Pese a que en algunos pasajes del juego estuvo cerca en el marcador, el Dream Team estuvo intratable con los tiros de media distancia y desde ahí construyó una diferencia que hacia el tercer cuarto se hizo indescontable.
Como hace cuatro años en Beijing 2008, los conducidos por Julio Lamas lucharán por el bronce ante Rusia, para darle cierre a la historia de la Generación Dorada de la mejor manera.
Como en Atenas 2004 (oro) o en Beijing 2008 (bronce), el conjunto albiceleste se metió entre los cuatro mejores, apelando a los argumentos de siempre: óptimo funcionamiento colectivo, solidaridad grupal y jugadores de elite dispuestos a sacrificar sus egos personales en pos de un beneficio común.
Por eso, quizás, este equipo argentino goza del respaldo y apoyo inquebrantable de cualquier aficionado medio al deporte. Y se disimulan las carencias o deficiencias que puedan existir, a partir de un enorme corazón que aparece en los momentos cruciales.
Durante la etapa de clasificación, Argentina diseñó una estrategia para el aplauso durante los primeros 20 minutos del choque ante los Estados Unidos.
Con paciencia, el equipo mostró eficacia en el tiro exterior y se fue al descanso apenas un punto por debajo (59-60). Luego, la demoledora tarea de Kevin Durant (8 triples sobre 10 intentos) disparó la diferencia final a 29 tantos (126-97).
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Pese a que en algunos pasajes del juego estuvo cerca en el marcador, el Dream Team estuvo intratable con los tiros de media distancia y desde ahí construyó una diferencia que hacia el tercer cuarto se hizo indescontable.
Como hace cuatro años en Beijing 2008, los conducidos por Julio Lamas lucharán por el bronce ante Rusia, para darle cierre a la historia de la Generación Dorada de la mejor manera.
Como en Atenas 2004 (oro) o en Beijing 2008 (bronce), el conjunto albiceleste se metió entre los cuatro mejores, apelando a los argumentos de siempre: óptimo funcionamiento colectivo, solidaridad grupal y jugadores de elite dispuestos a sacrificar sus egos personales en pos de un beneficio común.
Por eso, quizás, este equipo argentino goza del respaldo y apoyo inquebrantable de cualquier aficionado medio al deporte. Y se disimulan las carencias o deficiencias que puedan existir, a partir de un enorme corazón que aparece en los momentos cruciales.
Durante la etapa de clasificación, Argentina diseñó una estrategia para el aplauso durante los primeros 20 minutos del choque ante los Estados Unidos.
Con paciencia, el equipo mostró eficacia en el tiro exterior y se fue al descanso apenas un punto por debajo (59-60). Luego, la demoledora tarea de Kevin Durant (8 triples sobre 10 intentos) disparó la diferencia final a 29 tantos (126-97).
Dos triunfos
Además, Argentina goza con un handicap. Es cierto, contra otros protagonistas, la Generación Dorada es uno de los pocos equipos que batió a los “monstruos” de la NBA en competencias internacionales. El único que lo hizo dos veces.
En el Mundial Indianápolis 2002 (a punto de cumplirse 10 años), Argentina sorprendió al mundo y quitó un invicto de 58 partidos, tras derrotar a los Estados Unidos, en su casa, por 87 a 80.
Y dos años más tarde, en Atenas 2004, el equipo de Rubén Magnano le ganó en una semifinal al Dream Team de Larry Brown, por 89 a 81, para meterse en la definición de un torneo que luego lo coronaría campeón.
Este elenco norteamericano exhibe figuras de otro calibre, muy parecido, quizás, al que integraban glorias como Michael Jordan, Larry Bird, Earvin “Magic” Johnson, Scottie Pippen o Charles Barkley en Barcelona 1992.
Hoy están en el conjunto estadounidense los tres mejores jugadores NBA: el citado Durant, Kobe Bryant y LeBron James. El orden es indistinto.
Promesa de equipo: “rapada masiva”
Después del triunfazo sobre Brasil, el plantel se juntó en una habitación de la Villa y Nocioni reveló la promesa de cara a la semi: “Si se consigue el podio vamos con pelada masiva”. Pero el capitán Scola quiere cuidar su melena...
Costaba bajar la adrenalina después de tanta emoción. Los jugadores regresaron tarde del estadio de North Greenwich, cenaron en el comedor de la Villa Olímpica y celebraron la victoria sobre Brasil, con las pocas energías que quedaban. Ya de madrugada en Londres, en una habitación iniciaron la ronda de mates y devoraron algunas galletitas de chocolate, ritual exclusivo para los 12 jugadores. Un poco de relax antes de enfocarse en la semi de hoy contra Estados Unidos.
“¿Qué hacemos si ganamos otra medalla?”, tiró un integrante del plantel en medio de la charla y la pregunta prendió enseguida en el resto. Luego de analizar varias propuestas, al final llegaron a un acuerdo y cerraron el pacto olímpico, anticipado por Carlos Delfino vía Twitter: “Discutiendo la promesa a cumplir en caso de medalla. Ojo a las melenas”.
Chapu Nocioni lo hizo oficial unos minutos más tarde también a través de la red social: “¡Promesa de equipo! Si se consigue el podio vamos con pelada de cabeza masiva. Incluido Luis Alberto Scola”. Ahí surgieron los problemas, el capitán se rebeló y contestó enseguida: “De ninguna manera”. Luifa y Leiva, los únicos con pelo largo, van a ser los que más pierdan. Mucho pelo no le queda a Manu Ginóbili... Pero todo sea por una medalla.
