Con ingenio y utilizando materiales de la región, nobles y perdurables, esta semana quedó terminado el puente de tránsito liviano que empezó a construirse en mayo de este año. El viaducto es de madera maciza de la zona y tiene 30 metros de longitud y 3 de ancho.
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Con ingenio y utilizando materiales de la región, nobles y perdurables, esta semana quedó terminado el puente de tránsito liviano que empezó a construirse en mayo de este año. El viaducto es de madera maciza de la zona y tiene 30 metros de longitud y 3 de ancho.
Se trata de una importante obra que quizás no resalta como obra de ingeniería, pero permitirá que los pobladores de los parajes apartados del departamento Rivadavia -como El Cocal, San Felipe, La Media Luna- puedan transitar la zona, que en época de lluvias y de desbordes del Bermejo se vuelve infranqueable. Sin duda, se trata de un trabajo que resultaba impostergable.
La construcción obedeció al pedido que realizó el cura párroco de la iglesia del Señor y Virgen del Milagro, Jorge Tomé, a las autoridades de Vialidad de la Provincia.
El sacerdote, de la diócesis de Jorge Bergoglio, relató que en ocasiones los docentes de las escuelas de los parajes apartados y que llevan mercaderías para los albergues deben cruzar el río con el agua hasta la cintura. Una situación incómoda y peligrosa, sobre todo en la época estival.
“Este puente es un milagro de la virgen de Luján” dijo el religioso, quien aseguró que en sus plegarias pedía todos los días para que esta obra se realice.
El padre Jorge oficiará una misa en el puente, de la que participarán todas las comunidades del lugar, para agradecer a la virgen la bendición que significa para la zona esta esperada obra.
Por otra parte, destacó la elección del tramo entre Rivadavia y La Unión como la primera etapa de la pavimentación de la ruta provincial N§ 13, ya que considera que es la zona donde más urgente se necesita dicha obra.