Con el aumento exponencial de casos de COVID-19, que se dio principalmente en las últimas tres semanas en las que se triplicaron los registros, desde algunas farmacias advierten que hay demanda de autotest y también faltantes.
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Con el aumento exponencial de casos de COVID-19, que se dio principalmente en las últimas tres semanas en las que se triplicaron los registros, desde algunas farmacias advierten que hay demanda de autotest y también faltantes.
"No hay stock", indicó Miguel, de la farmacia Rivadavia, frente al hospital Señor del Milagro, sobre las pruebas rápidas. Según señaló, la demanda comenzó desde antes de fin de año "y ahora más, después de las fiestas". El faltante también se advirtió desde la farmacia San Francisco, aunque desde allí se indicó que hay una baja demanda. "Teníamos muy poco stock porque se habían dejado de pedir, y ahora no tenemos porque están en falta en las droguerías. Más ahora, que estamos con una sola droguería, la otra se fue por el impuesto de Ingresos Brutos y quedamos en manos de un solo proveedor que es una sola cooperativa", indicó Francisco Puló, propietario de la farmacia cabecera del centro salteño.
En la mayoría de las farmacias del centro y zona sur también se advirtió faltante. En cambio, en la farmacia Calchaquí, ubicada en Leguizamón y Alvear, indicaron que si bien estuvieron en falta, como por ejemplo en la casa central de Tucumán -en la que sigue habiendo faltante-, ya les ingresaron los autotest desde Córdoba y Buenos Aires. "Es por los aumentos de casos y la gente va tomando conciencia. Además, como no se está testeando en centros de salud, se está solicitando ir hacia estos test, sobre todo a los que van a viajar o necesitan laboralmente", indicó Susana Carrasco, propietaria de la farmacia, que aseguró que esta alta demanda también se da en Jujuy, Tucumán y Chaco.
Carrasco pidió que quienes adquieran estos test "tomen conciencia" de que al comprarlos es obligación de la farmacia tomarle los datos personales al comprador para derivarlos al Ministerio de Salud "para evaluar la cantidad de casos, no porque se vaya a hacer un seguimiento al paciente. Por ahí la gente teme que desde el Ministerio se haga seguimiento, pero en realidad se hace una evaluación de la cantidad de casos", explicó.
Los autotest no tienen cobertura de las obras sociales y tienen un costo de alrededor de 2 mil pesos.
Desde la Asociación de Bioquímicos coincidieron en que aumentó la demanda por las fiestas, al tener que compartir con algún familiar de riesgo, aunque advirtieron que no es como septiembre del 2020 ni enero del 2021. "Se ven síntomas leves y mucha gente no se testea. O si está vacunada se toma días de restricciones", aseguró Silvia Dib Ashur, presidenta de la Asociación.
En este sentido, Puló también advirtió que si bien hay faltante de autotest, los demás elementos como barbijos o alcohol en gel están disponibles, aunque con poca demanda. "Tengo la sensación de que la gente le perdió el respeto al COVID, siente que es una enfermedad más, una gripe. Y si das recomendación te dice que es porque querés vender, se tergiversó, como con las vacunas", destacó.
Además del relajamiento con el COVID, Francisco Puló destacó que también se registró una baja en las vacunas antigripales.
Restricción de obras sociales
Por su parte, la bioquímica explicó que las obras sociales restringen el acceso a los PCR, y si bien la prueba de antígenos como la del test rápido "anda muy bien", el PCR es una prueba "más sensible". Dib Ashur indicó que la gente que se hace esta prueba "en general es porque quiere viajar, y en el país de ingreso le solicitan el análisis. O también para pacientes internados, que si tienen un diagnóstico negativo y continúan con síntomas, se les hace un PCR".
Al no ser una práctica nomenclada, explicaron desde la Asociación de Bioquímicos, muchas obras sociales y prepagas hicieron convenios directamente con las clínicas, con el filtro de que los pedidos deben ser solo de algunos médicos autorizados. Por su parte, la Asociación tiene convenio con cerca de 70 obras sociales, que representan casi el 50%. "Se necesita incorporarla al nomenclador reconocido por la Superintendencia de Servicios de Salud", indicó Dib Ashur, que destacó que el IPSS es "la obra social que mayor cobertura tiene hasta la fecha".
Los bioquímicos, en crisis por los altos costos
Desde la Asociación de Bioquímicos de Salta advirtieron que atraviesan una crisis por los costos, entre inflación y diferencias de pagos.
"Sufrimos una desfinanciación abrupta por el hecho de que las obras sociales no aumentan proporcionalmente a lo que sería la inflación del sector, que es más alta que la del Indec", advirtió Silvia Dib Ashur, presidenta de la Asociación. Según indicó, los aumentos en los productos varían; los descartables aumentaron más de 200% durante el año, "en alquiler, reactivos y otros insumos hemos tenido incrementos más elevados", indicó. Además, señaló que los aumentos que autoriza la Superintendencia de Servicios de Salud para las prepagas no se traslada al 100% de lo que las mismas pagan por las prácticas en laboratorios. "Si les autorizan un 10% de incremento, para nosotros de ese 10% solo irá un 90%", explicó.
Dib Ashur además destacó que a esto hay que agregarle la diferencia que se paga a los laboratorios del norte, que deja en una gran desventaja a la región. "La Unidad Bioquímica, un parámetro que tenemos para lograr los aumentos en las obras sociales, se paga más del doble en el sur del país que en el norte", advirtió. La profesional también sumó que la Unidad Bioquímica fue comida por la inflación: "Antes estaba por encima del dólar y ahora quedó por debajo".