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6 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Precipitaciones y granizo ponen en jaque a productores

Varias regiones reporta grandes pérdidas en sus cultivos por inclemencias climáticas, hongos y degradación del suelo.
Martes, 02 de abril de 2024 01:02
PÉRDIDA TOTAL | EN YUTO LOS CULTIVOS DE PEPINOS SUFRIERON SERIOS DAÑOS

DAÑOS | EL AGUA Y EL CALOR TAMBIÉN AFECTÓ OTROS CULTIVOS DE HORTALIZAS.

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DAÑOS | EL AGUA Y EL CALOR TAMBIÉN AFECTÓ OTROS CULTIVOS DE HORTALIZAS.

Las frecuentes precipitaciones están afectando gravemente la producción agrícola de varias zonas de Jujuy. Productores de distintas regiones están reportando pérdidas significativas en sus cultivos debido al granizo, hongos y la degradación del suelo, agravado por las condiciones climáticas extremas. Preocupan los insumos a precio dólar cuyo costo se multiplicó respecto al 2023 al igual que las semillas, y disminuyó el área plantada lo que incide en el alza del precio de los alimentos.

ÁRBOL DE MANZANA PERDIÓ TODO D

En dos extremos de la provincia los problemas en el campo, donde se producen los alimentos que se demandan a diario, los productores batallan para sortear una dificultad tras otra. Tras el extenso periodo de sequía de los últimos años, la lluvia llegó para mitigarla y aunque algunos recuperaron algunos cultivos la alegría no duró mucho porque las lluvias y el granizo volvieron generando más daño que alivio.

Por ello, la preocupación crece entre los agricultores, ya que los insumos agrícolas han alcanzado precios exorbitantes, comparados con el año pasado. Hugo Arroyo, productor de la localidad de Yuto, señaló que el costo de las semillas se ha cuadruplicado en un año. "El año pasado, las 5000 semillas de nativo costaban 150.000 pesos, ahora valen 600.000 pesos", explicó Arroyo. Además, los fertilizantes y plaguicidas han experimentado aumentos de hasta un 125%, lo que está impactando seriamente en la rentabilidad de los cultivos.

Arroyo detalló que la situación en su campo es crítica, con una pérdida del 20% de lo plantado debido a la excesiva humedad y el calor. "Estamos plantando dos hectáreas, pero muchas plantas se están perdiendo por hongos y sequía", afirmó. "Eso en general, aquí todos los quinteros están perdiendo muchas plantas de tomate, berenjena, pimiento, pero es por el exceso de calor, abajo hay humedad, arriba se seca y eso afecta", agregó Arroyo.

A pesar de los esfuerzos por mitigar los daños, como el uso de almácigos y otros insumos, la incertidumbre persiste sobre si podrán afrontar los costos para volver a plantar.

Además, explicó que los fertilizantes y plaguicidas también son de altísimo costo porque su precio está sujeto al dólar. "Todo lo que se ocupa un previcur (fungicida) para almácigos el año pasado se conseguía a 20.000 pesos, los mismos productos ahora están a 45.000 o 48.000 pesos, subió un 120 a 125 %. La tonelada de abono el año pasado valía 120.000 pesos, y ahora está a 900.000 o quizás 1.000.000", precisó.

Explicó que ya plantaron, una parte abonaron y realizan los cuidados con la esperanza de que "afloje el calor", de modo de extraer todo lo que se cayó para continuar plantando. Detalló que comenzaron a trabajar con los almácigos a partir del 20 de febrero, a fines de marzo avanzaron en el trasplante, y la cosecha está prevista para fines de mayo hasta octubre, en que debe iniciar la limpieza de los alambres y quitar las varillas.

Debido a los altos costos y las dificultades climáticas, muchos productores han optado por reducir la extensión de sus plantaciones. "Antes plantaba 400 rayas, ahora estoy haciendo 250", señaló Arroyo. Esta reducción en la superficie de siembra podría tener un impacto directo en el alza de los precios de los alimentos en el mercado que ya se comenzó a palpar antes de Pascuas con el costo del choclo, entre otros.

Arroyo expresó su impotencia frente al cambio climático, afirmando que contra eso "no hay nada que hacer". Sin embargo, destacó que otros productores han sufrido pérdidas aún mayores en la localidad de Fraile Pintado debido a las tormentas.

En cuanto al riego, se están realizando trabajos de limpieza de canales con la esperanza de mejorar las condiciones climáticas.

 

La Quebrada con graves daños

l HORTALIZAS AFECTADAS | DE LA COMUNIDAD ABORIGEN DE SANTA LUCIA DE CALETE

Inocencia Zapana, productora de Ocumazo en el departamento de Humahuaca, reportó graves daños en sus cultivos debido a las lluvias y granizo. La situación llevó a un aumento significativo en los precios de verduras como la lechuga, que pasó de costar entre 8.000 y 10.000 pesos a 20.000 y 24.000 pesos la jaula. Además, las habas, arvejas y choclos también se vieron afectados ya sea por la lluvia o por plagas como gusanos.

"Nosotros teníamos 14 plantas de manzana y cada una solía dar cuatro cajones; cae granizo y la manzanita no se cae pero queda dañada", explicó y aseguró que la zanahoria es otra de las hortalizas dañadas y su aspecto dificultó su comercialización por lo que terminan rematándola a 1.000 pesos para recuperar algo porque el precio normal es de 2.500 pesos. Los caminos erosionados por las lluvias nocturnas complican aún más el transporte de los productos al mercado.

La situación llevó a los agricultores a intentar reparar sus cultivos y preparar la tierra para una nueva siembra. Sin embargo, los altos costos de insumos agrícolas como el abono y las semillas, junto con el costo de la mano de obra y maquinaria, representan un desafío difícil de afrontar. Algunos agricultores incluso alquilan maquinaria por periodos muy cortos debido a los altos costos.

Donato Gutiérrez, de la Unión Productores Aborígenes de Jujuy, atribuyó estos problemas al cambio climático. Señaló que las pérdidas de cultivos en la zona rondan entre el 80% y 90%. Los daños afectan principalmente a cultivos andinos, horticultura y ganado.

Gutiérrez indicó que, a pesar de que antes cultivaban 40 variedades de papas andinas, ahora enfrentan dificultades para recuperar las semillas debido a los desastres naturales ya que no hay bancos de semillas. De hecho, explicó que los productores de la zona de Maimará hacia el Norte están dejando de cultivar papa debido a que lleva seis meses.

En relación a los precios, Gutiérrez mencionó que un atado de perejil solía costar 500 pesos, pero ahora los productores lo venden en 3.500, lo que se traduce en un aumento para el consumidor final.

Planteó que la incertidumbre es volver a sembrar por la dificultad de comprar el abono, las semillas, el costo de la mano de obra y de la máquina que deben alquilar entre todos por unos 15 minutos algunos.

Respecto a los insumos, la asociación a la que pertenece Gutiérrez, que cuenta con 750 socios, utiliza técnicas agroecológicas para minimizar los costos y evitar la contaminación. Aunque esto reduce la inversión en insumos, es un proceso que aún se encuentra en fase de validación por parte de la universidad y el Inta.


 

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