La carátula inicial es "abuso sexual con penetración agravado por el vínculo", delito que exige una pena que va desde los 5 a los 15 años de prisión.
Esa noche, ella estaba en su casa del barrio villa Gemes de Tartagal, serían cerca de las 20.30 cuando decidió tomar un baño. La joven sintió que alguien había ingresado a la casa, se trataba del suegro, una persona mayor de 62 años. La joven salió del baño para meterse en su habitación, mientras el suegro comenzó a preguntarle cosas y se dirigió hacia donde estaba ella. Allí, el hombre comenzó un juego de seducción, según dio a entender la víctima en su denuncia.
Ante la insistencia de D.Ch. en pos de mantener relaciones sexuales con su nuera, la víctima se negó en más de una oportunidad. El hombre decidió ir más lejos y terminó por penetrar a la joven. Ante la desagradable situación, la víctima decidió llamar a su marido, el hijo del supuesto violador, quien en ese momento estaba trabajando en el Ejército. No quiso relatar lo sucedido por teléfono y decidió colgar el teléfono para ir a ver a su madre.
Al cabo de algunas horas, junto a su madre, radicaron la denuncia. Luego de casi un mes -primeros días de enero- sin tener novedades y ante la libertad que gozaba el supuesto abusador, las mujeres deciden acercarse nuevamente a la Fiscalía Penal para saber cómo estaba la situación procesal. En esa segunda oportunidad, la víctima se sorprende con que tras un aparente yerro administrativo del fiscal en turno, la causa quedó sin efecto y el presunto violador, en libertad.
Puntos de vista
En pleno período de feria en la Justicia local, la causa llegó a manos del fiscal Armando Cazón, quien al enterarse decidió llamar a la víctima para ampliar la denuncia. La mujer volvió a la Fiscalía pero esta vez acompañada por su marido, hijo del hombre que la habría violado. Una situación extremadamente fuerte, con una alta carga moral en el medio. Al tomar conocimiento de la situación, Cazón pidió la detención del sospechoso. Frente al pedido del fiscal, la doctora Vázquez, a cargo del Juzgado de Garantías en feria, hizo lugar a lo solicitado y se detuvo a D. Ch. (se emplean las iniciales del presunto abusador para resguardar la identidad de la víctima y su entorno familiar), quien se abstuvo de declarar.
"Creo que se trata de una cuestión con consecuencias nefastas desde el punto de vista familiar. Uno tiene que continuar investigando porque es nuestra obligación, sea quien sea la persona que denuncia. Esta, en particular, es una situación muy fuerte desde el punto de vista moral y legal; sin embargo, hay que investigar y resolver acorde a derecho", sostuvo Cazón, quien actuó como fiscal en feria.
La carátula del caso es "abuso sexual con penetración agravado por el vínculo" tiene una pena que va desde los 5 a los 15 años de prisión.
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La carátula inicial es "abuso sexual con penetración agravado por el vínculo", delito que exige una pena que va desde los 5 a los 15 años de prisión.
Esa noche, ella estaba en su casa del barrio villa Gemes de Tartagal, serían cerca de las 20.30 cuando decidió tomar un baño. La joven sintió que alguien había ingresado a la casa, se trataba del suegro, una persona mayor de 62 años. La joven salió del baño para meterse en su habitación, mientras el suegro comenzó a preguntarle cosas y se dirigió hacia donde estaba ella. Allí, el hombre comenzó un juego de seducción, según dio a entender la víctima en su denuncia.
Ante la insistencia de D.Ch. en pos de mantener relaciones sexuales con su nuera, la víctima se negó en más de una oportunidad. El hombre decidió ir más lejos y terminó por penetrar a la joven. Ante la desagradable situación, la víctima decidió llamar a su marido, el hijo del supuesto violador, quien en ese momento estaba trabajando en el Ejército. No quiso relatar lo sucedido por teléfono y decidió colgar el teléfono para ir a ver a su madre.
Al cabo de algunas horas, junto a su madre, radicaron la denuncia. Luego de casi un mes -primeros días de enero- sin tener novedades y ante la libertad que gozaba el supuesto abusador, las mujeres deciden acercarse nuevamente a la Fiscalía Penal para saber cómo estaba la situación procesal. En esa segunda oportunidad, la víctima se sorprende con que tras un aparente yerro administrativo del fiscal en turno, la causa quedó sin efecto y el presunto violador, en libertad.
Puntos de vista
En pleno período de feria en la Justicia local, la causa llegó a manos del fiscal Armando Cazón, quien al enterarse decidió llamar a la víctima para ampliar la denuncia. La mujer volvió a la Fiscalía pero esta vez acompañada por su marido, hijo del hombre que la habría violado. Una situación extremadamente fuerte, con una alta carga moral en el medio. Al tomar conocimiento de la situación, Cazón pidió la detención del sospechoso. Frente al pedido del fiscal, la doctora Vázquez, a cargo del Juzgado de Garantías en feria, hizo lugar a lo solicitado y se detuvo a D. Ch. (se emplean las iniciales del presunto abusador para resguardar la identidad de la víctima y su entorno familiar), quien se abstuvo de declarar.
"Creo que se trata de una cuestión con consecuencias nefastas desde el punto de vista familiar. Uno tiene que continuar investigando porque es nuestra obligación, sea quien sea la persona que denuncia. Esta, en particular, es una situación muy fuerte desde el punto de vista moral y legal; sin embargo, hay que investigar y resolver acorde a derecho", sostuvo Cazón, quien actuó como fiscal en feria.
La carátula del caso es "abuso sexual con penetración agravado por el vínculo" tiene una pena que va desde los 5 a los 15 años de prisión.