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Luchín, el fiel custodio de la vestimenta de Juventud

Antoniano desde la cuna, el utilero del santo es un jugador más.
Domingo, 17 de diciembre de 2023 01:24

Luchín Ortega respira Lerma y San Luis cada vez que habla. Se emociona y se apasiona con el fútbol y con el club de sus amores, y la devoción por sus colores lo hicieron abrazarse a la utilería, donde le encontró el gusto a ese lugar privilegiado que muchos envidian.

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Luchín Ortega respira Lerma y San Luis cada vez que habla. Se emociona y se apasiona con el fútbol y con el club de sus amores, y la devoción por sus colores lo hicieron abrazarse a la utilería, donde le encontró el gusto a ese lugar privilegiado que muchos envidian.

Luchín se define como "utilero por accidente", ya que llegó luego de recibir un ofrecimiento para asistir al entrañable Totano, histórico utilero del santo ya fallecido, quien en sus últimos años vio deteriorada su salud. "Yo justo estaba por cerrar mi negocio, un drugstore, y me venía por las tardes a ayudarlo a Totano. Aprendí mucho de él sobre este oficio, sobre todo que a la ropa del club hay que cuidarla como si fuera la de uno. Ahí surgió la idea de poner el lavadero en el club. Acá la ropa sale del vestuario, se lava, se cuelga y vuelve al vestuario, no hay manera de que se pierda. Mi pequeño aporte al club es cuidar la indumentaria y los elementos en la utilería", contó Luchín con el énfasis que lo caracteriza, quien recibió a El Tribuno en aquel reducto histórico.

"El utilero es el primero que se da cuenta de un éxito o de un fracaso de un grupo. Uno los ve a los jugadores cómo entrenan, cómo se mueven y sabe si se armó un buen grupo o no. Hay mucha percepción en el utilero en cuanto al armado del plantel. Vos sabés cuándo un plantel es dócil, es manejable, es jodido, si se va a bancar adversidades", detalló.

"Un utilero sabe qué jugador es fastidioso, cuál no, a cuál hay que mimarlo, a cuál no, cuál es serio, cuál es profesional. Uno se da cuenta en seguida cómo llega, con qué humor, si durmieron tarde, si se pelearon con la mujer. Y el que llegó idiota sabés que va a tener un mal entrenamiento, que se va a pelear con alguno, que no va a jugar el domingo", narró.

"Es hermoso estar desde adentro. Uno como hincha, desde la utilería ve el club desde otro lugar, vivirlo desde adentro es muy distinto", aseguró.

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