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A 210 años de la primera ley de fomento minero

Opinión. Por Gonzalo Castañeda Nordmann.
Sabado, 06 de mayo de 2023 20:13

En el territorio que hoy día se reconoce como nuestra patria, se celebra anualmente el día 7 de mayo en honor a la Minería, como justo tributo a la aprobación de la primera Ley de Fomento Minero (conocida como "Reglamento de Mayo"), la cual fue promulgada durante la histórica Asamblea General Constituyente en el lejano 1813. La promulgación de tan importante mandato tenía como objetivo primordial la estimulación del desarrollo de la industria minera y el aprovechamiento de los recursos que atesora nuestro suelo, tales como minerales, agua, petróleo y carbón.

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En el territorio que hoy día se reconoce como nuestra patria, se celebra anualmente el día 7 de mayo en honor a la Minería, como justo tributo a la aprobación de la primera Ley de Fomento Minero (conocida como "Reglamento de Mayo"), la cual fue promulgada durante la histórica Asamblea General Constituyente en el lejano 1813. La promulgación de tan importante mandato tenía como objetivo primordial la estimulación del desarrollo de la industria minera y el aprovechamiento de los recursos que atesora nuestro suelo, tales como minerales, agua, petróleo y carbón.

Desde los albores y alumbramiento de la patria ya se comprendía que los minerales debajo del suelo nada valen si no se sacan, son solo pura oportunidad, y cobran vida y valor una vez extraídos. En efecto, el Reglamento se alineaba a todas luces dentro de las medidas liberales de nuestros primeros gobiernos patrios.

La presente efeméride relacionada con la minería invita a la introspección y al análisis reflexivo sobre si nos encontramos en la ubicación que desde tiempos inmemoriales se había anhelado, o si, por el contrario, hemos extraviado el rumbo.

Comencemos mencionando otros antecedentes que sobresalen. En 1825, el Gobierno de Salta, bajo el liderazgo del general Álvarez de Arenales, promulgó una ley audaz y visionaria que reconocía a la minería como uno de los sectores más vitales de la economía provincial. Esta ley otorgaba la propiedad de las minas a cualquier persona que quisiera dedicarse a su explotación y elaboración, y les garantizaba protección durante treinta años, tanto a los habitantes locales como a los extranjeros que invirtieran en la industria minera.

Sin embargo, la declaración no se detuvo allí, para fomentar aún más el desarrollo de la industria minera, se dispuso que la elaboración y extracción de los minerales estaría exenta de cualquier gravamen fiscal, y se permitía la incorporación de maquinarias modernas para simplificar el proceso de extracción. Todo esto, de manera irrevocable durante treinta años. Todo ello, reitero, en Salta.

Argentina era entonces un imán migratorio, y el camino de los inmigrantes sería acompañado por otras normas que atraían también las inversiones extranjeras. Cosechamos la Constitución del año 1953 que mandaba a dictar un Código de Minería, y luego de una larga siesta legislativa, Enrique Rodríguez sería el encargado ilustre de redactar el tan anhelado Código Minero (1887), labor que llevó a cabo en nueve años.

Esto nos alejaría de manera categórica de las antiguas Leyes de Indias y el Estatuto de Hacienda, y a partir de la obra de Enrique Rodríguez (el Vélez Sarsfield de la Minería), sentamos los derechos, obligaciones y procedimientos para adquirir y perder minas. Desde su entrada en vigencia el 1º de mayo de 1887, este código ha establecido las bases económicas para la industria minera en constante cambio; y que a la fecha denota necesidad de cambios, para impulsar aún más la actividad.

Tal vez el último impulso vigoroso como una muestra de la política destinada a consolidar el poder de la industria minera fue la Ley de Inversiones Mineras, aprobada precisamente hace treinta años. Dicha ley se comprometió a brindar una estabilidad tributaria, cambiaria y otras ventajas durante un periodo de tres décadas. Y es que, ¿quién estaría dispuesto a invertir cuantiosas sumas de dinero y dedicar años a la exploración y búsqueda de minerales sin la garantía de que las reglas del juego no serán modificadas a su antojo?

Esta ley fue de alguna manera incumplida por los cambiantes Gobiernos Nacionales, quienes intervinieron en su estabilidad a través de la implementación de aranceles de exportación, obstáculos para la importación de maquinarias y dificultades para acceder a divisas. De este modo, esta ley intenta llevar las inversiones por un camino recto, pero en ocasiones, este se desvía hacia senderos tortuosos.

"El futuro llegó, hace rato": En nuestro suelo salteño la minería fue marcada históricamente por la producción de Boratos, y no sería sino hasta estos últimos años que pasáramos de ser una "provincia en exploración" a una "provincia minera" con el primer proyecto de producción metalífera denominado Lindero, y otros 23 proyectos en cartera, siendo los más atractivos sin dudas los proyectos de Litio. Esto la convierte en la provincia con mayor crecimiento interanual de empleo minero en el NOA, y la tercera a nivel nacional con más trabajadores en minería.

Con un corte histórico distinguido pasamos a ser una Provincia Minera, marchando a paso firme hacia su consolidación. El futuro nos llegó, sin embargo, haciéndonos notar la necesidad de infraestructura caminera y de servicios en la Puna; y los desafíos que enfrenta el sector en cuanto a la oferta educativa aplicada a la minería, la expectativa desmesurada de empleo, y la importancia de desarrollar a los proveedores.

Hoy, solemnemente conmemoramos el día de la minería, mientras observamos de soslayo cómo otros países avanzan de la mano de esta encomiable actividad. Con todo, para que este conmemorativo sea posible, se requiere, en primer lugar, de la consolidación, la protección y el efusivo abrazo a una actividad que hará de Salta una mejor Provincia.

* Es abogado, diplomado en Derecho Minero, Regulación y Gestión Minera; y temas ambientales.

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