A 48 horas de su conclusión, el superclásico del pasado domingo en el estadio Monumental sigue dejando material y tela para cortar, tras un 1-1 con muchas emociones, pero escasamente bien jugado.
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A 48 horas de su conclusión, el superclásico del pasado domingo en el estadio Monumental sigue dejando material y tela para cortar, tras un 1-1 con muchas emociones, pero escasamente bien jugado.
Por un lado, las palabras expresadas por el DT del millonario Martín Demichelis siguen desatando la rabia desde el lado de la Ribera, cuestionando lo que consideró una forma "mezquina" de jugar de su rival, chicaneando con la "grandeza".
"Respeto y aprecio a Diego Martínez (DT de Boca), seguramente termine dándole una identidad a su equipo como a Tigre y Huracán. Pero si yo como entrenador de River termino el partido con siete defensores, seguramente no esté respetando la historia de River", chicaneó entre líneas Micho, en relación a cómo terminó el xeneize el superclásico en el Monumental, defendiendo con Luis Advíncula, Cristian Lema, Jorge Figal, Lautaro Blanco, Lucas Blondel, Nicolás Valentini y Frank Fabra.
El Mono "chilló"
Un histórico de Boca, como el exarquero Carlos Fernando Navarro Montoya, recogió el guante y le respondió a Demichelis: "Fue una frase desafortunada, lo abrazó y le metió una puñalada después. Eso no se hace. Con un colega no se hace eso", se despachó el Mono en la pantalla de ESPN.
Otro que manifestó su enojo, pero con el árbitro Yael Falcón Pérez, fue el presidente de Boca, Juan Román Riquelme, quien consideró que el juez debió expulsar al defensor de River Andrés Herrera por una durísima falta desde atrás contra Kevin Zenón a los 6 minutos del segundo tiempo, y que solo fue castigada con amarilla. Cuando se retiraba del estadio Monumental, las cámaras de ESPN registraron al titular "xeneize" decir: "Era roja al 4", en referencia a una de las pocas polémicas del clásico.