Santos Clemente Vera no solo perdió casi 11 años de libertad, tras haber sido condenado por el doble crimen de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni, sino que además en ese lapso fallecieron sus padres y tres de sus hermanos. A ese dolor lo lleva adentro y lo expresó en un mano a mano con El Tribuno.
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Santos Clemente Vera no solo perdió casi 11 años de libertad, tras haber sido condenado por el doble crimen de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni, sino que además en ese lapso fallecieron sus padres y tres de sus hermanos. A ese dolor lo lleva adentro y lo expresó en un mano a mano con El Tribuno.
Cabe recordar que si bien el baquiano fue absuelto tras el juicio, el Tribunal de Impugnación volvió a encerrarlo y recién el lunes pasado la Corte Suprema decidió liberarlo tras hacer lugar a un recurso de queja de su defensa.
"Desde 2011 hasta acá se fue mi hermana Martita, se fue mi papá, mi mamá y dos hermanos varones. Fue muy duro, me pongo así (a llorar) porque éramos muy unidos. Llegar acá y no encontrarlos, es un vacío. Adentro era un sufrimiento y bronca por no poder estar", dijo entre lágrimas.
Y comentó que solo pudo despedirse de los suyos por un instante. "Uno sale 40 minutos o media hora y vos querés seguir quedándote con ellos, pero nunca tomé rebeldía. Cuando me decían 'Vera vamos', respetaba sus decisiones".
Sin rencor pero el vacío de no tener a sus padres y hermanos
No espero disculpas de nadie. No tengo rencor ni bronca, ahora estoy viviendo a puro amor con mi familia y amigos, ni me acordé de los jueces. Ahora están llegando familiares a verme a cada rato y ese abrazo es lindo para acordarme de esas personas que se han ido.
La entrevista completa:
¿Ya podés dormir tranquilo en tu casa o tenés fantasmas, pesadillas?
De dormir, siempre dormí bien, lo que noté más es la cabeza porque estoy tranquilo sin tantos ruidos.
¿Cómo fue tu vida dentro del penal de Villa Las Rosas?, ¿te trataron bien los otros internos y los integrantes del Servicio Penitenciario?
Me mantuve siempre en el pabellón de ingresos que es el pabellón I, nunca tuve un oficio del juez para estar aislado o por otro motivo, sino por mi buena conducta más que nada y por lo demás siempre estuvo todo bien. En ese momento hablé con el director y me dijo que si mantenía mi conducta me iba a quedar ahí.
Sobre cómo te tratan, depende de cada uno, yo trataba de ser firme y respetuoso con los demás.
En algún momento se decía que tu cabeza tenía un costo económico, ¿has sufrido algún hecho de violencia o tuviste temor?
Nunca me enteré bien, pero escuché versiones que decían. De otros pabellones me gritaban cosas, pero era difícil mantener contactos con esas personas.
¿A Gustavo Lasi lo cruzaste en el penal?
Nunca lo crucé.
Se dice que ustedes con Daniel Vilte y Gustavo Lasi tenían una enemistad, ¿por qué te culpa Lasi?, ¿cuál era su vinculo?
Con Daniel Vilte nunca tuve una amistad, él a los 12 años se fue a la ciudad y nunca más lo volví a ver. Recién lo crucé en el transcurso del juicio. Con Gustavo Lasi sí. A través de su familia y la mía, con mis padres, tuvieron problemas por el tema de animales. Acá en el campo son vecinos que no quiere decir que estén a una cuadra, sino que viven a unos 40 minutos de distancia. Más que nada teníamos peleas por los animales.
¿Te preguntás por qué te culpó?
Pienso que fue por la enemistad que tuvimos siempre. No nos llevamos nunca, éramos totalmente enemigos como se dice.
Alguien debe ser que le dijo que me culpe a mí, no lo entiendo. Creo que es más fácil culpar a enemigos que a amigos. A los amigos no los va a llevar con él.
¿Qué creés que pasó con las turistas francesas o qué versiones te llegaron?
Como sabemos todos, ellas fueron encontradas muertas en la zona de El Mirador y no supimos quién fue. Solo sabemos que Lasi llegó al transcurso del juicio conmigo y con Vilte.
En el juicio, en 2014, quedó demostrado que soy inocente y salí absuelto igual que Vilte y quedó Lasi. Y después no supe más nada, son versiones que se dicen, pero del dicho al hecho no sé.
