Para tener las emociones que Tomás Machuca sintió en la noche que se consagró campeón panamericano U23 de sóftbol con la Selección argentina tuvo que cumplir con muchos sacrificios. Como el de irse de su casa buscando los horizontes que le permitieran crecer en un deporte poco conocido para la gran masa de la sociedad de nuestro país, que también desconoce que acá se juega el mejor sóftbol del mundo.
Tomás fue parte del plantel que el pasado sábado por la noche conquistó el oro en el primer Panamericano de la categoría U23 venciendo en la final a México (10-3). Aún con los festejos repitiéndose, el salteño le contó a El Tribuno sobre este éxito y sus claves.
“Una de las claves por las que se nos dio el campeonato fue por la preparación que venimos trayendo a través de estos casi tres años de procesos, de entrenamientos. Más allá de la parte técnica y física apuntamos mucho a lo mental, porque a lo largo de los años se entendió, con los logros del equipo mayor, que el talento siempre estuvo, la parte física también, lo único que faltaba pulir era la parte mental. Se abrieron las puertas y pudimos hacer grandes cosas”, contó Machuca, aún en Venezuela, sede del torneo.
A la hora de referirse al valor que le da a la conquista dijo: “Es uno de los mejores títulos que tengo en mi carrera deportiva, tanto en forma personal como en equipo. Si bien he tenido algunos premios individuales, este simboliza mucho para mi porque lleva los frutos de grandes sacrificios que he tenido que tomar dentro de estos seis años que tengo en el sóftbol, irme de mi casa, dejar a mi familia, abocarme exclusivamente a este deporte que en ese momento era nuevo para mi. Fue muy satisfactorio obtenerlo y de la manera en la que lo hicimos”.
Sobre la manera en la que Argentina ganó el Panamericano hay que destacar la contundencia y que siempre estuvo uno o dos pasos por encima de sus rivales. “El rendimiento que tuvimos fue el fiel reflejo de lo que venimos trabajando en conjunto. Más que un equipo se ha formado una hermandad y la confianza ciega que uno tiene con el compañero en los momentos claves o difíciles nos lleva a estos resultados”, expresó el jugador formado en Los Cachorros.
Tomás y sus nuevos hermanos de la Selección abandonarán hoy Puerto Ordaz para dirigirse a Caracas y de ahí a nuestro país con el título como premio y pensando ya en el Mundial que se jugará en Paraná en octubre próximo.
inicia sesión o regístrate.
Para tener las emociones que Tomás Machuca sintió en la noche que se consagró campeón panamericano U23 de sóftbol con la Selección argentina tuvo que cumplir con muchos sacrificios. Como el de irse de su casa buscando los horizontes que le permitieran crecer en un deporte poco conocido para la gran masa de la sociedad de nuestro país, que también desconoce que acá se juega el mejor sóftbol del mundo.
Tomás fue parte del plantel que el pasado sábado por la noche conquistó el oro en el primer Panamericano de la categoría U23 venciendo en la final a México (10-3). Aún con los festejos repitiéndose, el salteño le contó a El Tribuno sobre este éxito y sus claves.
“Una de las claves por las que se nos dio el campeonato fue por la preparación que venimos trayendo a través de estos casi tres años de procesos, de entrenamientos. Más allá de la parte técnica y física apuntamos mucho a lo mental, porque a lo largo de los años se entendió, con los logros del equipo mayor, que el talento siempre estuvo, la parte física también, lo único que faltaba pulir era la parte mental. Se abrieron las puertas y pudimos hacer grandes cosas”, contó Machuca, aún en Venezuela, sede del torneo.
A la hora de referirse al valor que le da a la conquista dijo: “Es uno de los mejores títulos que tengo en mi carrera deportiva, tanto en forma personal como en equipo. Si bien he tenido algunos premios individuales, este simboliza mucho para mi porque lleva los frutos de grandes sacrificios que he tenido que tomar dentro de estos seis años que tengo en el sóftbol, irme de mi casa, dejar a mi familia, abocarme exclusivamente a este deporte que en ese momento era nuevo para mi. Fue muy satisfactorio obtenerlo y de la manera en la que lo hicimos”.
Sobre la manera en la que Argentina ganó el Panamericano hay que destacar la contundencia y que siempre estuvo uno o dos pasos por encima de sus rivales. “El rendimiento que tuvimos fue el fiel reflejo de lo que venimos trabajando en conjunto. Más que un equipo se ha formado una hermandad y la confianza ciega que uno tiene con el compañero en los momentos claves o difíciles nos lleva a estos resultados”, expresó el jugador formado en Los Cachorros.
Tomás y sus nuevos hermanos de la Selección abandonarán hoy Puerto Ordaz para dirigirse a Caracas y de ahí a nuestro país con el título como premio y pensando ya en el Mundial que se jugará en Paraná en octubre próximo.
Los desafíos que se vienen
Tomás también hizo referencia a los desafíos que se aproximan, que son varios. “Primero me voy a enfocar en el Mundial de mi categoría (U23) y luego veremos si se da el de mayores. Después se vienen torneos nacionales y prepararme para la temporada en EEUU del año que viene”, contó Machuca.