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Lucha contra el tiempo: maniobras de reanimación y uso del desfibrilador

El médico Biella pide que en caso de una descompensación se llame urgente al 911.
Domingo, 20 de febrero de 2022 01:54

El desfibrilador automático externo es un dispositivo que genera un shock eléctrico que permite que el corazón reinicie su funcionamiento de bomba. Lo ideal, es que su utilización sea dentro de los primeros cuatro minutos, pero se puede utilizar hasta los diez minutos. Con esto se puede salvar la vida de una persona que tenga un episodio de muerte súbita.

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El desfibrilador automático externo es un dispositivo que genera un shock eléctrico que permite que el corazón reinicie su funcionamiento de bomba. Lo ideal, es que su utilización sea dentro de los primeros cuatro minutos, pero se puede utilizar hasta los diez minutos. Con esto se puede salvar la vida de una persona que tenga un episodio de muerte súbita.

Aunque no hay datos actualizados, en 2019 la Sociedad Argentina de Cardiología y la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), concluyó que en el país ocurren alrededor de unos 40.000 de estos fallecimientos por año.

La utilización de un desfibrilador es muy sencilla. Se necesita un mínimo entrenamiento, ya que el mismo desfibrilador, cuando uno lo prende, va explicando los pasos que hay que ir realizando.

La Sociedad de Cardiología de Salta se encarga de la capacitación del personal donde está el desfibrilador. Hoy también la Universidad Católica de Salta tiene áreas cardioprotegidas y se dan cursos sobre el uso de estos elementos.

En diálogo con El Tribuno, el médico y diputado provincial Bernardo Biella comentó que el único tratamiento que tenemos para combatir la muerte súbita son la prevención, las maniobras de reanimación básicas (RCP), más la cardio versión eléctrica precoz.

"En el año 2013 presentamos este proyecto en el Congreso de la Nación, junto con el presidente de la Cámara Julián Domínguez. Desde aquel entonces se generó en la Cámara de Diputados de la Nación, el área cardioprotegida. Un lugar de trabajo, donde existe por un lado personal entrenado para hacer la reanimación básica y además, un desfibrilador automático externo", expresó el profesional.

La utilización del desfibrilador tiene que ser inmediata: antes de los cuatro minutos, de cada diez personas que sufren un episodio de muerte súbita se pueden salvar nueve. Esos primeros 240 segundos son vitales para poder mantener con vida a una persona.

Obviamente, mientras pasan los minutos, la chances de mantener con vida a un paciente son menores. Si le damos una descarga eléctrica controlada hasta el minuto ocho, de cada diez personas se pueden salvar cuatro. Después de ese tiempo y hasta los 10 minutos, solo se puede salvar a una.

Qué es la muerte súbita

Biella describe a la muerte súbita como la "súbita e inesperada" cesación de la circulación del latido cardíaco y de la respiración, por lo que la persona cae al piso boca abajo o boca arriba. El profesional explicó que hay un dato importante para darse cuenta si está teniendo un episodio de muerte súbita. Cuando uno toma a la persona por los hombros y le pregunta ¿qué le pasa? Esa persona no puede contestar.

"En ese momento decimos que esa persona ha tenido un episodio de pérdida de la conciencia. Inmediatamente llamamos al 911 y le informamos que una persona ha perdido la conciencia. Acto seguido, acercamos nuestra oreja a la boca, los lentes o un espejo y ponemos la mano en el tórax y contamos hasta diez. Si en esos diez segundos la persona no tose, no empaña los lentes, no mueve el tórax, inferimos que está en un paro cardiorrespiratorio", destacó Biella.

Y agregó: "Al celular lo dejamos en manos libres, porque el 911 del otro lado nos va a ir dando indicaciones. Entonces hay que colocar el talón de la mano, que es lo que sigue al dedo pulgar, en la parte media del tórax de la persona que está en el piso y la otra mano encima".

A partir de ahí, tenemos que empezar a hacer una compresión de dos a tres centímetros a razón de 100/120 latidos por minuto. "Ese masaje cardíaco hace que la sangre que está en el corazón vaya al cerebro pero además al comprimir el tórax, el aire entra y sale por las vías respiratorias", afirmó.

La importancia del RCP

También es muy importante que haya gente entrenada en masajes cardíacos, en hacer la reanimación cardiopulmonar (RCP). El RCP es más importante que el desfibrilador, ya que las maniobras de reanimación cardiopulmonar son las que permiten mantener con vida a una persona hasta la llegada de la ayuda médica. 
“Si uno comienza con las maniobras de reanimación puede mantenerlas a las mismas durante 30 minutos hasta la llegada de cualquier ambulancia”, afirmó el médico Bernardo Biella. 
El profesional y ahora diputado provincial expresó que cuando retomen las sesiones en la Cámara de Diputados tiene pensado presentar un proyecto para que se enseñe primeros auxilios y RCP como taller en los últimos años de los colegios secundarios, para que todos los chicos ya salgan del colegio capacitados en reanimación cardiopulmonar, como ocurre en otros países del mundo. 
Siempre hay cursos que se dictan, pero en forma esporádica. Sería muy interesante que esto forme parte de la currícula en las escuelas primarias. 
 

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