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Luis Miguel: las tres veces que el "Sol de México" brilló en Salta

El consagrado cantante deleitó a las salteñas en 1985, 1994 y 1999. El recuerdo vivo de las testigos de aquellas noches inolvidables.
Lunes, 31 de julio de 2023 17:40
Luis Miguel canta en Salta por última vez en 1999, en el estadio de Gimnasia y Tiro.

El tiempo pasa y cada vez son más lejanas aquellas noches mágicas de Luis Miguel en Salta. El ídolo de los boleros vuelve a la Argentina este mes para iniciar una gira que comenzará en Buenos Aires y terminará en Guadalajara, en diciembre, pero por acá, por Salta, no pasará. Aun así, los recuerdos vuelven a rodar: su figura y presencia están grabadas en la memoria de miles de fans de nuestra ciudad con sucesos que son imborrables.

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El tiempo pasa y cada vez son más lejanas aquellas noches mágicas de Luis Miguel en Salta. El ídolo de los boleros vuelve a la Argentina este mes para iniciar una gira que comenzará en Buenos Aires y terminará en Guadalajara, en diciembre, pero por acá, por Salta, no pasará. Aun así, los recuerdos vuelven a rodar: su figura y presencia están grabadas en la memoria de miles de fans de nuestra ciudad con sucesos que son imborrables.

Aunque muchas serán las salteñas que irán al Arena Movistar para ver nuevamente al Micky, donde brindará 10 recitables, otras seguirán soñando con aquellos conciertos de los 90 en nuestras tierras. La relación del "Sol de México" y Salta no ha sido de una sola noche, sino de dos, y de tres. 

La primera ocurrió cuando él tenía apenas 15 años. Sucedió en la noche del 24 de febrero de 1985. Era domingo. Venía ya deslumbrando con históricos recitales como en Viña del Mar -Chile- y San Remo -Italia-. Venía con una carrera meteórica.

Así se presentaba la primea actuación de Luis Miguel en Salta, en 1985.

"Ya era muy famoso, solo lo escuchábamos por radio, tenía el pelo largo", recuerda Tatiana Machado, una de las salteñas que hoy reside en Tucumán, pero que estuvo presente en aquella noche de verano. Ella contó con el privilegio de estar en platea -segunda fila- porque su padre conocía al administrador del estadio. 

"Tiró la toalla con la que se secaba la cara, esa toalla quedó hilacha porque todas queríamos un pedazo", agregó Tati, quien años más tarde le trasladaría su fanatismo a su hermana Gabriela.

Luis Miguel, en un mítico lugar salteño

El Salta Club fue cuna del boxeo y de varios recitales en los 80.

La calle Alberdi al 700 estaba repleta de carros choripaneros y con una intensa humareda. Un hormiguero de personas delataba la presencia de alguien que había nacido para hacer historia. Luis Miguel Gallego Basteri estaba ya listo para subir en un escenario que también rubricaba su propia historia en la ciudad: el Salta Club, un recinto de menos de cinco mil personas que antes y después albergó noches de boxeo y más recitales. En ese tiempo no existía el Delmi.

"Hacía mucho calor esa noche y estaba lleno", recordó por su parte Graciela Carpanchay, quien concurrió a ese recital acompañando a dos sobrinas cafayateñas (Mariana y Josefina). "A las chicas las tuve que subir en la silla, porque las que estaban adelante estaban como locas, se subían y no dejaban ver". 

En la escalera del escenario

El clima era tan espeso que Graciela llevó a sus sobrinas hasta la escalera del mismísimo escenario, a metros de un jovencito Luis Miguel. En aquellos tiempos no había guardaespaldas, pero un policía le pidió que se retiraran de ese sector. "Le expliqué que las chicas no podían ver nada, lo entendió y nos dijo que no nos subiéramos", agregó.

Aquel repertorio iniciaba siempre con el tema "Cucurrucucu paloma", seguida por "La chica del bikini azul, de sus primeros grandes hits. Y no hay más detalles de aquella agobiante jornada en épocas de carnaval.  

Lo que sí se sabe es que ese show en Salta se daba un año antes de que su madre, Marcela Basteri, desapareciera.

Dos días después de su paso por Salta, el 27 de febrero, Micky viajó a Los Ángeles para recibir su primer Premio Grammy por su interpretación de "Me gustas tal como eres", con Sheena Easton.

La previa del recital de 1994, en las páginas de El Tribuno.

El primer mega evento internacional en la ciudad

Las fanáticas salteñas -y fanáticos- tuvieron que esperar casi diez años para volver a verlo en vivo. La ciudad ya había dado grandes pasos en materia de infraestructura. El Salta Club tenía el "ex" por delante y seguía vigente. Y aunque ya existía el estadio Delmi y lo doblaba en capacidad, la apuesta fue superior: se erigía el Gigante del Norte, el remodelado estadio de Gimnasia y Tiro gracias a su paso en la Primera División en el 93 y que ya había recibido a Diego Maradona, por ejemplo.

