La constancia, la coherencia, la planificación y la seriedad suelen ser ingredientes que llevan al éxito a largo plazo, o al menos a transitar un camino recomendable para alcanzarlo.
Es el caso de las divisiones inferiores de Central Norte, que durante dos años consecutivos, en 2021 y 2022, se llevaron el reconocimiento honorífico de la Liga Salteña siendo la institución que más puntos obtuvo en las dos últimas temporadas en la sumatoria global de posiciones de todas las divisionales, desde tercera hasta novena.
Luciano López Pinto, el coordinador de las divisiones menores de la entidad cuerva, contó en diálogo con El Tribuno los aspectos fundamentales de la metodología de trabajo de las personas a cargo de formar a los más chicos, que lograron conformar una identidad y una sólida estructura que se sostiene en el trabajo de los profes y el equipo de profesionales, en Aprocen (Agrupación ProCentenario, que lleva 12 años colaborando con las inferiores en Central) y en los pequeños futbolistas y sus familias, un factor clave para mantener en pie un proyecto de formación superador que nació hace cinco años de la mano del propio López Pinto y de Cristian Zurita. Y siempre entendiendo que la confianza y la credibilidad de los padres es vital para poder brindarles a los pibes esas herramientas que los ayudarán en el arduo camino hacia el profesionalismo ansiado.
Luciano López Pinto, profesor de educación física, licenciado en alto rendimiento, quien cursó además las carreras de entrenador de fútbol y de preparador físico, llegó hace 12 años a Central Norte, cuando Aprocen estaba iniciando su camino en la colaboración.
A López, en 2018, le dieron la posibilidad de compartir un proyecto junto a Lula, en lo que él define como el peor año de la institución. “Teníamos muchas necesidades, no había competencia, ese año no jugó la primera, no había ofertas para traer un chico, los jugadores se iban, los entrenadores se iban”, recordó.
“Arrancamos con Cristian un proyecto que él inició en la primera local, yo fui su ayudante de campo. Ahí arranqué las ligas mayores. En 2019 Cristian sube a la primera profesional y yo me quedo en la primera local y sostuve ese proyecto.
A fines de 2019, cuando se fue el profe Juan Escalante, Ezequiel Medrán confió en mi para quedarme a cargo del plantel, me sostuve ahí, y ahí fue cuando más me formé. La pandemia fue uno de los momentos más duros del deporte, pero eso me dio la posibilidad, ya como coordinador del club, de estructurar un proyecto más firme de lo que se venía trabajando a nivel local. Y comenzamos a trabajar con los chicos de inferiores ampliando un equipo con psicóloga, nutricionista, dentista, kinesiólogo, antropometrista”, relató el coordinador de las inferiores de Central Norte.
“Siempre entendí que la carencia de las instituciones deportivas son el departamento de formación, entendí que hagas lo que hagas, por más que armes un gran plantel en primera, después se derrumba todo si no lo sostenés de abajo. Nuestro proyecto fue instalar el profesionalismo en la formación de los chicos. Creo que cuando hay buenos proyectos, buenas ideas, capacidad de gestionar y credibilidad, la ayuda y el apoyo siempre va a llegar”, expresó López, quien remarcó que la estructura que sostiene a las inferiores en Central no se sostiene por el apoyo de la dirigencia, de la Liga Salteña de Fútbol ni de la Secretaría de Deportes, sino en las familias, como primera medida, y en la colaboración de Aprocen y los sponsors que suelen acercar.
“Hoy una institución deportiva en Salta es realmente un agente de contención importante, en cualquier comunidad y en cualquier barrio, inclusive a nivel de las escuelas. Hoy estamos a la par de las escuelas en cuanto a la contención, más en tiempos de paro. Hoy eso es nuestro club. Hay una energía en torno al fútbol amateur que desea que el fútbol de Salta crezca, hay ganas. Pero estamos dependiendo de las inversiones, de la infraestructura de canchas, vestuarios”, enumeró el formador salteño, quien puso el acento en la necesidad de que los valores del semillero de Salta obtengan mayor competitividad con equivalencias de otras provincias.
“Antes de la pandemia vivimos momentos muy buenos de competencia a través de los regionales Sub-15, Sub-17 y Sub-19, donde enfrentamos a San Martín de Tucumán, Gimnasia de Jujuy, Central Córdoba de Santiago. Esa competencia nos hizo bien como crecimiento deportivo. Hoy falta eso, que las instituciones más responsables identifiquen esos proyectos. No podemos tener solo una competencia de Sub-15 al año y pensar que te va a ir bien. Hay que invertir en la formación también para jerarquizar el Anual, para que sea más atractivo que, mejore el nivel, que lleguen sponsors, que los chicos jueguen en Anual y no sean tan longevos”, criticó.
