Antonio Caló, titular de la CGT Alsina y de la Unión Obrera Metalúrgica, enfrenta una denuncia en la Justicia por un presunto fraude, pagos irregulares, evasión tributaria y administración fraudulenta por una cifra cercana a los 900 millones de pesos.
El caso comenzó a trascender luego de que hace 2 años el exabogado de la UOM Pantaleón Córdoba intenó cruzar a Uruguay en su auto BMW con un bolso que contenía 800 mil dólares.
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Antonio Caló, titular de la CGT Alsina y de la Unión Obrera Metalúrgica, enfrenta una denuncia en la Justicia por un presunto fraude, pagos irregulares, evasión tributaria y administración fraudulenta por una cifra cercana a los 900 millones de pesos.
El caso comenzó a trascender luego de que hace 2 años el exabogado de la UOM Pantaleón Córdoba intenó cruzar a Uruguay en su auto BMW con un bolso que contenía 800 mil dólares.
A partir de ahí el exempleado sindical intentó justificar parte del dinero, y luego denunció el origen irregular de esos fondos que presuntamente todos los meses le entregaba el sindicato. “El Instituto remitía mensualmente en prolijos sobres marrones el 20 por ciento de la recaudación para el pago de las remuneraciones”, decía una parte de su denuncia, una cifra que estima en la presentación, llegaría a 900 millones de pesos en 5 años.
Córdoba, entonces, querelló al jefe del gremio, Antonio Caló, por ser supuestamente responsable de evasión tributaria, al igual que Julio Vicente Raele, una de las personas de mayor confianza en su momento de Lorenzo Miguel en el sindicato metalúrgico, y actual presidente del Instituto de Seguros SA.
De acuerdo a lo que se dice, Córdoba está procesado en segunda instancia por encubrimiento y lavado de activos de origen delictivo.
A fines de 2012, la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico revocó su sobreseimiento y consideró que “el dinero transportado por él provenía de una defraudación cometida por los administradores de los fondos recaudados para el pago del seguro de vida y sepelio de los trabajadores metalúrgicos”.