"Hemos calculado que hay más de mil personas en estado de drogadicción, deambulando por las calles, totalmente dementes", empezó su relato R.G., un vecino del barrio San Antonio que pidió reserva de su identidad por seguridad. Mencionó la zona de las calles Delfín Leguizamón, Independencia, De los Partidarios, Ituzaingó, prácticamente en el macrocentro de la ciudad, como uno de los puntos críticos. Allí, en la "Salta zombie", los vecinos a diario conviven con robos, destrozos, drogas y prostitución: una verdadera pesadilla que nunca se acaba.
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"Hemos calculado que hay más de mil personas en estado de drogadicción, deambulando por las calles, totalmente dementes", empezó su relato R.G., un vecino del barrio San Antonio que pidió reserva de su identidad por seguridad. Mencionó la zona de las calles Delfín Leguizamón, Independencia, De los Partidarios, Ituzaingó, prácticamente en el macrocentro de la ciudad, como uno de los puntos críticos. Allí, en la "Salta zombie", los vecinos a diario conviven con robos, destrozos, drogas y prostitución: una verdadera pesadilla que nunca se acaba.
"No entendemos por qué ellos tienen la libertad de transitar como si nada y hacer daño. Andan desnudos, defecan en las veredas, tienen relaciones sexuales en las veredas, se prostituyen, consumen drogas. Te piden que los ayudes con plata, dinero o algo, y cuando no les das te rompen la casa, destrozan los vehículos", afirmó el hombre, que alguna vez por negarse a dar fue víctima.
"A mí me rompieron el auto, me lo destrozaron. Me robaron una motocicleta, después la Policía me la devolvió toda rota. La cuestión es que hacen daño y (si los detienen) salen al otro día", agregó con la indignación a flor de piel.
Los vecinos no dejan de asombrarse por la cantidad de adictos en la calle
A R.G., que es vecino hace más de 20 años, le asombra la "cantidad" de personas drogadictas que se instalaron en el barrio en el último tiempo y multiplicaron el peligro. "En un pasaje que denominan Zaire, que está en la Independencia, antes de la Ituzaingó, a mano derecha, ahí distribuyen todo tipo de drogas, compran elementos robados. Estas personas vienen a drogarse al barrio y a robar", denunció.
R.G. compartió con El Tribuno videos de una situación violenta puntual vivida semanas atrás, pero que en realidad para los vecinos es una constante que se repite. "Una chica apuñaló a un chico, porque se drogan todos, entonces le estaban robando droga a otro. Inventan que era por un tema de hija y padre, pero el chico tenía droga en la mochila y obviamente le querían robar. Por eso en los videos se puede ver cómo están todos golpeando a esa persona", detalló. Luego prosiguió: "Resulta que la llevaron detenida a la chica, el chico creo, no sé si falleció en el hospital, porque estaba grave, y a la mujer al otro día la dejaron suelta. O sea, así funciona el sistema, al otro día quedó libre".
Otro ejemplo. "La persona que robó motocicletas en todo el barrio, el padre tiene una tapicería en la plaza de Ceferino, una cuadra antes del puente de Ceferino, a mano derecha, le dicen el mendocino, salió en todos los canales de televisión, y al chico a los dos meses ya lo soltaron. Por lo que sé, sigue vendiendo motos, autopartes, y en este caso solamente lo detuvieron a él, no a la familia entera, porque todos son cómplices de los robos". El vecino agregó que en "el Zaire" al que vende droga no le pasa nada. Desde el año 98 que vivo acá y no sé por qué no le clausuran la casa, que se la ponga a disposición de la Policía".
Necesitan ayuda del Estado
Como en otros tantos barrios de la capital salteña, y también del interior, la necesidad de que el Estado diga presente en materia de seguridad es imperiosa. En San Antonio hace décadas que esperan una solución.
R.G., en representación de un grupo de vecinos, sostiene: "La situación ya se salió de control", por lo que reclaman intervención de las autoridades. Las familias realizaron sendas reuniones en la escuela Arenales, una de ellas con el jefe de la Policía, al que le plantearon la necesidad urgente de instalar un puesto policial fijo en la casa del pasaje el Zaire, donde aseguran es punto de venta de drogas.
La gente honesta vive como puede
En el barrio San Antonio la gente honesta vive como puede. Muchos quisieran irse pero no pueden. Es el caso, entre otros, de R.G., que tiene la casa en venta pero no logra venderla porque los compradores se asustan cuando van al lugar. "Es increíble pero real, un barrio cooptado por la delincuencia, una zona plagada de chicos, adolescentes y jóvenes que no tienen otro quehacer que andar drogándose, es muy triste todo", apuntó el hombre.
La situación que atraviesan los vecinos en el barrio San Antonio los perjudicó no solo al momento de querer irse y vender el inmueble, al vecino declarante también lo perjudicó terriblemente en su negocio, un comerciante que toda su vida trabajó y ahora tiene que lidiar no solo con mantener la clientela sino también luchar para que su negocio no sea objeto de la inseguridad.
Por otra parte, y como otras tantas barriadas salteñas, la comunidad de San Antonio tiene un grupo de Whatsaap, a través del cual se van alertando de las cosas que suceden en el barrio. A diario los vecinos suben hechos de inseguridad.
"Este año tenemos cientos de denuncias de robos, destrozos, droga y prostitución en la calle", manifestó, y finalizó: "Estas personas están dementes. No puede prevalecer el derecho sobre las personas normales, racionales, porque ellos no razonan. Deben estar internadas en un psiquiátrico o en la cárcel, porque todos delinquen, incluso algunos mataron gente o violaron a menores de edad, pero lamentablemente andan sueltos".