A pesar de haber ganador el clásico frente a Central Norte, en el plantel antoniano no todo es color de rosas, porque la lesión que sufrió Rubén Molina en su tobillo izquierdo en aquel partido generó preocupación.
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A pesar de haber ganador el clásico frente a Central Norte, en el plantel antoniano no todo es color de rosas, porque la lesión que sufrió Rubén Molina en su tobillo izquierdo en aquel partido generó preocupación.
El volante cordobés fue sometido ayer a un estudio a través de una resonancia magnética para conocer a ciencia cierta el grado de su dolencia, que en un primer momento, el doctor Luis de la Vega diagnosticó como un esguince grave de tobillo.
“Hay que esperar que la zona afectada se desinflame. El dolor, desde el mismo momento que se produjo, lo controlamos con inyectables y analgésicos. Una vez que tengamos los resultados de los estudios seguiremos los pasos que corresponden”, explicó el facultativo a El Tribuno.
A su vez, el DT Mauro Laspada, por su experiencia directa como ex-jugador de fútbol, opinó al respecto de la lesión del Negro. “Si pudo pisar no creo que sea un problema complicado. Ojalá que pueda volver a jugar pronto. Presiento que puede ser una fuerte torcedura. Y es lo que todos deseamos, ya que el jugador forma parte de un buen grupo que se armó para jugar el próximo torneo”.
No obstante, tanto Laspada como los directivos del santo no adelantaron nada en relación al arribo de otro refuerzo, en caso que Molina llegue a presentar una complicación, pero aún no lo descartan.
En otro orden, bajando el nivel de las dolencias que dejó el amistoso del domingo pasado, el arquero Ezequiel Viola presentó una sobrecarga en los aductores y Rodrigo Sánchez terminó con una fatiga muscular.