En la ruta nacional 50 que une las ciudades de Pichanal y Orán, en el norte de la provincia, el 24 de abril del año pasado una joven deportista, Irene Virginia Peronja, fue embestida de manera brutal por Mauricio Fabián Zambrano,quien iba a bordo de un vehículo a gran velocidad, zigzagueante y haciendo caso omiso a las advertencias de otros conductores. Tras atropellarla, el conductor, un exgendarme, intentó darse a la fuga y fue detenido por un móvil policial. Hoy comienza el juicio contra el hombre de 28 años por "homicidio simple".
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En la ruta nacional 50 que une las ciudades de Pichanal y Orán, en el norte de la provincia, el 24 de abril del año pasado una joven deportista, Irene Virginia Peronja, fue embestida de manera brutal por Mauricio Fabián Zambrano,quien iba a bordo de un vehículo a gran velocidad, zigzagueante y haciendo caso omiso a las advertencias de otros conductores. Tras atropellarla, el conductor, un exgendarme, intentó darse a la fuga y fue detenido por un móvil policial. Hoy comienza el juicio contra el hombre de 28 años por "homicidio simple".
Las audiencias que comenzarán hoy en Orán serán presididas por el juez Edgardo Laurenci, vocal de la Sala I del Tribunal de Juicio. En representación del Ministerio Público Fiscal estará la doctora Claudia Carreras, de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Orán, mientras que la defensa del acusado estará a cargo de los abogados Orfeo Maggio y Florencia Maggio.
Lo que figura en la parte instructiva de la causa es que el imputado esa mañana viajaba desde Pichanal hacia San Ramón de la Nueva Orán, iba acompañado de otro hombre a quien una testigo identificó como Mateo Eduardo Carrizo (20). Según la testigo, ambos salían de un festival que se había desarrollado en Pichanal.
Para los padres de la víctima no hay dudas de que el conductor del Fiat Mobi en su acción buscó matar a su hija. "Mi hija fue embestida por unos chacales que salieron dispuestos a matar", declaró en ese momento Lía, madre de la joven maratonista.
En su desazón y profundo dolor, el padre de la víctima fue más allá: "Fue una persecución por parte de dos asesinos que estaban con el vehículo estacionado, tomando alcohol y esperando que alguien pasara. No fue un accidente, fue un femicidio", apuntó Ariel Peronja.
En declaraciones a El Tribuno, horas después del crimen, Lía sostuvo: "Yo fui a ver el lugar y eso fue una cacería, es escalofriante", dijo en alusión a una presunta persecución que habría sufrido la maratonista. En ese momento la mujer indicó que había una huella bien marcada que expuso cómo el Fiat color rojo "recorre unos 50 metros y se cruza de carril".
Tras embestir a la corredora, el exgendarme habría intentado darse a la fuga. Un móvil policial que circulaba detrás del Fiat Mobi lo detuvo. El análisis de alcoholemia dio como resultado que conducía con 1,84 gramos por litro de alcohol en sangre.
El juicio comenzará hoy en medio de la feria judicial de invierno, la Sala I de Orán será el lugar de las audiencias.
Una querida y reconocida atleta
Virginia Peronja era una reconocida atleta del norte provincial, se dedicaba a correr maratones. Como era habitual, esa mañana salió a entrenar con vistas a competencias que debía asumir en Salta pero también en otras provincias como Jujuy. Sin embargo, dos tipos que salían de haber bebido alcohol a bordo de un auto, a gran velocidad y zigzagueante, la embistieron de una manera brutal.
La vida de los padres de la joven cambió para siempre, "a mi hija no la vamos a tener nunca más, por eso exigimos y rogamos que se haga justicia", manifestó por aquel entonces la madre de la mujer de 28 años, estudiante de la UNSa en la sede de Orán. Al cabo de algunos meses del crimen, sus compañeros organizaron la Gran Maratón Virginia Peronja.