Era el año 1994. Un atípico martes 15 de noviembre. La primavera estaba promediando. Luis Miguel, con 24 años, llega por segunda vez a "La Linda". Ya no era un niño. Era un líder consagrado e indiscutido en la música latina. 

"Más custodiado que un presidente"

Arribó a las 16.30 del martes 15 al aeropuerto salteño en ese entonces llamado El Aybal. Una vez que aterrizó saludó de lejos (el fotógrafo de El Tribuno capturó ese momento), y se subió a una de las tres traffics idénticas con las que despistaba sus pasos. 

Luis Miguel saludo en el aeropuerto salteño, en 1994. Foto de archivo

"Más custodiado que el presidente", rezaba un título del diario. Es que el "Sol" contó con su propio personal de seguridad y con más de 100 efectivos policiales salteños. Tenía una suite preparada en el Hotel Provincial, pero desistió de llegar hasta allí porque "era muy céntrico" y ya estaba abarrotado de adolescentes. Fue directamente al estadio donde hizo la prueba de sonido que finalizó como a las 18.  

 

En el club albo se relajó unos minutos. Aseguran que jugó al básquet, a la pelota paleta y en la zona de la pileta firmó uno de los pocos autógrafos en toda su estadía: a una niña con Leucemia.

El momento más esperado 

Eran ya las 21.35, apenas cinco minutos de retraso. Luis Miguel se elevó con dos de sus músicos en una plataforma hidráulica. El estadio explotaba. En el escenario lució un traje negro que alternó con una camisa multicolor en rojo y amarillo. Fueron dos horas increíbles, "el recital del año" en la provincia, decían.

Su equipo de técnicos había arribado a Salta un día antes con retraso por un vuelo accidentado. Su recital demandó 200 kilovatios, equivalente al consumo de dos edificios de 20 pisos, algo nunca visto en la ciudad. 

La crónica en El Tribuno del recital de 1999 de Luis Miguel.

Luis Miguel arrastraba una producción de 160 personas entre mexicanos y argentinos. Viajaba en un Lear Jet y el personal de gira lo hacía en charter Fokker. También se utilizaban 4 micros de larga distancia y 19 camiones semirremolques (5 para escenario, 2 para generadores eléctricos, 8 para las vallas, sonido e iluminación, 4 para las tarimas).

El escenario, enclavado en la cabecera que da a las instalaciones del club, tenía 50 metros de frente, 22 de profundidad y 25 de alto, con dos pantallas de alta definición de 3x4 metros, un lujazo para la época.

"Es un recital que por su enorme despliegue técnico no tiene antecedentes en Salta", se destacaba en El Tribuno. "La turbulencia crece hora tras hora en torno a su llegada, alterando la tradicional calma provinciana", se mencionaba en la página 45 de aquella edición del 14 de noviembre.

Gabi, la salteña más fanática

"Tenía doce años, fui acompañada de una maestra, mi papá le compró la entrada a ella para que me llevara", recordó Gabriela Machado, una de las salteñas más fanáticas, "pero volví enojada a mi casa porque lo vi de lejos. Entonces mi padre me prometió que la próxima vez iba a comprarme en primera fila", añadió.

Gabi guarda cada recorte de El Tribuno de la época. Recortaba todo: fotos, información, publicidad. Pero también revistas completas. Encarpetó todo el material, lo guardó como un tesoro y lo mostró en casa, en el Huayco, en exclusiva para este medio.

Gabriela Machado, una de las más fanáticas del "Sol de México".

Aquel gran primer show internacional en nuestra ciudad se abrió con el tema "Luz verde" y finalizó con "Cuando Calienta el Sol". Tras esa icónica actuación, la estrella mexicana dejó la suite que se le montó en el estadio (con una serie de requisitos que solicitó) minutos antes de la medianoche. Solo estuvo ocho horas en Salta, ocho horas que fueron suficientes para revolucionar la ciudad. Regresó desde el aeropuerto salteño a Buenos Aires durante la madrugada del 16.

Para cuando hizo vibrar al "Gigante" norteño, el "Sol" ya no tenía a su padre, Luisito Rey, quien había muerto en 1992, mientras la investigación por la desaparición de su madre seguía en curso, tal como lo relata su biopic que emitió Netflix. 

Desde el cerro San Bernardo

Esa noche Luis Miguel convocó en Salta a unas 30 mil personas (vinieron de Jujuy y otras provincias). Pero fuera del estadio de Gimnasia también había "un mundo" de gente. 

Quienes no podían comprar las entradas se quedaron a escucharlo desde afuera. Los más ingeniosos se subían al cerro para escucharlo.

