Este domingo, para conmemorar los 113 años de la aparición de la Virgen de la Peña y el cuarto año de la consagración del templo, en el paraje Yariguarenda los fieles y devotos de María de la Peña serán parte de la celebración religiosa más importante de la región.
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Este domingo, para conmemorar los 113 años de la aparición de la Virgen de la Peña y el cuarto año de la consagración del templo, en el paraje Yariguarenda los fieles y devotos de María de la Peña serán parte de la celebración religiosa más importante de la región.
A las 6 de la mañana, y como sucede todos los años en agosto, los fieles de la Virgen partirán desde parroquia La Purísima de Tartagal en peregrinación hasta el santuario, ubicado a 15 kilómetros al norte de la ciudad. La mayor parte del recorrido se realizará por la ruta nacional N° 34, por lo que se ha previsto un operativo de seguridad desde la partida hasta la llegada de los peregrinos al santuario ubicado a tres kilómetros al oeste de la ruta nacional y al pie de las serranías.
Al arribar, los fieles participarán de la misa de los peregrinos; a las 10.30 está prevista la celebración central y la procesión en el paraje con la imagen de María, que será luego colocada nuevamente en el interior del templo. Al mediodía se rezará el Santo Rosario, en tanto a las 17 horas se oficiará la última misa de acción de gracias antes que los promesantes y devotos regresen a las distintas localidades del departamento San Martín, que se reunirán en este lugar sagrado para los cristianos del norte de la provincia.
Profundo significado
Cada año miles de fieles católicos se reúnen en el paraje Yariguarenda para pedir y agradecer a la Virgen de la Peña, la madre, la protectora, la que escucha los ruegos y las plegarias de sus hijos y que responde con milagros que afianzan más la devoción de quienes van legando su fe en las siguientes generaciones. Eso sucede desde hace más de un siglo, tiempos en que la región era un monte cerrado y hostil por el que solo se aventuraban algunos viajeros y ambulantes que hacían el camino al pie de los cerros entre lo que hoy es el norte argentino y algunas ciudades bolivianas.
La comunidad celebra 113 años de la primera aparición y cuatro desde que el templo fue consagrado a María de la Peña, en una emotiva y gran celebración. Esta fiesta está relacionada con el dogma católico de la Asunción de la Virgen, concebida sin pecado original.