La épica victoria de Argentina en el estadio Maracaná, con el fuerte componente histórico de ser el segundo triunfo consecutivo albiceleste en aquel escenario mítico, y el fin del récord "eterno" de Brasil nada menos que ante su clásico rival, con la añadidura del aditivo emocional que tuvo en la previa, con el clima hostil y la represión de la policía carioca a los hinchas nacionales, solo podía ser opacada por la "bomba" que estalló ya en la madrugada del martes: que Lionel Scaloni anuncie públicamente que no sabe si seguirá siendo el técnico del seleccionado.
inicia sesión o regístrate.
La épica victoria de Argentina en el estadio Maracaná, con el fuerte componente histórico de ser el segundo triunfo consecutivo albiceleste en aquel escenario mítico, y el fin del récord "eterno" de Brasil nada menos que ante su clásico rival, con la añadidura del aditivo emocional que tuvo en la previa, con el clima hostil y la represión de la policía carioca a los hinchas nacionales, solo podía ser opacada por la "bomba" que estalló ya en la madrugada del martes: que Lionel Scaloni anuncie públicamente que no sabe si seguirá siendo el técnico del seleccionado.
"Tengo muchas cosas que pensar en este tiempo. Porque esta Selección necesita un entrenador que tenga todas las energías posibles, que esté bien", había manifestado el segundo Lionel más famoso en aquella conferencia de prensa en Río.
Y las razones de su posible salida de la Selección encuentran hipótesis de las más variadas, pero casi todos los caminos confluyen en un desgaste entre el entrenador y los dirigentes afistas, principalmente Claudio Tapia. A ello se le suman las presiones de dirigir al campeón del Mundo, la exigencia que requiere, la vara alta que él mismo mencionó, y que en lo personal sabe que necesita poner todas sus energías al servicio de la Selección. Y dentro de ese desgaste, se mencionan como posibles "gotas" de un vaso que está a punto de rebalsar, la realización de partidos amistosos internacionales con fines más recaudatorios que futbolísticos, como los que afrontó en China este año. Y también se apunta a que se le habría pedido desde la AFA a Scaloni que se haga cargo de atribuciones que no corresponden al cargo, como ser cuestiones de logística en los viajes y traslados, lo que habría agotado la paciencia del seleccionador.
Tampoco es un dato no menor los constantes idas y vueltas en cuanto a la renovación de su contrato, el cual se extendió hasta fines del Mundial de 2026, negociación que no fue sencilla y generó desgaste. Incluso, antes de Qatar 2022 no llegaron con los números acordados y se especuló con una posible salida del DT.