Una de las cosas que se dijo fue que mientras estuvieron alojados en la Alcaidía Judicial, los fueron a visitar y quisieron hablar con ustedes algunas personas del barrio privado Buena Vista, ¿es cierto?
Conmigo por lo menos nadie quiso hablar. Yo trabajaba en el barrio Buena Vista con el ingeniero Vidal. Él venía a visitar a mis padres y nos hicimos amigos. Luego se dio la posibilidad de trabajar con él antes de mi detención y seguí trabajando tras el juicio.
¿Qué sentiste cuando el Tribunal de Impugnación revocó tu absolución?
Fue muy duro ese día, el 3 de febrero de 2016, fue tremendo. Yo llevaba en libertad 1 año y 8 meses. Nunca entendí de derecho, para eso tenía a mi abogado, el doctor Vargas, yo solo hice hasta séptimo grado. El doctor me decía "a esperar y tener paciencia el tiempo de la Justicia, pero vos tenés que estar en libertad porque ya fuiste juzgado".
¿Cuando te detuvieron creíste que pronto volverías a salir en libertad o tuviste resignación de pensar que ibas a pasar el resto de tu vida en Villa Las Rosas?
No, nunca pensé que iba a estar toda la vida ahí detenido, siempre estaba latente que iba a recuperar la libertad. Una porque soy inocente y soy un hombre de fe. Nunca bajé los brazos, a veces me desesperaba y me decía "¿cuándo?", me hablaba solo, me tranquilizaba a mí mismo. ¿Con quién iba a hablar si ahí adentro todos tienen los mismos problemas? Eso me daba fuerza, sabíamos que iba a llegar.
Fuiste colaborador de la Justicia, ayudaste a la policía en ser de guía y muchas veces la gente se preguntó ¿cómo puede ser culpable alguien que ayudó a que se esclarezca el hecho?
Exactamente, yo vivo en este lugar desde toda mi vida, conozco bastante bien. Un día tocaron las manos, me pidieron que les sirva de guía. Le pregunté al ingeniero Vidal si podía faltar al trabajo y me dijo que sí porque entendía que tenía que ayudar a la policía. Fuimos al puesto La Florinda y caminamos más de 8 horas.
Cuando tocaron las manos, atendí como siempre e hice de baquiano. Una vez se perdieron dos abuelos y los rescatamos en la zona de Los Chorros. No me acuerdo el año pero salí en la tapa de El Tribuno. Siempre pasaba lo mismo cuando se perdía gente. La policía nos venía a buscar y lo hacíamos desinteresadamente.
Antes de tu detención, hubo varios vecinos demorados y varios de ellos, como el propio hermano de Vilte, denunciaron apremios ilegales, ¿pudiste hablar con alguno de ellos?
No te olvides de Francisco Tejeda (un vecino humilde de la zona) que fue a declarar durante el juicio y lloró. Contó que le pegaron hasta que no dio más y se hizo encima. Bouvier (el padre de Cassandre) le pasó un pañuelo.
¿A vos también te pegaron tras tu detención?
Sí, yo pensé que iba a ser de guía nuevamente porque ellos querían buscar evidencias por la zona de Castellanos, según decían. Yo salí pensando que era para hacer de guía y me redujeron. Ahí comenzó el tormento. Me decían: ¿tenés mujer e hijos?, yo les decía que sí y me contestaban: "Qué vas a tener mujer negro de mierda, si no sabés lo que es". Fue tremendo, fue muy doloroso.
¿Qué sensación te queda con esos policías, con el juez Martín Pérez (el magistrado que investigó el doble crimen) y con los integrantes del Tribunal de Impugnación Arias Nallar y Martini?
No sé qué puedo decir de estos jueces…Que se equivocaron. Yo esperé el tiempo que necesiten para esa investigación. Los esperé, hicieron lo que tenían para hacer y me senté en el banquillo. Esperé el tiempo de ellos y nunca resolvieron nada. Tuve que ir a la Corte Suprema.
¿Esperas mínimamente disculpas o más adelante demandarlos?
No espero disculpas de nadie. No tengo rencor ni bronca, ahora estoy viviendo a puro amor con mi familia y amigos, ni me acordé de los jueces. Ahora están llegando familiares a verme a cada rato y ese abrazo es lindo para acordarme de esas personas que se han ido.
