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Los argumentos del ministro Caputo frente al FMI

El ajuste de las cuentas y el freno a la emisión permitirán recibir US$4.700 millones para afrontar vencimientos.
Domingo, 14 de enero de 2024 01:19

Un ajuste draconiano que ni siquiera los economistas más ortodoxos se habían animado a hacer desde el retorno de la democracia hace 40 años, una devaluación que apreció el dólar de un plumazo en un 118%, el freno en seco de la emisión monetaria y una reforma del Estado que hace empalidecer a la que lanzó Carlos Menem a principios de los ´90, fueron algunos de los argumentos centrales con los que la dupla Nicolás Posse-Luis Caputo logró convencer a los técnicos del FMI de recomendar al "Board" del organismo multilateral reactivar el acuerdo caído con la Argentina, y desembolsar US$4.700 millones a principios de febrero.

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Un ajuste draconiano que ni siquiera los economistas más ortodoxos se habían animado a hacer desde el retorno de la democracia hace 40 años, una devaluación que apreció el dólar de un plumazo en un 118%, el freno en seco de la emisión monetaria y una reforma del Estado que hace empalidecer a la que lanzó Carlos Menem a principios de los ´90, fueron algunos de los argumentos centrales con los que la dupla Nicolás Posse-Luis Caputo logró convencer a los técnicos del FMI de recomendar al "Board" del organismo multilateral reactivar el acuerdo caído con la Argentina, y desembolsar US$4.700 millones a principios de febrero.

Con el DNU de 330 artículos ya lanzado y la posterior ley ómnibus que despabiló al Congreso y lo puso a trabajar luego de un 2023 electoral en el que permaneció casi paralizado, el nuevo gobierno de Javier Milei intentó mostrarse fuerte para conseguir el objetivo de mínima de que el Fondo Monetario prometa hacer desembolsos con vistas a poder afrontar los pagos de deuda del primer trimestre del año sin tener que echar mano de las menguadas reservas del Banco Central. Caputo jugó una de las cartas más fuertes en la negociación a partir de un detallado informe que elaboró el equipo del presidente del Banco Central, su socio Santiago Bausili: desde que el peso fue devaluado 55%, las reservas subieron en casi US$3.000 millones.

La recuperación de reservas es central para cualquier plan de estabilización, y más en el caso de uno de shock, según la óptica de la la burocracia del FMI. El ministro de Economía sumó un dato más: presentó la proyección de que la cosecha de este año permitirá recuperar los US$20.000 millones perdidos en el 2023 por la sequía.

Según Caputo, las reservas del Banco Central terminarán el año en el orden de los US$35.000 millones, un nivel aceptable para frenar cualquier embate contra la moneda por parte de capitales especulativos. Las reservas cerraron esta semana al borde de los US$24.000 millones, y el Central viene comprando a un ritmo de US$150 millones diarios. De esta forma, dicen en el mileísmo, el BCRA estará en mejores condiciones de hacer frente a la demanda de los importadores, clave para permitir que la industria tenga los insumos necesarios para producir, en especial el sector automotriz, que se mantiene semiparalizado.

El argumento clave puesto sobre la mesa por Caputo fue el freno a la emisión monetaria a partir de la llegada del nuevo gobierno. Durante la gestión de Sergio Massa en Economía, fue enorme la disparada de la emisión monetaria. Según OJF, el estudio del economista Orlando Ferreres, por esa razón a lo largo del 2023 la emisión para financiar el déficit tanto fiscal como cuasifiscal se aceleró fuertemente hasta alcanzar la friolera del 11,4% del PIB, tras el 6,9% que había acumulado en 2022.

Por José Calero, de NA

 

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