En esta jornada de conmemoración del Día Internacional de la Mujer, antes llamado Día de la Mujer Trabajadora, es importante reivindicar las luchas diarias en las diversas profesiones y también visibilizar las barreras que nos afectan e impiden que vivamos en condiciones de igualdad.
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En esta jornada de conmemoración del Día Internacional de la Mujer, antes llamado Día de la Mujer Trabajadora, es importante reivindicar las luchas diarias en las diversas profesiones y también visibilizar las barreras que nos afectan e impiden que vivamos en condiciones de igualdad.
En este informe, brindaremos una mirada sobre las violencias que afectan a las mujeres periodistas.
En su informe la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulado "La seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad", el secretario general escribió: "Las mujeres que cubren temas como la política, el derecho, la economía, el deporte y los derechos de la mujer, el género y el feminismo corren especial riesgo de ser víctimas de violencia en línea".
Este informe corrobora la exposición desproporcionadamente elevada a la violencia en línea de las mujeres periodistas y la correlación entre ciertos temas y el aumento de los ataques.
La violencia en línea se convirtió en un nuevo frente de la seguridad periodística, tendencia especialmente peligrosa para las periodistas. Los efectos psicológicos, físicos y en materia de seguridad digital relacionados con la creciente crisis actual de libertad de expresión se superponen, convergen y con frecuencia son inseparables. El fenómeno puede definirse como una combinación de acoso y abuso en línea, a menudo brutales y prolíficos, incluidos los ataques selectivos que con frecuencia conllevan amenazas de violencia física o sexual; violaciones de la privacidad y la seguridad digitales que pueden divulgar información identificativa y exacerbar las amenazas de seguridad fuera de línea a las que se enfrentan las periodistas y sus fuentes; y campañas de desinformación coordinadas que recurren a la misoginia y a otras formas de discurso de odio. Los responsables van desde multitudes misóginas que pretenden silenciar a las mujeres hasta redes de desinformación vinculadas a la intensión de socavar la libertad de prensa y acallar el periodismo crítico con ataques organizados.
El informe muestra que "el 73% de las mujeres encuestadas dijo haber sufrido violencia en línea. Las amenazas de violencia física (25%) y sexual (18%) se ensañaron con las periodistas encuestadas. Además, estas amenazas salpicaron a otras personas: el 13% de las encuestadas dijo haber recibido amenazas de violencia contra sus allegados.
El 20% de las encuestadas dijo haber sido agredida o maltratada fuera de línea en relación con la violencia en línea que había sufrido. El 13% de las encuestadas aumentó sus medidas de seguridad física en respuesta a la violencia en línea y el 4% dijo que había faltado al trabajo por temor a que las agresiones se reprodujeran en otros entornos.
Los efectos de la violencia en línea para la salud mental fueron la consecuencia identificada con mayor frecuencia (26%). El 12% de las encuestadas afirmó haber buscado ayuda médica o psicológica debido a los efectos de la violencia en línea.
El tema periodístico que se vinculó con mayor frecuencia al aumento de las agresiones fue el género (47%), seguido de la política y las elecciones (44%) y los derechos humanos y la política social (31%).
El 41% de las encuestadas en este estudio dijo que había sido objeto de agresiones en línea que parecían estar relacionadas con campañas de desinformación planificadas.
El 20% afirmó que había dejado de interactuar en línea y el 18% impidió la participación del público específicamente.
Las repercusiones en el empleo y la productividad (con implicaciones para la diversidad de género en los medios de información y a través de ellos) señaladas por las mujeres encuestadas incluían mantener un perfil más bajo (38%), faltar al trabajo (11%), dejar su trabajo (4%) e incluso abandonar del todo el periodismo (2%).