En sus cinco décadas de historia, el Tren a las Nubes trascendió las fronteras a tal punto de ser destacado por las más importantes publicaciones del mundo.
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En sus cinco décadas de historia, el Tren a las Nubes trascendió las fronteras a tal punto de ser destacado por las más importantes publicaciones del mundo.
Maravillados por los paisajes y el romanticismo del recorrido en tren desde la ciudad hasta el Viaducto de La Polvorilla, turistas de todo el planeta visitaron Salta para ser parte de esta experiencia única.
El recorrido comienza a las 6.15 en la Plazoleta Antofagasta de la Estación de Trenes de Salta capital. Desde allí se inicia el viaje que realiza una primera parada en la estación de Campo Quijano, donde los pasajeros pueden descender para tomar fotografías.
Desde allí, otra media hora de viaje hasta el Viaducto El Toro y, a las 9.25 se llega a la estación El Alfarcito, donde se comparte un desayuno campestre y recorrido a la Fundación del recordado Padre Chifri, previa parada fotográfica en la Formación Geológica Yacoraite
A las 11.40, los pasajeros llegan a uno de los puntos más importantes del recorrido: la Estación San Antonio de los Cobres, ya que en este lugar se realiza el trasbordo a la formación del tren, para hacer el resto del recorrido, que dura una hora aproximadamente.
Veinte minutos después, el tren parte hacia el Viaducto La Polvorilla, adonde llega a las 13, donde los visitantes permanecen unos 30 minutos, que pueden ser aprovechados para disfrutar del paisaje y tomar fotografías.
A las 13.30 se emprende el regreso hacia la estación de San Antonio de los Cobres, adonde llegan a las 14.45. Desde ese momento, los pasajeros tienen tiempo libre para recorrer el lugar y comer algo.
A las 16.30 empieza el retorno a la ciudad, el cual se realiza, en micro. Una hora después hay una parada técnica en Santa Rosa de Tastil para merendar y, en el lugar, los visitantes pueden optar por una visita al Museo Arqueológico.
Finalmente, a las 17.40 se parte nuevamente con destino al punto de partida en la estación de Salta Capital.
Si bien la belleza de los paisajes recorridos y la mística de la llegada en tren al Viaducto La Polvorilla se mantienen a través del paso del tiempo, el abandono de los gobiernos a lo largo de la historia obligó a ir modificando el recorrido, ya que las vías del tren se fueron deteriorando hasta que se hizo imposible sostener el recorrido original.
En 2014, y luego de una serie de descarrilamientos del Tren a las Nubes como consecuencia del pésimo estado de las vías, el gobierno de ese momento, bajo conducción de Juan Manuel Urtubey, decidió quitarle la concesión a la empresa que brindaba el servicio, pese a que las fallas eran por la falta de obras de mantenimiento de las vías férreas, cuya responsabilidad es del Gobierno nacional.
Estatizado, la situación no mejoró, sino que lejos de realizar o gestionar ante Nación las obras necesarias para que el Tren a las Nubes recupere su brillo, los gobiernos se limitaron a “parchar” el recorrido y realizar casi todo el tramo en micro, dejando solo un pequeño tramo a bordo de la tradicional formación.