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El primer colegio secundario del Chaco salteño celebra sus 40 años de vida

Don Cipriano Choque es el testimomio vivo de cómo se gestó el proyecto educativo y democrático de la mano del gobernador Roberto Romero.
Viernes, 29 de marzo de 2024 09:47
Frente del edificio donde funciona el secundario.

El colegio secundario 5041 "Virgen de Fátima", de la ciudad de Coronel Juan Solá, cumple 40 años de existencia y ya desde hace unas semanas comenzaron a recordar aquella epopeya que significó la creación de la primera institución educativa de Nivel Medio en el Chaco salteño.

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El colegio secundario 5041 "Virgen de Fátima", de la ciudad de Coronel Juan Solá, cumple 40 años de existencia y ya desde hace unas semanas comenzaron a recordar aquella epopeya que significó la creación de la primera institución educativa de Nivel Medio en el Chaco salteño.

Don Cipriano Choque fue uno de los pioneros de aquella gestión maravillosa que realizó una comisión de vecinos de Morillo, y de las zonas aledañas, para peticionar ante el entonces gobernador don Roberto Romero.

El hombre es uno de los pocos que quedan vivos y lo que dijo don Cipriano ya es un documento que registra la hazaña de crear un colegio de la nada misma. El programa "Ronda de Amigos", que se transmite por FM Encuentro (La Voz Campesina) 89.9, todos los domingos de 11 a 13, con la conducción de Luis Alberto Palma y el co-conducción de José Salas, fue el que registró los relatos y los recuerdos de uno de los fundadores de la institución.

En un extenso reporteo de casi una hora, don Cipriano contó los detalles sobre cómo se fue gestando el proyecto educativo. Por supuesto que abundaron las anécdotas y los recuerdos de un hombre que tiene 80 años.

El criollo recordó que llegó en 1980 a la estación Morillo con el cargo de jefe de estación. Ya tenía 20 años de servicio en el Ferrocarril y además tenía conocimientos de telegrafista, radio operador y teletipista.

Por supuesto que por esos años transcurría la dictadura cívico militar, pero ya por el año 1983 las autoridades de facto anunciaron la vuelta de la democracia con elecciones en medio. En Salta, fue don Roberto Romero quien comenzó a caminar el interior de la provincia con su propuesta peronista.

Cuando llegó a Morillo ya estaba armada una comisión para pedirle la creación de un colegio secundario. Estaba claro que don Cipriano estaba metido en la lista de vecinos que le presentaron el pedido al candidato del PJ.

"Sopla techo"

"En la campaña de don Roberto Romero se arma el proyecto del colegio secundario en Morillo. Por supuesto que para los milicos, los peronistas, éramos comunistas, zurdos, mala palabra, sopla techo. Sopla techo porque por esos años no se podían juntar más de 3 y cuando llegaban los milicos nos hacíamos los bobinas mirando el techo y nos desaparecíamos", dijo riendo.

El hombre tiene aun la nota de pedido y tiene las firmas de los vecinos. Algunas ya están ilegibles, pero la fecha data del 13 de octubre de 1983. Entre los que se pueden leer figuran Eladio Florenciano, Gladis Suárez de Palma, Ubencio Florenciano, Victoria Ruiz, Delfina Pérez, Fernando Gómez, Cleto Aylán, además de otros con apellidos más conocidos como Gerala, Corbalán y Arenas.

Don Cipriano, al lado de la camioneta de campaña peronista.

Gana don Roberto la Gobernación y asume el 10 de diciembre de 1983. "Nosotros apuramos porque la necesidad de un colegio secundario era grande. El 13 de diciembre se le cursa la nota al intendente Mashur Lapad para que la haga llegar al gobernador Roberto Romero. Lo principal de la nota es que se necesitaba el secundario porque teníamos ya una población de 3500 habitantes y 4 mil en la zona", recordó Choque.

"Pero no fueron solo un nota. Comenzamos a apurar con telegramas que yo, como jefe de estación y telegrafista, mandaba. Un telegrama, del 14 de diciembre de 1983, apuraba al gobernador para que se habilite el secundario en el siguiente ciclo lectivo".

La primera información que tuvieron data del de 13 de marzo del año siguiente con la noticia de que se abría el primer año del secundario en un edificio donde ya funciona otra institución educativa. La alegría fue inconmensurable; pero había que ponerse a trabajar.

"Debemos recordar que desde la nada se consiguió el secundario. Esto no es algo como caído del cielo. Tuvimos que trabajar intensamente", dijo el hombre.

La comunicación oficial la mandan para el 1 de abril de 1984. El 2 de abril, aniversario de las Islas Malvinas, se abre el colegio. La comisión de pedido pasa a ser comisión de gestión. "Había que arreglar muchas cuestiones como por ejemplo: nos faltaban estudiantes. Como un milagro nos mandaron a 30 estudiantes tobas de Santa Victoria Este. Todos los vecinos pusieron algo de los suyo para que esto comience a andar como la familia Palma que fió la carne por un año, el intendente Lapad que puso a disposición el albergue para los estudiantes que venían de otras zonas. Fue muy duro, pero siempre fuimos muy colaborativos", dijo Choque.

El colegio comenzó a funcionar en el edificio de Escuelas de Manualidades y Labores, que contaba con dos aulas talleres para corte y confección y manualidades, más un curso de cocina y repostería. También había talleres de carpintería y herrería artística. En 2008 pasó a ser Escuela de Educación Técnica N ° 3.128 y funciona en calle Salta y avenida Hipólito Yrigoyen.

Esa comisión fue muy importante y bien organizada. Con diversas gestiones consiguieron los fondos para pagarle a la señora Ruiz Díaz, la cocinera. En el primer año ya se hicieron carrozas para el Día de los Estudiantes. La carroza ganadora fue la Primavera en el Mar, y la primer reina estudiantil fue Sonia Suffy. La hija de son Cipriano fue abanderada en 1987.

"Hacíamos de todo para conseguir fondos: bailes y bingos y la Municipalidad nos prestaba los parlantes. Otra cosa, como antes no había fotocopiadoras teníamos que hacer los cartones de los bingos de manera manual. Al menos unos 400 cartones hacíamos. Fue todo a pulmón y así conseguíamos para pagar sueldos, combustibles y mantener el albergue", dijo satisfecho don Cipriano.

Es por eso que el hombre dice que nada cayó del cielo, sino que se trabajó. Sin embargo, hay un pedido que se mantiene en el tiempo: lograr que tenga su propio edificio.

La comisión trabajando en Navidad.

Una de tantas

Don Cipriano es una máquina de contar historias. Como los caminos del Chaco, siempre hay huellas que se abren del sendero principal, y entonces el hombre se va por ellos. "Un día vienen un grupo de changos tobas a la estación porque estaban aburridos. Comenzamos a charlar y me ven la guitarra. Yo tenía una viola que me había regalado Ariel Petrocceli un día que estábamos en un lugar que no se puede decir (1514) comiendo un asado. Como había varias guitarras yo le dije al maestro que quería aprender a tocar la guitarra y entonces me regaló una con estuche. Esa misma me pidieron prestada los tobas. Como nunca más volvió  fui a averiguar y me entero que la rompieron peleando. Así que nunca aprendí a tocar la guitarra", dijo el hombre a las carcajadas.

 

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