Como todos los fines de semana, personal de la Policía de la Provincia puso fin al accionar de personas que organizan fiestas clandestinas. Se trata de una actividad ilegal que se realiza, en mayoría de los casos con la presencia de menores, con el agravante de que el alcohol corre a granel y en algunos casos también las drogas.
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Como todos los fines de semana, personal de la Policía de la Provincia puso fin al accionar de personas que organizan fiestas clandestinas. Se trata de una actividad ilegal que se realiza, en mayoría de los casos con la presencia de menores, con el agravante de que el alcohol corre a granel y en algunos casos también las drogas.
Ayer a la madrugada efectivos policiales de la localidad de El Quebrachal descubrieron un evento de magnitud en una vivienda particular. La reunión bailable fue detectada por una dotación de la División Infantería durante un patrullaje por el barrio San Alfonso. Los policías pudieron determinar que en una propiedad ubicada en la calle Apolinario Saravia había alrededor de 200 personas, entre ellas varios menores. Además, constataron que para el ingreso se cobraba entrada a un valor de 50 pesos.
Era pasada las dos cuando los concurrentes danzaban alegremente en la improvisada pista. De pronto el ritmo de la cumbia se detuvo abruptamente ante la presencia de los uniformados. Algunos trataron de escabullirse, pero no lo pudieron lograr porque los uniformados cerraron todas las salidas. Al solicitarle la habilitación para desarrollar esta actividad, el organizador de la "movida" manifestó que no contaba con ningún permiso. Acto seguido los policías procedieron a la requisa del salón habilitado para la ocasión y comprobaron que había gran cantidad de bebidas alcohólicas. A partir de las directivas del Juzgado de Garantías de Joaquín V. González se procedió al secuestro de botellas de fernet, cerveza, ginebra, whisky, vino en cajitas y bebidas gaseosas. La policía también dio intervención al Juzgado de Menores, a raíz de la presencia de adolescentes de ambos sexo, de entre 14 y 17 años. Por disposición de la magistrada y la asesora de Menores e Incapaces, todos fueron conducidos a la dependencia policial en carácter de resguardo, donde los entregaron a los padres. Las fuentes consultadas señalaron que varios de los menores se encontraban en estado de ebriedad.