cantando y colmando la avenida Banchik; con sus misachicos que atravesaron apachetas de más de 5 mil metros de altura sobre el nivel del mar, con sus uniformes y cascos de mineros, de fuerzas de seguridad, mujeres con niños en brazos, con coches y muchos con sus cuerpos destruidos por el viento blanco; pero con la humanidad fortalecida porque están convencidos de que transitaron el camino que les señalan los santos patronos.
Los "Servidores del Milagro" aplauden la llegada de los peregrinos. Fueron meses preparando todo para este momento en donde ingresa la multitud con la alegría del reencuentro.
"Nosotros somos servidores del Milagro. Acá nadie habla de trabajo, somos todos voluntarios y es nuestra forma de vivir el Milagro. Cada vez estamos viendo que se va casi duplicando la cantidad de peregrinos, pero también se debe decir que el Milagro hace que cada vez más gente venga a servir", dijo Jaime Muñoz, quien es uno de los que se encarga de organizar la gran logística para recibir a todo ese fenómeno social que son los peregrinos de la Puna.