El arquero de Central Norte, Germán Salort, no se escondió y dio la cara por la derrota -3 a 1- en el clásico salteño frente a Juventud Antoniana, el domingo pasado en el Martearena.
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El arquero de Central Norte, Germán Salort, no se escondió y dio la cara por la derrota -3 a 1- en el clásico salteño frente a Juventud Antoniana, el domingo pasado en el Martearena.
"Se entiende el dolor de la gente, porque uno se pone en el lugar de ellos y estoy triste por eso. Nosotros queríamos ganar por la gente. No nos hacían falta los puntos, ni era un partido importante, la clasificación se había logrado y el primer objetivo estaba cumplido. Esto era para la gente. Uno se prepara y quiere ser feliz. Es una decepción para mí y para todos. De lo que se habla son minoría, recibimos un montón de mensajes de gente que nos apoya, porque interpretan que se perdió y que se podría haber ganado cuando lo tuvimos para liquidarlo", expresó el "uno" del cuervo a El Tribuno.
Posibilidad de empatarlo
Luego Salort prosiguió: "Por ahí fue una derrota por un par de jugadas que sucedieron en el segundo tiempo y estuvo la posibilidad de empatarlo. Duelen por ahí los comentarios y las especulaciones que se hacen siempre en el fútbol argentino, que nos meten a todos en una bolsa de m... y creo que no merecemos. Uno entrena y tiene familia, y que se digan tantas cosas de un plantel que hace 18 partidos que no pierde, que viene haciendo cosas espectaculares y clasifica tres fechas antes a los octavos de final y va a definir de local. Fue una mala tarde y fue como si fuera un montón, no es para tanto".
Las especulaciones
Sobre las especulaciones que mencionó Salort, la más puntual lo describió como que "en las redes sociales se habla de tantas cosas, algunas como que se entrega el partido, que un día tiran un nombre y al siguiente otro nombre; después de esto, lo otro y así. Se habló tanto en la previa de que nos iban a matar a nosotros, que amenazaban que nos iban a quebrar los jugadores, de ellos a nosotros cuando comenzáramos a ganar el partido. Las cuales ninguna es verdad. Pero creo que no merecemos que se hable tanto por haber perdido un partido, y por más que jugamos mal y no estuvimos a la altura; aunque si hubiera entrado esa pelota que pegó en el palo nos hubiéramos puesto 2 a 0, y hoy estaríamos siendo los mejores del mundo, amados por la gente".