"Javier Milei tiene un gran desafío en las relaciones internacionales", afirmó el salteño Ezequiel Jiménez, experto en ciencias políticas y relaciones internacionales radicado en Barcelona, tras recordar que el primer país con el que el flamante presidente argentino se alineó en su campaña política fue Estados Unidos, cuyo gobierno, sin embargo, envió a la asunción una delegación de bajo rango. "La encabezó la secretaria de Energía, Jennifer Granhol, una funcionaria sin peso específico en la Casa Blanca", remarcó el politólogo de 34 años que se desempeña en Amnistía Internacional.
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"Javier Milei tiene un gran desafío en las relaciones internacionales", afirmó el salteño Ezequiel Jiménez, experto en ciencias políticas y relaciones internacionales radicado en Barcelona, tras recordar que el primer país con el que el flamante presidente argentino se alineó en su campaña política fue Estados Unidos, cuyo gobierno, sin embargo, envió a la asunción una delegación de bajo rango. "La encabezó la secretaria de Energía, Jennifer Granhol, una funcionaria sin peso específico en la Casa Blanca", remarcó el politólogo de 34 años que se desempeña en Amnistía Internacional.
Sobre la resaltante presencia del presidente de Ucrania, Jiménez remarcó que Volodimir Zelenski "vio claramente en la nueva gestión de gobierno de Argentina una puerta que a Ucrania se le ha venido cerrando en Sudamérica desde los inicios de la guerra con Rusia. Desde la primera hora Occidente se puso en contra de Vladimir Putin y a su favor, con excepciones en un contexto sudamericano que tiene una fuerte dependencia de la inversión rusa y un desacople de la influencia de Estados Unidos y también de China, que ahora también es ambivalente en el conflicto", precisó el codirector de Droit, consultora local especializada en estrategia, comunicación e investigación de opinión pública y asuntos públicos.
"Cuando uno ve las resoluciones de Naciones Unidas y analiza los países de Sudamérica nota que la mayoría no vota con Ucrania. Creo que Zelenski vio eso y dijo: Si hay un presidente en Argentina, que es políticamente el segundo país en importancia en la región, junto a Brasil, y se encolumna con Estados Unidos, esta es la forma de entrada para que el conflicto ucraniano sea parte de la agenda". En su opinión, el líder ucraniano logró el cometido, "porque hoy estamos hablando más del conflicto que en otros tiempos", agregó el destacado profesional salteño, que a los 17 años completó sus estudios de secundaria en Noruega con una beca de Colegios del Mundo Unido (Red Cross Nordic). Jiménez, habitual columnista de El Tribuno, se graduó en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en Minnesota (Estados Unidos), sumó una maestría en Políticas de Derechos Humanos en Suecia, Inglaterra y Noruega como becario de la Unión Europea y actualmente cursa un doctorado en derecho internacional.
"Hubo otra foto interesante en el Congreso: la de Zelenski acercándose a hablar con Viktor Orbán, el presidente de Hungría, quien es un fuerte referente de la extrema derecha europea, junto a las dirigencias de fuerzas políticas como Vox, en España, y el Partido por la Libertad (PVV) en Países Bajos", agregó.
Una puerta hacia las ideas del liberalismo en Latinoamérica
Jiménez recalcó que Milei es visto por diferentes actores de la derecha e izquierda de Europa como una puerta hacia las ideas del liberalismo en Latinoamérica. "Esta percepción puede serle favorable a la Argentina a corto o mediano plazo, en la medida en que inversores vean al país orientado por una lógica que ya no es la peronista. Esto es lo que se vio en algunas fotos de la toma de poder". subrayó.
"Lo que no se vio es gente que le importa mucho a Argentina, pero que no vino", enfatizó Jiménez, tras hacer notar que China mandó solamente a su embajador e India, al encargado de negocios de su cancillería. "Rusia, que tiene un obvio posicionamiento en contra de Milei, pero sigue teniendo en Argentina una red de importantísimas inversiones, tampoco mandó una delegación de buen rango. Todo esto marca que Milei tiene un gran desafío por delante, porque si cree que afuera está la respuesta en inversiones externas para crecer deberá asegurarse de que la relaciones internacionales sean pragmáticas. Hasta ahora fueron, más que nada, ideológicas", observó.
En este marco, Jiménez se preguntó: ¿Qué sentido tendría salirse del BRICS, cuando lo que necesita Argentina es, justamente, tener una mayor relación con el mundo? El analista internacional hizo notar que, dentro de este análisis, encuadra también lo de Lula da Silva en Brasil y Andrés Manuel López Obrador en México. "Insultar a dos presidentes en funciones lo único que puede generar para el país es cerrarle puertas. Se debe ser muy pragmático en esto y no dejar que el sesgo ideológico marque el rumbo de las relaciones internacionales", sostuvo Jiménez, quien insistió en que "habrá que estar atentos a ver cómo se maneja la Cancillería. En este punto, Jiménez recalcó que Diana Mondino no tiene formación diplomática. "Es una economista que tiene un perfil muy liberal en su visión de la economía". Aclaró que, de todos modos, tener formación diplomática para ser canciller no es una condición excluyente, ya que se trata de un puesto político. "La Cancillería tiene un cuerpo muy profesional que se desenvuelve por concursos y carrera diplomática. Esperemos que Mondino sepa agarrarse de lo bueno", acotó Jiménez.
Entre China y Estados Unidos
Ezequiel Jiménez afirmó que el gobierno de Milei tiene un gran desafío. "Frente a la guerra de Rusia con Ucrania deberá saber posicionarse entre la postura equidistante de China, que hoy es nuestro socio más importante, y Estados Unidos, que tiene un fuerte apego al liberalismo, pero en donde a Milei le iría seguramente mejor con Trump y no sé que tanto con Biden", remarcó.