“Aquel torneo Regional quedó en la nada. Tuvo una gran demanda el primer año, fue exitoso. Al salir la Secretaría de Deportes como gran sponsor y sostén, se desvaneció. Es muy difícil sin apoyo relanzar esa competencia por cuenta de los clubes: conseguir un micro para viajar a Santiago del Estero es carísimo, y a eso lo solventaba la Secretaría, y el anfitrión se encargaba de estadía y comida de las delegaciones”, explicó.
“Hoy a nosotros nos está faltando esa competencia y ese roce”, enfatizó López.
“El actor principal de nuestro proyecto es la familia de los jugadores. Tenemos una forma de trabajar, la primera línea del equipo está compuesta de 7 entrenadores, 7 preparadores físicos, entrenador de arqueros, coordinador. Y luego tenemos la segunda línea, que es el gabinete: una nutricionista, una dentista, un antropometrista, una psicóloga, el secretario, el utilero. Es un equipo amplio que hay que sostener todos los meses. Y el actor principal para sostenerlo es la familia, que confió en nosotros, en que es un proyecto distinto. Cada jugador tiene sus elementos para entrenar, su ropa, su atención en caso de lesión, su aporte nutricional antes, durante y después del partido. Todo eso se gestiona y se le da al jugador. Entendemos que ese es el camino”, contó.
- Un “salvavidas” necesario
“Nos vendría muy bien que la Liga o la Secretaría de Deportes nos otorgue un subsidio. Hoy una pelota de baja gama no baja de los 10 mil pesos. Imaginate lo que cuesta sostener a siete categorías. En inferiores los chicos tienen todo, lote de mancuernas, de conos, no faltan materiales, pero sostenerlo cuesta esfuerzo”, peticionó el formador de divisiones juveniles.
“Tenemos tres actores principales para sostener esto: la familia y su confianza es el actor principal. Después, la identidad de nuestros entrenadores para devolverle esa confianza a la familia. Y la gente de Aprocen, que intenta sostener y canalizar nuestras demandas. Ese es el triángulo que está alrededor de un jugador: la institución, la dirigencia y la familia, y en el medio están ellos”, detalló.
“Tenemos 23 profesionales en función de siete categorías, sin contar la primera local. Más toda la logística alrededor. También tenemos sponsors a través de gestiones que se hacen, gente que entrega material deportivo, descuentos para la compra de suplementos, de comida. Todo se va gestionando todos los años. Uno de los grandes lemas que tenemos es que todo lo que se genera en función a los chicos, llega a los chicos, y hay un control para que eso sea así. A nosotros con mucha gestión nos cuesta sostenerlo, imaginate lo que cuesta construirlo. Nosotros lo construimos antes de que pase lo que hoy está pasando en el país. Hoy si alguien quiere hacer esto de cero, es casi imposible”, contextualizó López Pinto.
“Llegamos a un techo. Ya no nos sirve salir tricampeón de clubes de la Liga Salteña compitiendo todos los años por quién gana más con Gimnasia y Juventud. ¿En qué queda todo logro local si no podemos salir? Necesitamos volver a tener una competencia regional”, insistió.
-- Campeón de campeones
Central Norte ganó en 2021 y en 2022 el torneo de clubes, que es la sumatoria general de puntos de todas las tablas de las siete categorías de las divisiones inferiores de la Liga Salteña.
“Entregar ese premio del torneo de clubes fue positivo por parte de la Liga Salteña, porque permitió generar lazos más fuertes en los chicos de los clubes”, consideró el coordinador de las inferiores cuervas, quien enfatizó en que “el objetivo más grande en esto es la formación, pero nosotros instalamos dentro de este proceso de formación a la competencia en todo lo que se hace: desde la llegada, desde la ropa, desde la forma de entrenar, la competencia”.
-- La necesidad del ascenso
“Les dijo a los profesores que no hay que tener miedo de instalar la competencia en estos procesos formativos. Tiene que haber competitividad para poder crecer. Nosotros somos un club que tenemos un departamento de fútbol amateur listo para cuando la primera ascienda, ese es el objetivo. No podemos esperar que la primera ascienda a la Primera Nacional para ponernos a trabajar. Hoy les decimos: asciendan porque queremos jugar torneos de AFA. Creemos que estamos preparados”, aseguró Luciano López Pinto.