Grupo unido
La Generación Dorada siempre muestra su unidad. Después del triunfo ante Brasil y a su regreso a la Villa Olímpica los jugadores se reunieron en una habitación para hablar sobre el partido y, sobre todo, para olvidarse un poco de la competencia tratando otros temas. No faltó ninguno. Desde Ginóbili hasta Campazzo estuvieron todos durante la madrugada.
“Estados Unidos no te permite cinco minutos malos”
El técnico del seleccionado argentino de básquetbol, Julio Lamas, reconoció ayer que su par de Estados Unidos, rival de hoy en una de las semifinales de los Juegos Olímpicos Londres 2012, no permite “cinco minutos malos” del elenco que enfrenta.
“Estados Unidos es un rival que no te permite cinco minutos malos. Son capaces de hacerte 20 puntos en un rato si te equivocás”, advirtió Lamas, respecto de la dificultad que conlleva el encuentro semifinal de hoy, pautado para las 17 de Argentina, en el North Greenwich Arena.
Durante la etapa clasificatoria, el equipo albiceleste diseñó una muy buena primera parte ante el Dream Team de la NBA, con el que perdía por 60 a 59, en los primeros 20 minutos. Luego la derrota se consumó con márgenes más amplios (126-97).
“Para ganarle a un equipo como los Estados Unidos tenés que estar concentrado, no sé, treinta y siete, treinta y ocho o tal vez los cuarenta minutos. Hay que tratar de cometer la menor cantidad de errores posibles para limitar su enorme potencial”, analizó el técnico argentino.
Lamas descartó que sea “imposible” ganarle al actual defensor del título en Beijing 2008, aunque resaltó que “debemos tener una posibilidad en cien, pero una aunque sea hay”, deslizó.
“El equipo llega al partido sin deudas. Consiguió todo lo que se propuso. No hay objetivos incumplidos”‘, elogió el entrenador. Desde hace diez años, aproximadamente, los distintos seleccionados albicelestes de básquetbol exhibieron un funcionamiento colectivo de tal magnitud que le permitió, por ejemplo, alzarse con la medalla de oro en Atenas 2004, la de bronce en Beijing 2008, el cuarto puesto en el Mundial Japón 2006 y el quinto lugar en la Copa del Mundo Turquía 2010.
“Los jugadores han hecho las cosas tan bien y demostraron tantos deseos y tanta ambición que siguen vigentes, pese al paso del tiempo”, elogió el entrenador.
Prigioni espera marcar la diferencia
Tras ausentarse del duelo por la primera ronda, el base argentino Pablo Prigioni dijo que espera ser la diferencia para que Argentina dé la sorpresa ante Estados Unidos en una de las dos semifinales del básquetbol de los Juegos Olímpicos.
Aquejado por un problema de cálculos renales, Prigioni no estuvo presente en la derrota de 126-97 que los estadounidenses le propinaron a los sudamericanos el lunes, pero el miércoles volvió a las canchas para ayudar a Argentina a ganarle a Brasil en los cuartos de final.
“No me encontraba bien, pero toda la energía la había guardado para estos momentos”, dijo Prigioni, quien se acaba de incorporar a los Knicks de Nueva York de la NBA. “Ante Brasil no estuve fino, pero espero poder estarlo para el próximo partido que es la victoria o estamos afuera”.
En su regreso a las canchas, Prigioni participó 33 minutos y metió solo dos de los seis tiros que intentó, para terminar con seis puntos y ocho asistencias. Su relevo, Facundo Campazzo, no desentonó del todo, pero es claro que la ofensiva argentina corre mejor cuando Prigioni la dirige.
“Ante los brasileños no fue mi mejor partido, pero lo importante es que estuve de vuelta y creo que aporté más a la defensiva’’, agregó Prigioni. ‘‘Ahora el reto es mayor ante un equipo al que ya hemos visto dos veces recientemente, en Barcelona y apenas aquí y ante el que debemos hacer un gran juego para poder ganarles”.
Antes de los Juegos de Londres, Argentina cayó 86-80 ante Estados Unidos en un amistoso en Barcelona.
“Juegan bien en equipo”
Los estadounidenses son claros favoritos tras haber ganado con mucha ventaja todos sus partidos en Londres, rompiendo incluso el récord de más puntos en un encuentro olímpico, los 156 que le propinó a Nigeria.
El encuentro de la primera fase no es un precedente alentador para los argentinos, que perdieron 126-97.
“Será otra gran lucha, conocemos bien su juego”, dijo Kevin Love, el alero de los Minnesota Timberwolves, que anotó diez puntos ante Australia.
“Argentina será un rival duro. Será la tercera vez que jugamos contra ellos en dos semanas. Tenemos que salir y jugar duro, nuestro juego también es físico. Tenemos que estar preparados porque juegan bien en equipo”, dijo Kevin Durant.
El tercer partido al que alude es el que jugaron en Barcelona de preparación para los Juegos que acabó 86-80 a su favor.
“Conocemos a Argentina, sabemos cómo juegan”, afirmó Carmelo Anthony, que luego agregó “es un honor y es maravilloso estar de nuevo en semifinales”. Estados Unidos tiene el potencial y las figuras para volver a instalarse en una final olímpica.
Rusia-España
La otra semifinal la disputarán España y Rusia, que vencieron respectivamente a Francia y Lituania. España y Rusia también se encuentran por segunda vez en el torneo tras la victoria de los segundos por 77-74. España perdió luego con Brasil pero mejoró ante Francia en cuartos de final. Las dos estrellas de los equipos, Andrei Kirilenko y Pau Gasol, llevan una media de 18 puntos por partido en lo que va de la competencia.