Un gran malestar se desató en la localidad de San Lorenzo por controles con puntos fijos que lleva adelante la Dirección General de Rentas de la Provincia (DGR) en los locales gastronómicos y hoteles de la villa veraniega. Los empresarios sostienen que se trata de una persecución.
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Un gran malestar se desató en la localidad de San Lorenzo por controles con puntos fijos que lleva adelante la Dirección General de Rentas de la Provincia (DGR) en los locales gastronómicos y hoteles de la villa veraniega. Los empresarios sostienen que se trata de una persecución.
Propietarios y encargados de los comercios manifestaron su malestar e indignación a El Tribuno ya que agentes de Rentas se instalan en los locales. "Vienen uno o dos inspectores y se quedan dentro del local por horas, sobre todo después del mediodía. Se paran al lado de la caja y van corroborando si lo que ingresa se está facturando o no. Encima a veces consumen café, limonada o comida. Sinceramente nos sentimos muy presionados", aseguró el dueño de un restaurante de la villa veraniega.
Los controles, se centran en la facturación. Se iniciaron el lunes pasado y se extenderían hasta el 27 de febrero en, al menos, 21 establecimientos.
"Según Rentas, es parte de su trabajo, lo cual es correcto. Estamos de acuerdo, pero va a pasar un mes completo, con estos puntos fijos, con agentes instalados, sentados en los negocios y nos parece demasiado, resulta desmedido", sostuvo el comerciante.
En tanto, la propietaria de otro restaurante, expresó: "Todos los días vienen y es molesto tanto para nosotros como para nuestros clientes que prefieren no entrar al ver el movimiento de gente, trámites, papeles. Disminuyen nuestras ventas y eso nos perjudica".
Los empresarios no quisieron exponer sus locales por temor a represalias de funcionarios. Se constató la larga presencia de agentes.
Y añadió: "No tenemos nada en contra de los agentes que son gente bien predispuesta, entendemos que es su trabajo y hasta se los ve cansados con toda esta situación. Ellos solo reciben las directivas de sus jefes que tienen que parar la mano un poco".
El encargado de otro local, expresó: "Nos sentimos víctimas del acoso fiscal. La DGR, obviamente cumple su rol de controlar y eso es correcto pero no es el modo. Que haya agentes metidos en los negocios 27 días, marcando el paso de los comerciantes para ver que facturan o no, es una metodología que no existe en ninguna parte".
En momento de crisis, los comerciantes tratan de sobrellevar sus negocios. Afirman que gente no entra al ver la presencia de los agentes.
Y agregó: "Nos parece algo absolutamente invasivo y ridículo en un ambiente de total inflación y bajas ventas por la situación económica que estamos viviendo. Si hay alguien que está dentro de la ilegalidad o facturando lo que no corresponda o algo por el estilo, que se lo sancione, que se vaya encima de tal o cual persona pero no sobre los 27 comercios".
"¿Desquite?"
Por otra parte, trascendió que el megaoperativo de fiscalización se desencadenó a raíz de una denuncia de un funcionario provincial residente en San Lorenzo, que aseguró que "no se entregan facturas en determinados locales gastronómicos".
Fuentes relacionadas a la DGR, informaron que se están llevando adelante controles en la ciudad de Cafayate y distintos puntos de la provincia y que serán constantes ya que el trabajo del organismo consiste en el desarrollo y fomento de una cultura tributaria responsable en la población.