"Se veía el estadio lleno, las luces y se escuchaba clarito, pero no se distinguía nada", narró Sebastián, quien junto a su amigo "Lucho" subieron por las escaleras del cerro San Bernardo hasta un pedregal. 

Cinco años después la estampa de Micky volvió deslumbrar en tierras gauchas.

Última vez en 1999

Ya no era una novedad, pero artistas de su talla no llegaban todos los días. 

"Cómo está mi gente en Salta". Así abrió su tercer y último show en nuestra ciudad. Eran las 22 del domingo 15 de noviembre cuando Luis Miguel reapareció sobre una plataforma que lo bajó desde el techo del escenario.

El tour "Amarte es un placer 1999-2000" seguía batiendo récords, pero en Salta el elevado precio de sus entradas esta vez mostraron un estadio con solo unas 10 mil personas. Abrió con el tema "Quiero" vistiendo su clásico traje negro y una corbata amarilla. 

La Tapa del diario El Tribuno del 15 de noviembre de 1999 anuncia el show de Luismi.

A todo esto, el papá de Gabriela cumplió su palabra. "Cuando se pusieron las entradas en venta, me despertó a las 7 de la mañana y fuimos al shopping a comprarla. Ya estaban reservadas las primeras 10 filas, así que me compró en la 11", recuerda Gabi.

Esta vez su figura se resaltaba mejor que cinco años antes, con una pantalla de cristal, utilizada en esos tiempos solo por los Rolling Stone y U2 (en River), de 12 metros por 6.

"Casi le toco la mano, yo iba y venía como loca cuando se acercaba, pero había mucha gente y el guardaespaldas lo sujetó tanto que no llegué a tocarlo, estuve muy cerca", dijo la fanática salteña mostrando a las cámaras de El Tribuno el ticket de esa noche mágica. "Me acuerdo de sus ojos verdes y los dientes blancos, yo lloraba, lloraba".

Gabriela, hoy de 41 años, años más tarde iría a Córdoba para verlo en otro recital ya con una de sus nenas en brazos.

Toda la noche en el estadio

Pero volvemos a 1999. Decenas de salteñas pasaron la noche previa en las veredas del Gigante del Norte, muchas, quizás, asumiendo que no habría otra oportunidad. 

Decenas de jovencitas pasaron la noche en la vereda del estadio de Gimnasia. Foto de archivo

En sus camarines nuevamente armados para la ocasión en el estadio albo, pidió juegos, videos y bicicletas. Algunas crónicas recuerdan que el ídolo dejó un desastre el lugar. Pero seguía moviendo multitudes: a Salta llegaron 14 músicos, 3 coristas, 3 hombres dedicados a su custodia personal, un director de hotel y una directora de catering, además de los técnicos. 

El final de este show fue descomunal: una gran potencia de sonido, el ritmo de "Te propongo esta noche", miles de papelitos en el aire y fuegos artificiales.

Luis Miguel, que en esos momentos estaba de novia con María Carey, volvió a partir esa misma noche y no volvió jamás a nuestra ciudad. 

Una de las últimas imágenes de Luis Miguel en Salta.

¿Qué pasó con el cuarto recital?

6 de noviembre de 2014. Para esa fecha Luis Miguel llevaría a cabo su cuarto recital en Salta. Así fue anunciado en junio de ese año con bombos y platillos por los medios de prensa y en las redes sociales. Al poco tiempo se canceló.

Luis Miguel iba a debutar en el estadio Padre Martearena, donde ya lo habían hecho otros grandes artistas internaciones y superconvocantes como Ricky Martin o Shakira. Pero no volvió jamás y hoy, con 53 años, difícilmente vuelva a mirar para estos lados. 

Por logística, comodidad y por la fuerte competencia que Salta tiene en provincias vecinas, más de uno se anima a pronosticar que el "Sol de México" acá no volverá a brillar.

 

 

Gabriela, con el Fans Club Oficial

"Soy fanática desde que tengo 4 años. Mi hermana mayor era fanática, le terminé ganando. Lo sigo desde siempre", dice Gabriela Machado mientras comparte con El Tribuno su colección de recortes y CDs. Y sostiene en sus manos una credencial. "Me lo mandaron en el mes de mayo las chicas del fan club oficial ("Tengo Todo"), para poder identificarme en Buenos Aires", contó. Precisamente, Gabi estará en uno de los ocho shows que realizará en el Arena Movistar, con una insignia celeste tal cual lo organizaron sus seguidoras.

¿Qué significa Luis Miguel en su vida? "Es un gran artista, me marca muchas etapas de mi vida, más allá de que me gusta, de que es hermoso, me da mucha melancolía", dice con los ojos brillosos. ¿Y qué le diría a Luis Miguel si lo tuviera de frente?. "No se si podría hablar, le diría gracias, lo abrazaría", dijo Gabriela a pocas horas del arribo del ídolo al país.

 

 

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