Con intervención de la Asesoría de Incapaces Nº1 de Tartagal, a cargo de Juan José Andreu, se concedió a un matrimonio la guarda con fines de adopción de un niño que vivía hace cinco años en un hogar y tendrá sus primeras fiestas en familia.
Gabriela Mazzocato y Edith Herrera, psicóloga y licenciada en Trabajo Social del equipo interdisciplinario del Ministerio Público Pupilar de la ciudad norteña, elaboraron un informe detallado sobre el proceso de vinculación entre los adoptantes y el niño, que tiene necesidades de atención especial y tratamientos de salud.
Desde la Asesoría Nº 1de Tartagal, que depende de la Asesora General de Incapaces Mirta Lapad, se describió que el vínculo que entablaron desde las primeras visitas y paseos fue de confianza. Destacaron que el niño, de cinco años, se mostró cómodo con ambos adoptantes y que, luego de dos días, ya reconocía a cada uno por el nombre y les expresaba cariño.
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Con intervención de la Asesoría de Incapaces Nº1 de Tartagal, a cargo de Juan José Andreu, se concedió a un matrimonio la guarda con fines de adopción de un niño que vivía hace cinco años en un hogar y tendrá sus primeras fiestas en familia.
Gabriela Mazzocato y Edith Herrera, psicóloga y licenciada en Trabajo Social del equipo interdisciplinario del Ministerio Público Pupilar de la ciudad norteña, elaboraron un informe detallado sobre el proceso de vinculación entre los adoptantes y el niño, que tiene necesidades de atención especial y tratamientos de salud.
Desde la Asesoría Nº 1de Tartagal, que depende de la Asesora General de Incapaces Mirta Lapad, se describió que el vínculo que entablaron desde las primeras visitas y paseos fue de confianza. Destacaron que el niño, de cinco años, se mostró cómodo con ambos adoptantes y que, luego de dos días, ya reconocía a cada uno por el nombre y les expresaba cariño.
Una pareja en la que prevalece el diálogo
Se indicó que se trata de una pareja en la que prevalece el diálogo, ya que hablaron hasta aclarar los sentimientos y pensamientos de cada uno antes de avanzar en la decisión a tomar.
- Desde el equipo interdisciplinario, en el que también intervinieron profesionales del Poder Judicial, consideraron que ambos jóvenes comenzaron a proyectarse en la función de padres desde que conocieron al niño. Ninguno de los dos tenía dudas sobre el deseo de adoptarlo y los dos se sentían preparados para volver con él a su casa, en la provincia vecina.
- Se consideró también que la pareja mostró la capacidad de complementarse en las tareas de cuidado y sostén emocional. En consecuencia, se planteó que estaban dadas las condiciones psicosociales para avanzar en el proceso.
- La jueza de Primera Instancia de Personas y Familia de Segunda Nominación de Tartagal, Carmen Elena Juliá, otorgó la guarda con fines de adopción al matrimonio y así se restituyó el derecho del niño a vivir en familia.