El miércoles último las cámaras del comercio y la producción de Orán y San Martín reiteraron ante el ministro de Economía y Servicios Públicos, Roberto Dib Ashur, sus reclamos por facturas eléctricas que para cientos de pequeños negocios, pymes, establecimientos agropecuarios y empresas de diferentes rubros de servicios son impagables. En la capital salteña, entidades del sector comercial, hotelero y gastronómico advirtieron que desde marzo las boletas saltaron de $300.000 a $800.000 e inclusive a $1.200.000.
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El miércoles último las cámaras del comercio y la producción de Orán y San Martín reiteraron ante el ministro de Economía y Servicios Públicos, Roberto Dib Ashur, sus reclamos por facturas eléctricas que para cientos de pequeños negocios, pymes, establecimientos agropecuarios y empresas de diferentes rubros de servicios son impagables. En la capital salteña, entidades del sector comercial, hotelero y gastronómico advirtieron que desde marzo las boletas saltaron de $300.000 a $800.000 e inclusive a $1.200.000.
Un reciente informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP, instituto de investigaciones económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), dio cuenta que entre marzo de 2023 y marzo de 2024 la factura promedio de hogares de Salta agrupados en el nivel de segmentación tarifaria de mayores ingresos (N1), con una media de consumo mensual de 300 kilovatios (kWh), saltó de $6.057 a $41.486. Y esto sin contar la carga impositiva en la que el IVA suma otro 21% en la boleta final. Con todo, la factura de Edesa trepó en el último año del noveno lugar al primero y se posicionó como la más cara del país en la franja N1, muy por encima del promedio del país ($25.988).
Para usuarios N3 (ingresos medios) el salto fue de $4.065 a $13.369, siempre sin impuestos y según los cuadros comparativos realizados por especialistas de la UBA y el Conicet. En ese nivel de la segmentación de usuarios residenciales, la tarifa de Salta descendió del octavo al décimo lugar y quedó por debajo de las de Mendoza, Río Negro, Santa Fe, San Juan, Córdoba, Jujuy, La Pampa, Neuquén y Misiones, pero también por encima del promedio del país, que es de $9.625.
En el segmento de usuarios N2 (bajos ingresos y todavía fuertemente subsidiado), la factura promedio trepó en el mismo lapso interanual desde $3.735 a $10.866, con lo que descendió del octavo al undécimo puesto, quedando también por encima del promedio del país de $9.135.
Pero, ¿cuántos son realmente los usuarios residenciales N1 que, según especialistas de la UBA, pagan en Salta las facturas más elevadas del país? El pasado 14 de marzo el presidente del Ente Regulador de Servicios Públicos, Carlos Saravia, informó a senadores que son 87.604 sobre un total de 346.418 (el 25,29%). El 3 de abril último, ante los mismos senadores, el ministro de Infraestructura informó que son 63.748 (el 18,4% sobre el total de residenciales). El apoderado de Edesa, Jorge Salvano, sin dar cifras concretas, refirió a un 19%.
En lo que respecta a los N3, Saravia señaló que en ese segmento figuran 46.267 (13,35%), mientras que Camacho indicó que serían 61.306 (17,69) y el apoderado de Edesa, sin precisar cifras concretas, aludió a un 19%. En los informes expuestos en la Legislatura resalta una diferencia de 23.856 usuarios N1 y 15.039 usuarios N3.
¿Qué peso tiene la distribución en la factura final? El apoderado de Edesa, Jorge Salvano, afirmó en la audiencia pública de enero que el 39% se correspondía con el VAD (distribución), el 36% con los costos de abastecimiento y el 25% restante con los impuestos.
El 14 de marzo, el titular del Ente informó a senadores que el 36% se corresponde con el VAD, el 39% con los costos de generación y el 25% con los impuestos. El 3 de abril, en tanto, Camacho indicó que el 50% se corresponde con el VAD, el 45% con la generación y el 5%, con el transporte, sin discriminar la carga impositiva. Estos son los conceptos que miles de usuarios esperan ver aclarados, sin más dilaciones, en las boletas de Edesa.
Entre los usuarios más afectados por la exorbitante suba de las tarifas eléctricas en Salta se cuentan 33.918 comercios, pymes e industrias, es decir que serían alrededor de 121.000 los usuarios residenciales y no residenciales los que pagan costos plenos (sin subsidios) por la energía generada, el transporte y la distribución.
El pasado 31 de enero, previa audiencia pública, el Ente regulador de los Servicios Públicos (Enresp) de Salta autorizó a Edesa por resolución 150/24 un aumento del 101,68% en el Valor Agregado de Distribución (VAD). El incremento, circunscripto solo al componente del precio final de las facturas que se corresponde con el servicio de distribución concesionado por la Provincia, se dispuso con el siguiente escalonamiento: un 78% a aplicarse desde febrero, un 11,84% más a adicionarse desde marzo y otro 11,84% a partir de este mes.
En febrero, por resolución 007/24, la Secretaría de Energía de la Nación incrementó, con alcance en todo el país, los precios correspondientes al costo de la energía generada en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), que administra la compañía Cammesa, y al transporte eléctrico atinente a la operación y mantenimiento de las líneas de alta y media tensión concesionadas a las firmas Transener y -en el caso puntual de la región- a Transnoa. Concretamente, la medida del citado organismo nacional retiró los subsidios al segmento de usuarios residenciales N1 y de usuarios no residenciales entre los que se cuentan almacenes, panaderías, talleres, comercios, restaurantes, confiterías, hoteles, agencias de turismo, pymes, pequeñas fábricas, grandes industrias y productores del sector agropecuario.
Todas esas categorías, que engloban a miles de hogares, pequeños emprendimientos familiares, empresas de diferentes escalas y hasta organismos públicos relacionados con servicios tan esenciales como los de la salud y la educación, pagan en consecuencia una tarifa plena (sin subsidios). Para los segmentos de usuarios residenciales N2 y N3, el gobierno nacional postergó el retiro de subsidios hasta junio.
Ante los nuevos precios dispuestos en la resolución 007/24 de la Secretaría de Energía, el 15 de febrero el Ente dictó la resolución 204/24, mediante la cual a los incrementos aprobados por resolución 150/24 en el VAD se añadieron los nuevos valores correspondientes al costo de la generación y el transporte. Surgió así el cuadro tarifario vigente que puede verse en el sitio de la distribuidora y compararse con aquel que se había aprobado tras la audiencia pública de enero, salvo que ahora el encabezamiento de dicho cuadro de tarifas alude a la resolución 007/24 de la SEN y a otra resolución más reciente del Enresp, la 295/24, que de todos modos no muestra diferencia alguna de costos fijos ni variables con respecto a la anterior ¿A qué se debe esto?
El mes pasado, ante los airados reclamos que desató el incremento inicial del 78% en el VAD y el posterior impacto de la resolución 007/24 de la Secretaria de Energía de la Nación, el Enresp, a través de la resolución 295/24, suspendió por 120 días la aplicación del otro 23,68% de suba en la tarifa de distribución. Muchos usuarios, que con las dos últimas facturas hicieron malabares o cayeron en moras de pago en el servicio, se preguntan qué sucederá cuando expire la medida transitoria y se recarguen en las boletas los dos incrementos que están retenidos desde marzo y este mes.