La esperanza es lo último que se pierde, dice una frase muy conocida. Hoy será la que mantenga desde las 9.30 (hora de nuestro país) a muchos argentinos expectantes con el partido en dobles que disputarán los argentinos Carlos Berlocq y Horacio Zeballos frente a los checos Tomas Berdych y Radek Stepanek.
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La esperanza es lo último que se pierde, dice una frase muy conocida. Hoy será la que mantenga desde las 9.30 (hora de nuestro país) a muchos argentinos expectantes con el partido en dobles que disputarán los argentinos Carlos Berlocq y Horacio Zeballos frente a los checos Tomas Berdych y Radek Stepanek.
Un encuentro que representa el tercer punto en juego de la serie y en el que los dirigidos por Martín Jaite tendrán la difícil labor de revertir un 0-2 en contra que los ubica sólo a un punto de la eliminación.
Sin Juan Martín del Potro y David Nalbandian, el equipo albiceleste enfrentará hoy su más duro desafío.
Zeballos y Berlocq buscarán sorprender a sus rivales y estirar la definición hasta mañana aunque el sueño del equipo argentino en Praga y con el campeón defensor tomó forma de utopía.
Será el debut de ambos como pareja en Copa Davis y su rendimiento juntos es toda una incógnita según admitió Jaite, pese a que han participado en tres torneos de ATP.
Pero la mayor dificultad es que enfrente estará una dupla con muchos pergaminos, ya que Berdych y Stepanek jugaron 13 partidos juntos y apenas perdieron uno.
El marplatense y el oriundo de Chascomús jugaron por primera vez juntos en el ATP de Buenos Aires 2008, donde fueron eliminados en primera ronda, y luego dos veces este año: en Umag, Croacia (perdieron en semifinales por no presentarse) y luego en Kitzbuhel (eliminados en primera ronda). Sin embargo, y pese a la dificultad, Zeballos todavía sueña y asegura: “Son muy completos y tienen un gran historial, pero para nosotros es un gran desafío, me encanta tratar de bajar parejas que son mejores”.
Lo concreto es que todos en el equipo aseguran que confían en las chances argentinas, aunque por lo bajo reconocen que sólo un milagro permitiría cambiar la historia de la serie.
Un arranque que no ayudó
La lógica terminó diezmando ayer el arranque de la serie de semifinal de Copa Davis entre Argentina y República Checa. El equipo albiceleste estuvo lejos de dar la sorpresa en Praga y quedó rápido en desventaja por 2-0 ante el actual campeón, tras las derrotas que sufrieron Juan Mónaco frente a Radek Stepanek y Leo Mayer con Tomas Berdych.
Mónaco, 30 en el ranking mundial, perdió un partido que no estaba en los cálculos previos frente al veterano Stepanek por 7-6 (7-3), 6-3 y 6-2 al cabo de dos horas y 33 minutos, en un estadio O2 Arena, que estuvo ocupado por unas 10 mil personas, entre ellos unos 150 argentinos.
Con la derrota del tandilense la serie ingresó en el terreno del milagro deportivo para el equipo que conduce Martín Jaite, algo que se confirmó a continuación con la lógica caída del correntino Mayer ante el “top ten” Berdych (5§) por 6-4, 4-6, 6-3 y 6-4 luego de tres horas y cinco minutos de juego.
El correntino jugó un partido impecable y dejó una muy buena impresión, tal como le había sucedido hace dos semanas cuando también le quitó un set al escocés Andy Murray antes de caer eliminado en la segunda ronda del US Open.
Argentina deberá ganar sí o sí hoy el dobles para mantenerse con chances, aunque la derrota de Mónaco (punto al que apuntaba ayer el equipo argentino) ayer sacó de raíz los pocos argumentos que hacían creer que una hazaña deportiva era posible.
Mónaco, triste pero tranquilo
“Estoy muy triste porque perdí y es una semifinal, pero al final voy a estar tranquilo porque hice lo mejor que pude”, dijo Juan Mónaco al finalizar el encuentro con Radek Stepanek. “Si bien este tipo de superficies tan rápidas no son sencillas para nosotros, confío en mis compañeros y espero que lleguemos al domingo (por mañana) con chances”, concluyó el tandilense en una jornada negativa ya que perdió acaso el único punto que en teoría podía ganar el equipo argentino.