Una nueva amenaza acecha a los productores agropecuarios: las langostas. Según lo informado por Gustavo Zagaglia, coordinador de la Regional NOA Norte del Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa), se detectó la presencia de langostas en etapas juveniles, especialmente en algunas regiones de Salta aunque aún no hay denuncias de su presencia en Jujuy.
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Una nueva amenaza acecha a los productores agropecuarios: las langostas. Según lo informado por Gustavo Zagaglia, coordinador de la Regional NOA Norte del Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa), se detectó la presencia de langostas en etapas juveniles, especialmente en algunas regiones de Salta aunque aún no hay denuncias de su presencia en Jujuy.
"Lo que es en Salta nosotros hemos detectado la presencia de langostas en etapa de ninfas que no vuelan, van como caminando, saltando, entonces es más fácil el control", precisó Gustavo Zagaglia, coordinador de la Regional NOA Norte del Servicio Nacional de Sanidad Animal.
Los avistamientos se concentraron entre las localidades de Estrella y Pichanal, Salta, y a lo largo de la ruta 54 entre Salvador Mazza y Santa Victoria Este. A pesar de que no hubo reportes de productores en territorio jujeño, Zagaglia enfatizó la importancia de permanecer alerta y no descartar la posibilidad de futuros casos.
Detalló que estas langostas se encuentran en etapas de ninfas, aún no pueden volar y se desplazan caminando o saltando; y eso facilita su control, pero requiere una rápida denuncia de los productores. Es crucial que los productores recorran sus establecimientos y denuncien cualquier presencia de langostas al Senasa debido a que el monitoreo directo de todas las áreas afectadas resulta difícil.
A fines del año pasado, los sistemas de vigilancia de Senasa detectaron incrementos poblacionales preocupantes y empezaron a trabajar en el tema alertando a productores, hasta que salió la resolución de alerta 204/2024.
Detalló que en la etapa de ninfas en las que están las langostas, permanecen más quietas que en otra, cuando son voladoras en que ya pueden formar mangas migratorias, vuelan y se pueden desplazar hasta 150 km por día. En esta etapa juvenil, las langostas tienden a alimentarse más de los cultivos que en su etapa adulta, lo que aumenta la preocupación.
El objetivo es reducir las densidades poblacionales para evitar la formación de mangas migratorias cuando las langostas alcancen la etapa adulta voladora.
El problema no se limita a Argentina, Bolivia y Paraguay también enfrentan situaciones similares. En los últimos años, de mayo a julio se produjeron migraciones desde esos países hacia Argentina. La reaparición de la langosta en la región fue desde el 2015 luego de 80 años y se cree que el cambio climático favoreció el resurgimiento por una seguidilla de inviernos más calurosos y húmedos.
Ante la presencia de langostas, se insta a los productores a informar de inmediato a Senasa al 11 57005704, dejar mensaje con las coordenadas del lugar y foto para descartar que se trate de una tucura, que es menos peligrosa.