Las paritarias del gremio dirigido por Antonio Caló serán una de las más importantes y son seguidas de cerca por el Gobierno nacional, ya que busca que el aumento acordado sirva cono número testigo para el resto de los sindicatos, como en años anteriores ocurría con el acuerdo de los Camioneros de Hugo Moyano.
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Las paritarias del gremio dirigido por Antonio Caló serán una de las más importantes y son seguidas de cerca por el Gobierno nacional, ya que busca que el aumento acordado sirva cono número testigo para el resto de los sindicatos, como en años anteriores ocurría con el acuerdo de los Camioneros de Hugo Moyano.
De la reunión del miércoles, trascendió que la UOM pidió una recomposición salarial del 35 por ciento de aumento, además de otros dos puntos porcentuales para la obra social del gremio.
En números reales, la suba representa pasar de un básico de 4100 pesos a 5500 pesos en un lapso de doce meses.
El planteo estuvo muy por encima de las expectativas dado que en los últimos días desde el propio gremio se habían encargado de avisar que reclamarían “un piso del 25 por ciento” en un año o “un 30 por ciento en 15 meses”.
El pedido, además, marca una enorme distancia de las pretensiones de la Casa Rosada, que aspiraba a un techo del 20% en 2013 o incrementos mayores pero a plazos extendidos, como el conseguido por el sindicato Luz y Fuerza, que comanda Oscar Lescano, que cerró un aumento del 30% en 18 meses.
Sobre esto se comenzó a conversar en la reunión que se desarrolló en la sede porteña del gremio metalúrgico, adonde no asistió Caló, líder de la CGT oficialisa.
En representación del sindicato recibieron a los empresarios el dirigente Juan Belén y otros dos hombres de distintas regionales de la UOM. Por las cámaras, asistieron representantes de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), de las cámaras del aluminio (CAIAMA) y de las pequeñas y medianas empresas (CAMIMA).