En marzo de 2019, cuando este medio le realizó una entrevista, Fernando Ruiz (22) atravesaba el momento bisagra de decidir si iba a convertir su afición por imitar a su ídolo, Michael Jackson, en una profesión. Para ello, en primer lugar, decidió afincarse en Buenos Aires, donde continuó actuando en boliches y fiestas privadas, caracterizándose al detalle como el Rey del Pop y poniéndole el cuerpo a los movimientos singulares de Jackson que, contraviniendo la creencia de que la danza es continuidad en el espacio, demostró que se puede hacer “cortes de montaje” espasmódicos y retorcidos para acompañar la música o sus silencios.
En la ciudad donde la primera verdad que escucha un muchacho venido del interior es que “Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires”, a Fernando se le alteró el paisaje para bien, simplemente porque lo estaba contemplando desde otro punto de observación.
“Unos días antes de que se declarara la cuarentena iba asistir a un evento de La Corte del Rey del Pop, el club mundial de seguidores de Michael Jackson, al que estoy agradecido porque siempre me abre sus puertas. El evento se llama ‘Moonwalker’, que ni bien se levante esto se hará”, comentó Fernando.
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En marzo de 2019, cuando este medio le realizó una entrevista, Fernando Ruiz (22) atravesaba el momento bisagra de decidir si iba a convertir su afición por imitar a su ídolo, Michael Jackson, en una profesión. Para ello, en primer lugar, decidió afincarse en Buenos Aires, donde continuó actuando en boliches y fiestas privadas, caracterizándose al detalle como el Rey del Pop y poniéndole el cuerpo a los movimientos singulares de Jackson que, contraviniendo la creencia de que la danza es continuidad en el espacio, demostró que se puede hacer “cortes de montaje” espasmódicos y retorcidos para acompañar la música o sus silencios.
En la ciudad donde la primera verdad que escucha un muchacho venido del interior es que “Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires”, a Fernando se le alteró el paisaje para bien, simplemente porque lo estaba contemplando desde otro punto de observación.
“Unos días antes de que se declarara la cuarentena iba asistir a un evento de La Corte del Rey del Pop, el club mundial de seguidores de Michael Jackson, al que estoy agradecido porque siempre me abre sus puertas. El evento se llama ‘Moonwalker’, que ni bien se levante esto se hará”, comentó Fernando.
El salteño posa frente al obelisco.
También tenía agendados shows en Vicente López, Olivos y Tigre, igualmente suspendidos por las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio tendientes a evitar los contagios de coronavirus entre la población.
“Estábamos trabajando duro con mis bailarines para esos shows e iba a actuar en un espectáculo de bandas en el Teatro Gran Rex”, relató Fernando, que aún recuerda su emoción al ver impreso su nombre en las carteleras. A pesar de haberse vuelto a Salta hasta que se aclarara el panorama, él ya sacó pasaje para retornar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires los primeros días de noviembre. “Quiero volver con todo, como siempre lo hago, con las ganas y el amor que siento hacia MJ y a la gente que me sigue. Sé que todo (por la situación sanitaria) estará bien y se harán aún muchos eventos este año. Estoy seguro de ello”, conjeturó.
Fernando luce un aspecto más estilizado y sus facciones resultan cada vez más análogas a las del astro que imita. El salteño señaló que había empezado a emular a Jackson en 2016, aunque sin maquillarse como el fallecido artista.
Al lado de la mansión donde Michael Jackson se hospedó en gira por Buenos Aires en 1993.
“Después vi que había otros imitadores y me dije que debía maquillarme también y empecé a hacerlo, pero mal porque no sabía nada sobre maquillaje. Luego tomé un curso de make up y me fui perfeccionando”, acotó. Sin embargo, sus pobladas y rebeldes cejas naturales ponían a prueba su pericia con los pinceles y delineadores, por lo que decidió darles un acabado definitivo sometiéndose a una sesión de microblanding. Asimismo, pasó por una rinomodelación con hilos, lo que le permitió prescindir de las tiras adhesivas con que se afinaba la nariz en su transformación. “Ahora mi nariz se ve un poco mejor y tenía previsto operarme durante este año, pero tampoco lo pude hacer por la pandemia”, detalló. Agregó que ganó más verosimilitud cuando cambió su peluca sintética por una de cabello natural.
Fernando aprovechó la combinación de factores pandémicos para grabar un video en Salta, bajo el protocolo que se aprobó para este tipo de producciones. Se entusiasmó al hablar de este producto porque quedó muy conforme con el trabajo realizado por un camarógrafo de la TV Pública, que circunstancialmente se encuentra en nuestra ciudad. Bailó e hizo fonomímica con precisión del tema “JAM”, del álbum “Dangerous” (1991), en un boliche cerrado del corredor Balcarce. “Me sentí bien haciéndolo, porque era un video no un show. Quizá si hubiese sido un show me habría puesto triste, porque no podía haber público allí. Estuvimos cinco horas grabando y con el equipo nos divertimos charlando mientras me tomaba un descanso de la actuación. El video tiene siete tomas y se grabó varias veces”, expresó. Este material puede verse por el canal de YouTube de Fernando Ruiz o en su cuenta de Instagram. Dijo que su intención es que la gente “lo disfrute porque está hecho con mucho amor al Rey del Pop”.
El imitador en un video realizado en Salta.
Al dedicarse a esto, Fernando camina entre dos filas irreconciliables. En una se encuentran alineados los detractores de su ídolo o quienes ven vana su afición y en la otra formados los que confían en su carrera de imitador como sus familiares y amigos, y por qué no el público que lo sigue. Por ello el joven agradece el viento en las alas que le insuflan estos últimos. “Quiero dar las gracias a un colega de Chile llamado Germán Muñoz, que me ha ayudado mucho a mejorar el maquillaje, y también a mi madre, que me acompaña siempre. Para mí eso es lo más importante: que mi madre esté, que me apoye y que ame lo que estoy haciendo. Creo que todos los que tienen un sueño deben ser apoyados por sus padres y no tener vergüenza de hacer lo que les gusta, ya sea bailar o sea cantar. Hay que animarse a subir al escenario para ‘prenderle fuego’”, concluyó y basta ver su nuevo material para constatar el gran cambio que esa pasión e inspiración que dice que le despierta Michael Jackson operó en su vida.