El 8 de marzo de cada año, se conmemora el Día Internacional de la Mujer, jornada de lucha de las mujeres por el acceso y efectivo goce de sus derechos sociales, políticos y económicos. Esta gesta de larga data, que puede remontar sus orígenes a la Revolución Francesa con exponentes como Olympe de Gouges, es aún hoy uno de los temas de la agenda mediática mas polémico y controversial. Las posiciones encontradas y antagónicas nos ponen en la necesidad de compartir algunas reflexiones al respecto en puntual respecto al sector minero y de la construcción.
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El 8 de marzo de cada año, se conmemora el Día Internacional de la Mujer, jornada de lucha de las mujeres por el acceso y efectivo goce de sus derechos sociales, políticos y económicos. Esta gesta de larga data, que puede remontar sus orígenes a la Revolución Francesa con exponentes como Olympe de Gouges, es aún hoy uno de los temas de la agenda mediática mas polémico y controversial. Las posiciones encontradas y antagónicas nos ponen en la necesidad de compartir algunas reflexiones al respecto en puntual respecto al sector minero y de la construcción.
Según de la Secretaría de Minería de la Nación, en la actualidad, solo el 10,9% de los puestos de trabajo en la industria minera argentina están ocupados por mujeres. Esta cifra, aunque representa un ligero aumento en comparación con años anteriores, evidencia una brecha de género persistente en uno de los pilares de la economía nacional. Del mismo modo, en la industria de la construcción, las mujeres representan solo el 5% de la fuerza laboral.
Si bien el progreso ha sido grande, aún persisten desafíos significativos que deben abordarse de manera urgente y con un fuerte compromiso, tanto desde el sector público como privado, eliminando las barreras estructurales y culturales que aún enfrentan las mujeres en el ámbito laboral. Resulta clave la formación, la capacitación laboral y el desarrollo profesional, promoviendo y facilitando el acceso de las mujeres a la educación especializada en estos campos con el fin de fomentar su participación activa y promover su liderazgo en estos sectores. Además, es crucial abordar las barreras de género que persisten en los entornos laborales, incluida la discriminación, el acoso sexual y la falta de reconocimiento de las contribuciones de las mujeres.
Ahora bien, por qué es importante promover la equidad en el trabajo en materia de genero y discutir en la arena cuestiones que haya el día de la fecha parecen obvias o innecesarias. Tal vez la respuesta sea, porque no lo son. No son tan obvias para muchos y son necesarias para millones de mujeres que enfrentan aún grandes dificultades para acceder al mundo del trabajo formal, bien remunerado, con oportunidades de desarrollo y con miras hacia un nuevo mundo. Aun que las mujeres y niñas constituyen la mitad de la población mundial, la desigualdad de género prevalece y estanca el progreso social. Es necesario un liderazgo político, unas inversiones y unas reformas políticas integrales para desmantelar las barreras sistémicas que impiden alcanzar este objetivo para así impulsar el crecimiento económico y promover un desarrollo sostenible e inclusivo.
En este apasionante sector de la economía que es la minería, que tantas expectativas y añoranzas genera por la generación de puestos de trabajo de calidad, el desarrollo de nuevas pymes, el salto tecnológico, el recambio en la matriz energética, entre tantas otras cosas, es hoy un bastión y puede ser un ejemplo de mas inclusión y más equidad. Para ello las empresas deben adoptar políticas activas y crear entornos laborales seguros y respetuosos, donde todas las personas puedan desarrollarse plenamente, independientemente de su género. En línea con el 5to ODS de Naciones Unidas, "la igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible".
Instamos a todos los actores relevantes, incluidos el gobierno, las empresas y la sociedad civil, a redoblar sus esfuerzos para promover la inclusión laboral de las mujeres en la industria minera y de la construcción en Argentina y a profundizar en este cambio de paradigma social que puede a veces contraerse y otras expandirse, pero nunca eliminarse.