“Influye mucho mirar para arriba y solo ver un Federal A como techo. Bajó la confianza en el profesionalismo dentro del fútbol y pasa lo mismo en las familias, que ven que los clubes tienen serios problemas y le dicen a sus hijos: ‘y vos querés eso’. Y muchos de esos chicos dejan de intentarlo teniendo dones, herramientas y talento. En Salta el fútbol no es profesional. El chico tiene una desmotivación, hay aquellos que están llegando a su última etapa formativa y la están pensando, y hay veces que tenés que decirles ‘hasta acá llegaste’. Hay chicos que no pueden seguir invirtiendo su tiempo a los 20 años siendo ya un motivo de freno para la economía de cada familia cuando un botín te sale 40 mil pesos, un suplemento te sale 10 mil pesos”, reflexionó.
“Las categorías formativas y el fútbol de Salta dependen del ascenso, el fútbol de Salta necesita un ascenso, sea quien fuere. Un ascenso elevará el nivel de todos, y los demás también harán lo que sea para subir, eso pasó en Córdoba”, recordó.
-- La frustración de los chicos
“Uno de los momentos más complicados, hasta para nosotros, es gestionar las frustraciones. Esto no es para todos, el deporte más popular del mundo, y las expectativas de los padres son muy altas. Nosotros entendemos que el cambio que hay del fútbol amateur al nivel profesional es muy grande, en muchos aspectos. El entender que la salud bucal es importante para el alto rendimiento, cuando muchos chicos llegan con muelas quebradas o caries producto del entrenamiento, por ejemplo. Por eso queremos instalar toda esa formación antes de que el chico llegue, para sostenerlos instalando esas cuestiones de profesionalismo en la parte formativa. ¿Cómo hacer con nada de recursos para sostener este proyecto? Con gestión”, expresó el profe López Pinto, para lanzar al final una dura crítica a quienes comandan en general los destinos del fútbol salteño.
“Para qué se invirtió en tanto sueldo y contrato, si el mismo nivel futbolístico de los jugadores foráneos lo tienen acá los chicos”, concluyó.
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La constancia, la coherencia, la planificación y la seriedad suelen ser ingredientes que llevan al éxito a largo plazo, o al menos a transitar un camino recomendable para alcanzarlo.
Es el caso de las divisiones inferiores de Central Norte, que durante dos años consecutivos, en 2021 y 2022, se llevaron el reconocimiento honorífico de la Liga Salteña siendo la institución que más puntos obtuvo en las dos últimas temporadas en la sumatoria global de posiciones de todas las divisionales, desde tercera hasta novena.
Luciano López Pinto, el coordinador de las divisiones menores de la entidad cuerva, contó en diálogo con El Tribuno los aspectos fundamentales de la metodología de trabajo de las personas a cargo de formar a los más chicos, que lograron conformar una identidad y una sólida estructura que se sostiene en el trabajo de los profes y el equipo de profesionales, en Aprocen (Agrupación ProCentenario, que lleva 12 años colaborando con las inferiores en Central) y en los pequeños futbolistas y sus familias, un factor clave para mantener en pie un proyecto de formación superador que nació hace cinco años de la mano del propio López Pinto y de Cristian Zurita. Y siempre entendiendo que la confianza y la credibilidad de los padres es vital para poder brindarles a los pibes esas herramientas que los ayudarán en el arduo camino hacia el profesionalismo ansiado.
Luciano López Pinto, profesor de educación física, licenciado en alto rendimiento, quien cursó además las carreras de entrenador de fútbol y de preparador físico, llegó hace 12 años a Central Norte, cuando Aprocen estaba iniciando su camino en la colaboración.
A López, en 2018, le dieron la posibilidad de compartir un proyecto junto a Lula, en lo que él define como el peor año de la institución. “Teníamos muchas necesidades, no había competencia, ese año no jugó la primera, no había ofertas para traer un chico, los jugadores se iban, los entrenadores se iban”, recordó.
“Arrancamos con Cristian un proyecto que él inició en la primera local, yo fui su ayudante de campo. Ahí arranqué las ligas mayores. En 2019 Cristian sube a la primera profesional y yo me quedo en la primera local y sostuve ese proyecto.
