El próximo miércoles 14 de febrero, hará cincuenta años que el "Puente i´ Fierro" de la ciudad de Salta cayó vencido luego de 91 años de servicio. No pudo resistir las fuertes crecientes del río Arenales, ocurridas en el verano de 1974.
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El próximo miércoles 14 de febrero, hará cincuenta años que el "Puente i´ Fierro" de la ciudad de Salta cayó vencido luego de 91 años de servicio. No pudo resistir las fuertes crecientes del río Arenales, ocurridas en el verano de 1974.
Cuando transcurría febrero de 1974, todo hacía pensar que la temporada de lluvias había comenzado a amainar tal como venía ocurriendo por esos años. Luego de las fuertes tormentas de principios de enero, el calor se había disipado aunque continuaron alternándose los días lluviosos con los soleados. Y así fue que una gran cantidad de salteños, capitalinos y del interior, comenzaron a prepararse para recibir el Carnaval 1974 entre bombos y platillos.
Desde enero se sabía que la comisión municipal capitalina había resuelto que los corsos de la avenida Belgrano se realizaran ese años en la Hipólito Yrigoyen. Y en Cerrillos, la por entonces indiscutida "Capital del Carnaval", se habían adelantado los "Corsos de Flores" para el sábado 16, mientras que en el escenario del Cerro San José, se realizaría por segundo año consecutivo, el encuentro provincial de copleros.
En nuestra ciudad, El Patito ya organizaba su concurso de coplas con el apreciado premio "Patito de Oro"; el Sporting Club invitaba a carnavalear con el pianista Martín Zalazar y la "Banda Gress"; el Club 20 de Febrero invitaba a un baile de disfraz y en Gimnasia y Tiro la movida sería con "Grupo Maná" y "Barra Solitaria". En Rivadavia la fiesta sería con el saxofonista "Omar el Antillano" y "Comedia Bossa Nova". El Salta Club anunciaba "El Carnaval de las Estrellas" con "Quique" Villanueva y "Los Extraños". En la "La Peña Gauchos de Güemes" estarían entre otros, Martín Bustamante, Perico Rioja y sus changos peñeros, El Gaucho Molina y Margarita. La Sociedad Española no se quedaba atrás y bajo "pista cubierta" anunciaba la exclusiva presencia del "Grupo Génesis". Y para el resto de la muchachada quedaban los reductos "Las Palmeras", "El Infiernillo", "Rancho Beat", ATE, Sindicato Municipal y "Copacabana".
Cambió la luna
Y así fue que cuando en Salta se preparaba para carnavalear de los lindo, la realidad cambió totalmente. El 12 de febrero, coincidiendo con el cambio de la luna, a la madrugada comenzó a llover torrencialmente en casi toda la provincia. En la ciudad y el resto del Valle de Lerma, la tormenta duró toda la mañana y según el Servicio Meteorológico, el pluviómetro marcó un récord en la estación de trenes: 80 milímetros hasta el mediodía, siendo las tres primeras horas de la madrugada las de mayor intensidad. A consecuencia de ello, se anegaron amplios sectores de nuestra ciudad pero el más afectado al igual que en enero, fue Villa San Antonio, donde el nivel del agua sobrepasó el metro y medio de altura. La inundación causó grandes perjuicios y la gente debió permanecer varias horas a la intemperie esperando el descenso de las aguas. Mientras tanto seguían creciendo los ríos Arenales, Arias, Vaqueros, Rosario y Guachipas por las intensas lluvias en las quebradas.
Al mediodía del 13 de febrero, gran parte de la ciudad estaba anegada y los canales o tagaretes eran insuficientes para evacuar la cantidad de agua caída. Y a ello se sumaban los desbordes del Arenales que habían comenzado a socavar sus márgenes. Luego del mediodía la lluvia amainó pero luego de una hora comenzó de nuevo a llover con gran intensidad.
Pronto, las aguas de los ríos que rodean a nuestra ciudad volvieron a crecer. Al atardecer se podía ver desde la avenida Tavella a la altura del Puente Blanco, que la creciente del Arenales era de tal magnitud que de las casas aledañas solo se les veía los techos. En la castigada Villa San Antonio, el canal del antiguo río Arias desbordaba tanta agua que los viejos pobladores creyeron que el rio había regresado a su anterior cauce, antes de 1948.