En el lapso de tu detención, ¿cómo sobrellevaste el fallecimiento de tus padres y tres hermanos?
Desde 2011 hasta acá se fue mi hermana Martita, se fue mi papá, mi mamá y dos hermanos varones. Fue muy duro, me pongo así (a llorar) porque éramos muy unidos. Llegar acá y no encontrarlos, es un vacío. Adentro era un sufrimiento y bronca por no poder estar.
Uno sale 40 minutos o media hora y vos querés seguir quedándote con ellos, pero nunca tomé rebeldía. Cuando me decían "Vera vamos", respetaba sus decisiones.
Pese a la ausencia de tus cinco familiares, vas a pasar Navidad en tu casa con tu entorno, ¿cómo eran esas fiestas de fin de año en prisión?
Nunca hubo navidades, todos los días son lo mismo. Si bien los días de visita la familia da fuerzas, pero preso no son fiestas. Ahora gracias a Dios estoy sano, fuerte, junto con mis hijos a pasar una Navidad hermosa.
¿De ahora en más qué te espera en lo personal y en lo laboral?
Con la meta de seguir trabajando, ayudar a mi esposa Beatriz. Tengo a mis cuatro hijos: Eduardo, Martín y las gemelas Amanda y Victoria. Tengo que ver de qué voy a vivir y llevar a los chicos a la escuela. Una de las gemelas nació enferma y estuvo tres meses internada. Sigue yendo a la fisioterapia. A mi hijo lo dejé anotado en jardín y hoy ya terminó séptimo grado.
Te pregunto por Gustavo Lasi nuevamente porque es el asesino confeso. Tiempo atrás se publicaron fotos de él junto a Marcelo Torrico (el asesino de los hermanitos Leguina) vestidos de guardiacárceles y con facas. ¿Qué te generó ver las fotos y creés que goza de beneficios?
Yo me enteré por dichos pero nunca vi la foto con Torrico, ni pensé, ni saqué conclusiones porque no tiene sentido hablar de esa persona.
Pero, ¿te gustaría que diga la verdad, sobre quiénes son los culpables del hecho?
Pienso que ya es el momento, tiene que hablar y decir con quién estuvo. Sabe que yo no fui y que Vilte tampoco.
¿Tenés alguna sospecha?
No tengo sospechas si no ya lo hubiese dicho.
¿Creés que la culpa de los "hijos del poder" es un mito o no?
Se dicen tantas cosas, no sé la verdad. Lo que sí pienso es cómo Lasi tenía dos abogados, el padre otros dos abogados, ¿cómo puede haber pagado todo eso?, yo ni siquiera pude pagar mi abogado. El doctor Vargas no me cobró un peso.
Fue muy largo el juicio, muy largo. Era de lunes a viernes. Cuando salí absuelto él vino a visitarme y le dije que quería arreglar las cuentas con él. Él me dijo: "Vera, te dije que no te voy a cobrar". Me emocioné mucho porque nadie trabaja gratis.
Jean Michel Bouvier, padre de Cassandre, siempre creyó en vos, ¿tenés palabras de agradecimiento hacia él?
Sí por supuesto. Le mataron a la hija, estaba con muchísima bronca y cuando nos condenaron él podría haber dicho "que se mueran adentro de la cárcel", pero gracias a Dios él pudo ver mi inocencia.
¿Sin su apoyo hubieses logrado la libertad?
Él tiene mucho que ver en esto. Saber que yo no soy es muy fuerte, nunca se escuchó algo así.
¿Qué le querés decir a la gente que siempre creyó en tu inocencia y te apoyó desde el primer momento?
Que tengan mucho cuidado, que estén atentos, porque me pasó a mí y gracias a Dios estoy libre. Escuché que hay gente como yo adentro. Al apoyo de la gente lo sentí mucho. Estoy muy agradecido. Creo que si me tengo que ponerme a mencionar a uno por uno, no voy a terminar más y voy a ser muy injusto porque no me acordaré de todos.
Ahora lo único que quiero es disfrutar de mi familia que vino a verme y poder estar tranquilo con ellos. Hoy tenía ganas de sacar a pasear a mis hijos, pero se me hizo tarde porque quería esperarlos a ustedes para dialogar.