A fines de 2019, cuando se fue el profe Juan Escalante, Ezequiel Medrán confió en mi para quedarme a cargo del plantel, me sostuve ahí, y ahí fue cuando más me formé. La pandemia fue uno de los momentos más duros del deporte, pero eso me dio la posibilidad, ya como coordinador del club, de estructurar un proyecto más firme de lo que se venía trabajando a nivel local. Y comenzamos a trabajar con los chicos de inferiores ampliando un equipo con psicóloga, nutricionista, dentista, kinesiólogo, antropometrista”, relató el coordinador de las inferiores de Central Norte.
“Siempre entendí que la carencia de las instituciones deportivas son el departamento de formación, entendí que hagas lo que hagas, por más que armes un gran plantel en primera, después se derrumba todo si no lo sostenés de abajo. Nuestro proyecto fue instalar el profesionalismo en la formación de los chicos. Creo que cuando hay buenos proyectos, buenas ideas, capacidad de gestionar y credibilidad, la ayuda y el apoyo siempre va a llegar”, expresó López, quien remarcó que la estructura que sostiene a las inferiores en Central no se sostiene por el apoyo de la dirigencia, de la Liga Salteña de Fútbol ni de la Secretaría de Deportes, sino en las familias, como primera medida, y en la colaboración de Aprocen y los sponsors que suelen acercar.
“Hoy una institución deportiva en Salta es realmente un agente de contención importante, en cualquier comunidad y en cualquier barrio, inclusive a nivel de las escuelas. Hoy estamos a la par de las escuelas en cuanto a la contención, más en tiempos de paro. Hoy eso es nuestro club. Hay una energía en torno al fútbol amateur que desea que el fútbol de Salta crezca, hay ganas. Pero estamos dependiendo de las inversiones, de la infraestructura de canchas, vestuarios”, enumeró el formador salteño, quien puso el acento en la necesidad de que los valores del semillero de Salta obtengan mayor competitividad con equivalencias de otras provincias.
“Antes de la pandemia vivimos momentos muy buenos de competencia a través de los regionales Sub-15, Sub-17 y Sub-19, donde enfrentamos a San Martín de Tucumán, Gimnasia de Jujuy, Central Córdoba de Santiago. Esa competencia nos hizo bien como crecimiento deportivo. Hoy falta eso, que las instituciones más responsables identifiquen esos proyectos. No podemos tener solo una competencia de Sub-15 al año y pensar que te va a ir bien. Hay que invertir en la formación también para jerarquizar el Anual, para que sea más atractivo que, mejore el nivel, que lleguen sponsors, que los chicos jueguen en Anual y no sean tan longevos”, criticó.
“Aquel torneo Regional quedó en la nada. Tuvo una gran demanda el primer año, fue exitoso. Al salir la Secretaría de Deportes como gran sponsor y sostén, se desvaneció. Es muy difícil sin apoyo relanzar esa competencia por cuenta de los clubes: conseguir un micro para viajar a Santiago del Estero es carísimo, y a eso lo solventaba la Secretaría, y el anfitrión se encargaba de estadía y comida de las delegaciones”, explicó.
“Hoy a nosotros nos está faltando esa competencia y ese roce”, enfatizó López.
“El actor principal de nuestro proyecto es la familia de los jugadores. Tenemos una forma de trabajar, la primera línea del equipo está compuesta de 7 entrenadores, 7 preparadores físicos, entrenador de arqueros, coordinador. Y luego tenemos la segunda línea, que es el gabinete: una nutricionista, una dentista, un antropometrista, una psicóloga, el secretario, el utilero. Es un equipo amplio que hay que sostener todos los meses. Y el actor principal para sostenerlo es la familia, que confió en nosotros, en que es un proyecto distinto. Cada jugador tiene sus elementos para entrenar, su ropa, su atención en caso de lesión, su aporte nutricional antes, durante y después del partido. Todo eso se gestiona y se le da al jugador. Entendemos que ese es el camino”, contó.
- Un “salvavidas” necesario
“Nos vendría muy bien que la Liga o la Secretaría de Deportes nos otorgue un subsidio. Hoy una pelota de baja gama no baja de los 10 mil pesos. Imaginate lo que cuesta sostener a siete categorías. En inferiores los chicos tienen todo, lote de mancuernas, de conos, no faltan materiales, pero sostenerlo cuesta esfuerzo”, peticionó el formador de divisiones juveniles.
