Llegamos al segundo y último debate presidencial y se pueden sacar algunas conclusiones desde el aspecto económico y productivo. Actualmente somos un país con inflación estimada del 150% para 2023, con más del 40% de los argentinos pobres, con más del 60% de los niños pobres, con un sistema de precios totalmente desvirtuado por el proceso inflacionario y los múltiples cepos al dólar, con restricciones a la importación de insumos para la producción y con exportaciones que se liquidan a un dólar que castiga a esos exportadores por lo bajo de su valor, con un salario medido en dólares que es el segundo más bajo de los últimos 50 años (el peor fue a fines de los 80), que refleja el nivel de pobreza en términos comparativos con nuestra propia historia económica. Por esto es importante escuchar qué tienen para decir los candidatos.
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Llegamos al segundo y último debate presidencial y se pueden sacar algunas conclusiones desde el aspecto económico y productivo. Actualmente somos un país con inflación estimada del 150% para 2023, con más del 40% de los argentinos pobres, con más del 60% de los niños pobres, con un sistema de precios totalmente desvirtuado por el proceso inflacionario y los múltiples cepos al dólar, con restricciones a la importación de insumos para la producción y con exportaciones que se liquidan a un dólar que castiga a esos exportadores por lo bajo de su valor, con un salario medido en dólares que es el segundo más bajo de los últimos 50 años (el peor fue a fines de los 80), que refleja el nivel de pobreza en términos comparativos con nuestra propia historia económica. Por esto es importante escuchar qué tienen para decir los candidatos.
Qué propuestas hay, cómo piensan salir de esta situación de fuertes desequilibrios económicos donde los que siempre pagan los platos rotos de estas fiestas somos los ciudadanos de a pie. Más en el caso de regiones como el NOA, donde la inflación siempre es mayor que la nacional, la cantidad de empleados informales es la mayor del país (en negro) y los sueldos son más bajos que el nivel nacional.
Si empezamos por la izquierda, las pocas propuestas quedan fuera del tiempo, ya que han fracasado en cualquier lugar del mundo donde han querido ser aplicadas. Venezuela, Cuba y Corea del Norte son el faro de una izquierda a la que el tiempo ha dejado expuesta como un fracaso económico. Si se le suma el discurso de barricada de romper con el FMI, más lejos queda de lo que sería un país normal. Erra en el diagnóstico al pensar que la culpa de todos los males de Argentina vienen por el FMI y el empresario explotador. Hablan de lucha permanentemente cuando el progreso y desarrollo en los países se logra cooperando.
Bullrich quiere mostrar solidez en un discurso que no conoce (el económico) y eso la lleva a equivocarse en cuestiones importantes como retenciones, inflación, el oro existente en el BCRA y otras cuestiones que debería conocer al menos conceptualmente. Tiene equipo y poder político pero ha quedado muy dubitativa o bien ha errado en algunos conceptos importantes, lo que le quita seguridad en un tema tan importante en este momento como es el económico.
Massa posee algunas propuestas como la moneda digital, que parecería apunta más a desviar la atención de la situación actual de la economía argentina, y otras como la eliminación temporaria de impuestos que potencian la inflación actual. Busca separarse de las penurias económicas que todos vivimos y que son consecuencia de la mala gestión de un gobierno en el cual él es jugador importante (nada menos que ministro de Economía, y parecería un presidente en funciones). Tampoco queda claro con qué equipo llevaría adelante sus propuestas, ¿con el kirchnerismo y el albertismo, que forman parte de su coalición? ¿Con Grabois, que compitió y forma parte de su espacio? Su gran desafío es mostrar que no es lo mismo que sus socios políticos, pero a la vez ello lo pondría en una posición de debilidad dentro de su coalición (o frente).
Schiaretti se supo ganar un lugar en la consideración de la gente luego del primer debate y haciendo alusión a lo hecho en su provincia (Córdoba) como respaldo de credibilidad a sus propuestas económicas (justo al revés de Massa; a Schiaretti su gestión pasada lo respalda en sus propuestas; a Massa lo condena). Si a lo que Schiaretti dice nos remitimos, es verdad que Córdoba se muestra como una provincia ordenada económicamente, con mucha infraestructura pública, con una población capacitada y un fuerte entramado económico productivo.
Por último, Milei se presenta como lo nuevo, el cambio ante esta clase política actual (la casta) con el postulado de que si se sigue votando a los mismos que nos han llevado a esta situación no se puede esperar otra cosa que seguir decayendo en lo económico. Propone una mayor libertad económica, menos impuestos, un Estado más chico y un alineamiento internacional con los países capitalistas. Haciendo oído a las críticas, afirmó que la dolarización sería un proceso que llevará años y al que, para llegar, primero debería haber equilibrio fiscal y cero emisión de billetes, lo que combate frontalmente a la inflación.
Queda a criterio de cada uno de nosotros decidir por quién votar y qué tipo de país queremos tener. No debemos olvidar que mientras más tiempo pasa en esta penosa situación económica, menos tiempo le queda a las generaciones actuales y futuras para progresar.