¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
27 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Loma Balcón y un falso dilema social

Domingo, 03 de junio de 2012 12:37

La disputa por los terrenos de Loma Balcón no ha demostrado hasta aquí fundamentos contundentes por parte de los sectores en pugna, que debaten con vehemencia el destino que deberían tener esas tierras.

La idea de gestionar ante el Ejército la transferencia de esa superficie a título gratuito para la ciudad de Salta, con la intención de destinarlos a una futura urbanización, deja la sensación de un faraónico proyecto sin sustento. Mientras tanto, los vecinos de San Lorenzo argumentan un retroceso en la calidad de vida a partir de la desaparición de una reserva natural, aunque ese espacio evidencia serios problemas de erosión y depredación, por lo que el fundamento naturista no encaja en esta realidad.

De las dos posturas, la más endeble es la de los concejales encabezados por Tomás “Turi” Rodríguez, que ya comenzaron gestiones ante el Ejército. ¿A qué proyecto urbanístico se refieren, cuando la realidad indica que no hay un plan de viviendas que pueda cumplir con la demanda?

Se argumenta que es necesario planificar la ciudad para el futuro, aunque ese argumento llega a destiempo; el problema es ahora y sin un plan de viviendas serio, se corre el grave riesgo de la contingencia. Nadie podrá garantizar que, ante la falta de una elaborada política habitacional, esas tierras terminen en la salida más corta: la ocupación primero y la especulación inmobiliaria después.

Pero también hay otro punto que ni siquiera fue tenido en cuenta por Rodríguez y sus seguidores. La consistencia del suelo y su capacidad geológica para la urbanización. Existen estudios de la UNSa, que desde hace varios años vienen trabajando en la estabilización de cárcavas, una suerte de zanjas que aparecen por el efecto de la erosión hídrica en los suelos poco consolidados de Loma Balcón y otros en la zona. ¿Es posible construir allí donde predominan suelos de abundante sedimentación? No vendría mal una consulta a los científicos de nuestra comunidad y que ellos opinen con el rigor de la ciencia para dilucidar el camino a seguir.

Pero mientras esto ocurre, es necesario admitir un razonamiento lógico: las tierras en cuestión no sirven para urbanizar (no al menos en el actual contexto de una política habitacional que sólo promueven la ocupación), pero tampoco están cerca de cumplir con los parámetros de una reserva natural y turística.

El concepto de planificación debe estar presente en ambas posturas, pero de las dos, la obligación está en los funcionarios y legisladores, que hoy pretenden construir un falso dilema social, para ocultar un verdadero conflicto de intereses económicos y políticos. A la enfermedad le están errando la cura.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La disputa por los terrenos de Loma Balcón no ha demostrado hasta aquí fundamentos contundentes por parte de los sectores en pugna, que debaten con vehemencia el destino que deberían tener esas tierras.

La idea de gestionar ante el Ejército la transferencia de esa superficie a título gratuito para la ciudad de Salta, con la intención de destinarlos a una futura urbanización, deja la sensación de un faraónico proyecto sin sustento. Mientras tanto, los vecinos de San Lorenzo argumentan un retroceso en la calidad de vida a partir de la desaparición de una reserva natural, aunque ese espacio evidencia serios problemas de erosión y depredación, por lo que el fundamento naturista no encaja en esta realidad.

De las dos posturas, la más endeble es la de los concejales encabezados por Tomás “Turi” Rodríguez, que ya comenzaron gestiones ante el Ejército. ¿A qué proyecto urbanístico se refieren, cuando la realidad indica que no hay un plan de viviendas que pueda cumplir con la demanda?

Se argumenta que es necesario planificar la ciudad para el futuro, aunque ese argumento llega a destiempo; el problema es ahora y sin un plan de viviendas serio, se corre el grave riesgo de la contingencia. Nadie podrá garantizar que, ante la falta de una elaborada política habitacional, esas tierras terminen en la salida más corta: la ocupación primero y la especulación inmobiliaria después.

Pero también hay otro punto que ni siquiera fue tenido en cuenta por Rodríguez y sus seguidores. La consistencia del suelo y su capacidad geológica para la urbanización. Existen estudios de la UNSa, que desde hace varios años vienen trabajando en la estabilización de cárcavas, una suerte de zanjas que aparecen por el efecto de la erosión hídrica en los suelos poco consolidados de Loma Balcón y otros en la zona. ¿Es posible construir allí donde predominan suelos de abundante sedimentación? No vendría mal una consulta a los científicos de nuestra comunidad y que ellos opinen con el rigor de la ciencia para dilucidar el camino a seguir.

Pero mientras esto ocurre, es necesario admitir un razonamiento lógico: las tierras en cuestión no sirven para urbanizar (no al menos en el actual contexto de una política habitacional que sólo promueven la ocupación), pero tampoco están cerca de cumplir con los parámetros de una reserva natural y turística.

El concepto de planificación debe estar presente en ambas posturas, pero de las dos, la obligación está en los funcionarios y legisladores, que hoy pretenden construir un falso dilema social, para ocultar un verdadero conflicto de intereses económicos y políticos. A la enfermedad le están errando la cura.

Temas de la nota

PUBLICIDAD