“Tenemos tres actores principales para sostener esto: la familia y su confianza es el actor principal. Después, la identidad de nuestros entrenadores para devolverle esa confianza a la familia. Y la gente de Aprocen, que intenta sostener y canalizar nuestras demandas. Ese es el triángulo que está alrededor de un jugador: la institución, la dirigencia y la familia, y en el medio están ellos”, detalló.
“Tenemos 23 profesionales en función de siete categorías, sin contar la primera local. Más toda la logística alrededor. También tenemos sponsors a través de gestiones que se hacen, gente que entrega material deportivo, descuentos para la compra de suplementos, de comida. Todo se va gestionando todos los años. Uno de los grandes lemas que tenemos es que todo lo que se genera en función a los chicos, llega a los chicos, y hay un control para que eso sea así. A nosotros con mucha gestión nos cuesta sostenerlo, imaginate lo que cuesta construirlo. Nosotros lo construimos antes de que pase lo que hoy está pasando en el país. Hoy si alguien quiere hacer esto de cero, es casi imposible”, contextualizó López Pinto.
“Llegamos a un techo. Ya no nos sirve salir tricampeón de clubes de la Liga Salteña compitiendo todos los años por quién gana más con Gimnasia y Juventud. ¿En qué queda todo logro local si no podemos salir? Necesitamos volver a tener una competencia regional”, insistió.
-- Campeón de campeones
Central Norte ganó en 2021 y en 2022 el torneo de clubes, que es la sumatoria general de puntos de todas las tablas de las siete categorías de las divisiones inferiores de la Liga Salteña.
“Entregar ese premio del torneo de clubes fue positivo por parte de la Liga Salteña, porque permitió generar lazos más fuertes en los chicos de los clubes”, consideró el coordinador de las inferiores cuervas, quien enfatizó en que “el objetivo más grande en esto es la formación, pero nosotros instalamos dentro de este proceso de formación a la competencia en todo lo que se hace: desde la llegada, desde la ropa, desde la forma de entrenar, la competencia”.
-- La necesidad del ascenso
“Les dijo a los profesores que no hay que tener miedo de instalar la competencia en estos procesos formativos. Tiene que haber competitividad para poder crecer. Nosotros somos un club que tenemos un departamento de fútbol amateur listo para cuando la primera ascienda, ese es el objetivo. No podemos esperar que la primera ascienda a la Primera Nacional para ponernos a trabajar. Hoy les decimos: asciendan porque queremos jugar torneos de AFA. Creemos que estamos preparados”, aseguró Luciano López Pinto.
“Influye mucho mirar para arriba y solo ver un Federal A como techo. Bajó la confianza en el profesionalismo dentro del fútbol y pasa lo mismo en las familias, que ven que los clubes tienen serios problemas y le dicen a sus hijos: ‘y vos querés eso’. Y muchos de esos chicos dejan de intentarlo teniendo dones, herramientas y talento. En Salta el fútbol no es profesional. El chico tiene una desmotivación, hay aquellos que están llegando a su última etapa formativa y la están pensando, y hay veces que tenés que decirles ‘hasta acá llegaste’. Hay chicos que no pueden seguir invirtiendo su tiempo a los 20 años siendo ya un motivo de freno para la economía de cada familia cuando un botín te sale 40 mil pesos, un suplemento te sale 10 mil pesos”, reflexionó.
“Las categorías formativas y el fútbol de Salta dependen del ascenso, el fútbol de Salta necesita un ascenso, sea quien fuere. Un ascenso elevará el nivel de todos, y los demás también harán lo que sea para subir, eso pasó en Córdoba”, recordó.
-- La frustración de los chicos
“Uno de los momentos más complicados, hasta para nosotros, es gestionar las frustraciones. Esto no es para todos, el deporte más popular del mundo, y las expectativas de los padres son muy altas. Nosotros entendemos que el cambio que hay del fútbol amateur al nivel profesional es muy grande, en muchos aspectos. El entender que la salud bucal es importante para el alto rendimiento, cuando muchos chicos llegan con muelas quebradas o caries producto del entrenamiento, por ejemplo. Por eso queremos instalar toda esa formación antes de que el chico llegue, para sostenerlos instalando esas cuestiones de profesionalismo en la parte formativa. ¿Cómo hacer con nada de recursos para sostener este proyecto? Con gestión”, expresó el profe López Pinto, para lanzar al final una dura crítica a quienes comandan en general los destinos del fútbol salteño.
“Para qué se invirtió en tanto sueldo y contrato, si el mismo nivel futbolístico de los jugadores foráneos lo tienen acá los chicos”, concluyó.