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Salteños, de regreso con la medalla dorada

La Selección de fútbol con parálisis cerebral festejó con Pablo Molina y Carlos Carrizo.
Miércoles, 13 de junio de 2018 21:43

Mientras la Selección argentina se preparaba en Barcelona de cara al Mundial de Rusia, en la otra punta de esa ciudad, otro combinado nacional de fútbol 7 (con parálisis cerebral), se consagraba campeón de un torneo internacional. Pablo Molina y Carlos Carrizo, dos salteños, lograron festejar con la camiseta albiceleste.
Apenas unas horas después de regresar de Europa, los ganadores de la competencia visitaron la planta editorial de El Tribuno para comentar sus vivencias y si bien se lamentaron que no pudieron ver a sus ídolos, el viaje valió la pena porque se quedaron con el campeonato internacional en forma invicta.
Sus historias son bastante particulares. Molina llegó a la Selección después de haber sido visto por un exayudante mientras jugaba un “picadito” en villa 20 de Febrero. Carrizo, en cambio, tuvo su momento de gloria en los Juegos Evita de 2015, donde lo ficharon.
“Fuimos con la expectativa de ir a ganar y dejar todo en cada juego. Hace poco llegó un nuevo entrenador, Marcelo Sánchez, y eso te da un incentivo”, dijo Carrizo, quien es de la localidad de Hipólito Yrigoyen.
“íbamos 14, todos a prueba, según nos comentó el DT, así que cada uno puso lo mejor de sí”, agregó Molina, de la capital salteña. 
Argentina tuvo una estadía previa en Holanda, donde jugó ante el seleccionado local en dos oportunidades. Le ganó 1 a 0 y 2 a 0.
Luego, ya en Barcelona, venció a Dinamarca (11 a 1), a Escocia (6-1), a un combinado inglés (3-0) y en la final a Estados Unidos (5-0), donde lograron la presea dorada.
“Ahora nos preparamos para ir a jugar un torneo a Natal, en Brasil, y el año que viene disputar los Juegos Parapanamericanos en Lima y el Mundial de España”, comentaron.
Molina agradeció el apoyo constante de su familia y también al entrenador Alejandro Alesso.
Carrizo, por su parte, dio las gracias a su familia, “a la iglesia que ora por mí y también a Independiente de Hipólito Yrigoyen”. 
“Quiero decirles a los jóvenes que no dejen de tener fe, ni de pensar en Dios, porque es la herramienta necesaria para salir de lo malo que nos pueda pasar”, cerró el joven de la localidad norteña.

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Mientras la Selección argentina se preparaba en Barcelona de cara al Mundial de Rusia, en la otra punta de esa ciudad, otro combinado nacional de fútbol 7 (con parálisis cerebral), se consagraba campeón de un torneo internacional. Pablo Molina y Carlos Carrizo, dos salteños, lograron festejar con la camiseta albiceleste.
Apenas unas horas después de regresar de Europa, los ganadores de la competencia visitaron la planta editorial de El Tribuno para comentar sus vivencias y si bien se lamentaron que no pudieron ver a sus ídolos, el viaje valió la pena porque se quedaron con el campeonato internacional en forma invicta.
Sus historias son bastante particulares. Molina llegó a la Selección después de haber sido visto por un exayudante mientras jugaba un “picadito” en villa 20 de Febrero. Carrizo, en cambio, tuvo su momento de gloria en los Juegos Evita de 2015, donde lo ficharon.
“Fuimos con la expectativa de ir a ganar y dejar todo en cada juego. Hace poco llegó un nuevo entrenador, Marcelo Sánchez, y eso te da un incentivo”, dijo Carrizo, quien es de la localidad de Hipólito Yrigoyen.
“íbamos 14, todos a prueba, según nos comentó el DT, así que cada uno puso lo mejor de sí”, agregó Molina, de la capital salteña. 
Argentina tuvo una estadía previa en Holanda, donde jugó ante el seleccionado local en dos oportunidades. Le ganó 1 a 0 y 2 a 0.
Luego, ya en Barcelona, venció a Dinamarca (11 a 1), a Escocia (6-1), a un combinado inglés (3-0) y en la final a Estados Unidos (5-0), donde lograron la presea dorada.
“Ahora nos preparamos para ir a jugar un torneo a Natal, en Brasil, y el año que viene disputar los Juegos Parapanamericanos en Lima y el Mundial de España”, comentaron.
Molina agradeció el apoyo constante de su familia y también al entrenador Alejandro Alesso.
Carrizo, por su parte, dio las gracias a su familia, “a la iglesia que ora por mí y también a Independiente de Hipólito Yrigoyen”. 
“Quiero decirles a los jóvenes que no dejen de tener fe, ni de pensar en Dios, porque es la herramienta necesaria para salir de lo malo que nos pueda pasar”, cerró el joven de la localidad norteña.

Sin Juegos Paralímpicos

Los salteños Pablo Molina y Carlos Carrizo contaron a El Tribuno que después de haber participado en Río 2016, el fútbol 7 con parálisis cerebral dejó de tener participación en los Juegos Paralímpicos, debido a su competitividad.
“No se nota la diferencia respecto del fútbol convencional y eso lo hicieron saber. Por ejemplo, hace poco la Selección de Brasil jugó un amistoso con la reserva de San Lorenzo y le ganó”, dijeron.

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