Dos hermanos de 35 y 36 años fueron detenidos acusados de haber cometido hace una semana el secuestro extorsivo de su vecino, hijo de un empresario de la ciudad santafesina de Gálvez, un joven de 27 años que es insulinodependiente, por el que habían pedido 200.000 dólares de rescate y que fue liberado sin que se realizara el pago, informaron ayer fuentes policiales.
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Dos hermanos de 35 y 36 años fueron detenidos acusados de haber cometido hace una semana el secuestro extorsivo de su vecino, hijo de un empresario de la ciudad santafesina de Gálvez, un joven de 27 años que es insulinodependiente, por el que habían pedido 200.000 dólares de rescate y que fue liberado sin que se realizara el pago, informaron ayer fuentes policiales.
Las detenciones fueron concretadas por detectives del Departamento Antisecuestros Norte de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal (PFA), en allanamientos realizados en las localidades de Gálvez y San Lorenzo, donde además se secuestró un auto Ford Focus gris usado en el hecho, y teléfonos celulares de los dos detenidos.
La investigación judicial por el secuestro extorsivo de "N" -su identidad se mantiene en reserva-, está en manos del fiscal federal 1 de Santa Fe, Jorge Gustavo Onel, y los detenidos ahora quedaron a disposición del juez federal de dicha provincia Reinaldo Rodríguez.
El hecho ocurrió el viernes pasado cuando "N", que es paciente diabético e insulinodependiente, pero a pesar de ello trabaja todos los días en un bar, no llegó a su domicilio en Gálvez, localidad del departamento San Jerónimo situada a 80 kilómetros de la capital santafesina.
Su padre, dueño de una distribuidora, y su madre comenzaron a recibir comunicaciones telefónicas en las que un hombre les pedía más de 200 mil dólares de rescate por el joven.
Según las fuentes, una vez radicada la denuncia y con la intervención del fiscal federal Onel y el asesoramiento de los detectives antisecuestros de la PFA, la familia cerró la negociación y acordó pagar "varios millones de pesos" -una cifra muy inferior a la reclamada al inicio por los delincuentes-, a cambio de la liberación de su hijo.
El sitio pactado para hacer el pago fue una estación de servicio en la autopista Rosario-Santa Fe, lugar donde un familiar concurrió con el acompañamiento reservado del fiscal y de la Policía Federal.
Las horas pasaron sin tener novedades hasta que, al mediodía siguiente, "N" fue liberado sin que se concretara pago de rescate alguno, en la localidad de San Lorenzo, distante a casi 150 kilómetros de la ciudad de Santa Fe.
El joven fue abandonado a la vera de la ruta 11, donde fue reconocido por un transeúnte que circulaba con su auto.
Voceros policiales explicaron que se comprobó que "N" no había ingerido alimentos ni bebido líquidos durante más de 12 horas, por lo que tuvo que ser atendido por un médico para recomponerse, y se cree que su estado de salud pudo haber sido el motivo que precipitó su liberación antes de que se concretara el pago del rescate.
Los investigadores de la PFA comenzaron a trabajar en la zona en busca de testigos, videos y datos relevantes, y así se estableció que los secuestradores fueron dos personas que habían utilizado un automóvil Ford Focus gris y, al ser identificados, se supo que eran dos vecinos conocidos de la familia de la víctima.
12 horas sin comer
El joven secuestrado padece diabetes y, a la vez, es insulinodependiente, es decir que necesita de esa medicina para sostenerse estable. Sucedió que luego del secuestro el joven no comió nada ni pudo beber la cantidad de líquido que su cuerpo necesita y, al parecer, comenzó a dar signos de descompensación.
En ese lapso, más de 12 horas, la familia intentó bajar las pretensiones económicas de los secuestradores y lograron acordar un pago en dinero nacional, varios millones, se informó.
La policía y la investigación a esas horas ya había determinado el perfil de los secuestradores y su cercanía a la familia de la víctima, como vecinos.
Los dos detenidos fueron identificados por las fuentes por sus iniciales, "F.Q.", de 35 años, y "M.Q.", de 36, quienes se encuentran detenidos en la Delegación de la Policía Federal ubicada en la ciudad de Santa Fe.