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Tecnología nacional en cosecha

Por su desarrollo trascendió las fronteras del país.
Sabado, 10 de septiembre de 2022 20:59

Según distintas fuentes, Alfredo Rotania en 1929 patentó la primera cosechadora autopropulsada después de distintas pruebas realizadas en Sunchales, Santa Fe. Esa cosechadora estaba accionada por un motor Hércules y diferencial Chevrolet, y cosechaba por jornada hasta unas 15 hectáreas.

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Según distintas fuentes, Alfredo Rotania en 1929 patentó la primera cosechadora autopropulsada después de distintas pruebas realizadas en Sunchales, Santa Fe. Esa cosechadora estaba accionada por un motor Hércules y diferencial Chevrolet, y cosechaba por jornada hasta unas 15 hectáreas.

"Entre 1920 y 1990 existieron alrededor de 38 marcas producidas por fábricas argentinas, era otro país…", escribió José María Barrale en su libro Reinas Mecánicas, y ello señala la fuerte actitud creadora de la industria nacional de cosechadoras y sus relacionados con el desarrollo de la producción agropecuaria de la Argentina.

La voluntad y capacidad de los industriales argentinos quedó reflejada en la transformación de las cosechadoras de arrastre en automotrices como Massey Harris desde 1943 a las que también se le aumentaba la superficie de sus sacapajas y zarandas. Asimismo, la industria nacional patentó la toma de potencia con doble mando y en 1957 se generó un modelo con sus partes totalmente abulonadas, facilitando el cambio de piezas en las reparaciones en concordancia con la forma de ser fierrera del usuario argentino, quien desarma y arma sus máquinas ante una necesidad. Luego, en 1967, se desarrolló el primer modelo totalmente matrizado distinguido en otros países por su economía y confiablidad.

En los 80´ cambió la ubicación del motor colocándolo detrás de la tolva, con lo cual aumentó la carga en el eje trasero, característica que propició el montaje de cubiertas de mayores dimensiones y con tacos en el puente de rodadura posterior, al cual se le destinó una trocha igual que la delantera que mejoró el tránsito en los lotes de cosecha.

Competencia internacional

Otros cambios fueron el aumento de capacidad de la tolva, la colocación de carenados laterales y las regulaciones desde la cabina con elementos electrohidráulicos. Estos, junto a otros, generaron modelos de competencia exitosa con los equipos importados. Con esos modelos se abasteció a marcas multinacionales con productos competitivos con las industrias más avanzadas como la europea y la estadounidense.

Entre otros logros de la industria nacional de la cosechadora, se puede mencionar la aparición de modelos con el sistema de trilla con cilindro convencional con un rolo acelerador y cabezales flexibles con copiadores de terreno de siembra directa de 25 pies ancho de corte.

Asimismo, se generaron cosechadoras de arroz, con sinfines, plataforma y elementos en contacto con el cultivo, reforzados con material de aporte, para resistir el poder abrasivo del cultivo debido a la presencia de sílice vegetal. Estas mejoras se extendieron a otros modelos de máquinas más allá de los arroceros.

Las axiales

Otro avance tecnológico fueron el rotor axial y el cabezal con acarreador de lona. En anchos mayores de corte, como de 40 pies, ante materiales verdes y húmedos, se mejoró la entrada de material a la cosechadora con el sistema Draper. En estas circunstancias se evita que el sistema de trilla reciba cargas instantáneas al propiciar la entrega de material suelto y ordenado dentro de la máquina.

Cuando llega a los órganos de trilla, el material proveniente del draper, forma una masa continua que envuelve el rotor central con un manto del mismo espesor y la misma densidad, generando un proceso de desgrane suave. De tal manera que con el rotor a bajo régimen se logra el mayor desgrane, con mínima rotura, menos granza, y más fácil de procesar por el sistema de limpieza rápida y sin pérdidas.

Otro paso fue el desarrollo de los cabezales draper con estructura construida íntegramente de aluminio y flexibles por surco.

Algunos de los desarrollos en las cosechadoras axiales fueron: el cilindro alimentador con mando altamente confiable de tres correas, que propició una mejor entrada del material al rotor sin patinajes; el encauzador diseñado con la asistencia de computadora, construido en acero inoxidable para ordenar el manto de plantas para que ingrese en forma más adecuada al rotor y lograr una eficiente trilla; el rotor con mando hidrostático, que permite su reversión en caso de atoradas; y mandos eléctricos y electrohidráulicos de los sinfines de tolva y de descarga, que mejoraron la carga de las tolvas -con grandes capacidades- y la vida útil de los mecanismos de descarga de grano.

Con el equipamiento de rodados de grandes dimensiones (520 85 R 38) y duales, se logra la gran estabilidad de circulación en el lote. Otros que forman parte de las modernas cosechadoras son los motores con gestión electrónica y reserva de potencia disponible para los momentos de mayor demanda, como en la apertura del tubo de descarga.

Los motores de inyección electrónica, con 400 HP -cosechadoras clase 8- y reserva de potencia de 40 HP con consumos de gasoil que rondan los 8 litros/ha de combustible normal, no premium, hacen a la operación de menor costo de estas modernas cosechadoras desarrolladas por la industria nacional.

La tecnología digital

Recientemente se incorporó la tecnología digital con mapeo de rendimiento, piloto automático y telemetría, con lo cual el usuario de la cosechadora tiene información en tiempo real que queda grabada en una nube y se utiliza para la planificación del próximo ciclo productivo.

La cosecha es el arranque de un proceso y es puntapié inicial para planificar la siembra variable y las aplicaciones que son los datos para una nueva cosecha. Entonces, la información que genera la cosechadora es fundamental para saber el rinde del cultivo o el consumo de gasoil entre otros, como también parámetros útiles para detectar fallas que permiten anticiparnos a problemas. Al mismo tiempo, la información que genera la máquina es de crucial importancia para gestionar el ciclo siguiente.

Fuente: CAFMA

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