Clausura y caída
Fue al mediodía que quienes se acercaron a observar la inusual creciente, notaron que las aguas del Arenales habían comenzado a socavar las márgenes cercanas al "Puente i' Fierro", sobre la avenida Chile (RN9). A las dos de la tarde y por precaución, la policía clausuró el paso por el puente a los vehículos pesados y más tarde, cuando se vio que las bases cedían, llegó la clausura definitiva. Finalmente, apenas pasada la medianoche del 13 y 14 de febrero, la estructura metálica se partió y cayó pesadamente sobre el embravecido Arenales, como un saurio antediluviano herido de muerte. Mirando al sur y sobre su "techo", conservaba en alto la insignia y lema "YPF mueve al país".
¡¡Paren las máquinas!!
No bien ocurrido el derrumbe, el jefe de redacción de El Tribuno, Mario Ríos, dio la consabida orden para estas circunstancias: ¡Paren las máquinas! Y así fue que el fotógrafo Luis Magna pudo captar aquella noche la primera fotografía del puente retorcido y vencido sobre aguas encrespadas y barrosas. Horas después, la noticia y la imagen del "Puente i´ Fierro", tendido sobre el lecho del Arenales, eran primicias en la contratapa del matutino.
Apenas se supo que las aguas habían tumbado el "Puente i´ Fierro", la gente comenzó a peregrinar hacia el lugar. La mayoría quizás lo hizo para satisfacer su curiosidad pero muchos fueron a despedir a un viejo amigo. El que años antes había hecho cruzar el río a los mejores volantes del automovilismo nacional, Fangio, los Galvez, Marimón, Cabalén, Peduzzi, Mesple, Yusef Narz, García Uriburu y tantos otros.
Historia del puente
La idea de construir un puente que uniera la ciudad de Salta con Cerrillos y los valles calchaquíes surgió a fines de 1886. Fue cuando el actual río Arenales era un pequeño curso de agua llamado Arroyo del Arenal y cuya naciente era un manantial que aún se lo puede apreciar en la banda sur, cuando en invierno el resto del lecho se seca. Ese hilito de agua que brotaba de la vertiente logró con el tiempo cavar un estrecho cause sobre el cual se construyó el primer puente. Era de madera, de cinco metros de ancho por cinco de largo y con barandas de hierro, por lo que la gente lo bautizó "puente i´ fierro", y también quizás, para diferenciarlo del "puente i´ palo" del río Arias.
Así fue que a fines de 1886, a consecuencia de las torrenciales lluvias de aquel verano, el río Encón (Río Ancho) cambió de curso inundando campos y caminos hasta que, finalmente, al acercarse a la ciudad volcó íntegramente sus aguas en el estrecho cause del Arroyo del Arenal. Por supuesto, a su paso se llevó gran parte del primitivo "puente i´ fierro". Días después, pero ya en enero de 1887, otra creciente termino de arrasar el resto del puentecito y, cobrando el manantial desde entonces, la fisonomía de un río y con un lecho de 15 metros de ancho mientras más al sur el río Ancho comenzaba a languidecer.
Ante semejante cambio, el gobierno de la provincia convocó a ingenieros y técnicos para que estudiaran la construcción de un nuevo puente y así facilitar el tránsito hacia Cerrillos, los valles calchaquíes y zonas andinas. Primero se aprobó un puente colgante pero a poco de iniciados los trabajos, una fuerte creciente, además de ensanchar el cauce, se llevó lo poco que se había construido y todo el material.
Luego de aquella frustración, técnicos del Ministerio de Obras Públicas de la Nación (M.O.P.N) aconsejaron hacer un puente de estructura metálico de un solo tramo pero como nuevas crecientes ensanchaban cada vez más el cauce, se resolvió hacerlo de dos tramos. Y así fue que en 1893 el "Puente i´ Fierro" fue inaugurado durante la jefatura de Puentes y Caminos del M.O.P.N. del ingeniero Sianurdi. Al ser de jurisdicción nacional integró orgullosamente la Ruta Panamericana (RN9) "Juan Bautista Alberdi".