Extremadamente complicado está el panorama para la habilitación del tránsito en la ruta nacional 52 a la altura del paraje Ronqui Angosto.
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Extremadamente complicado está el panorama para la habilitación del tránsito en la ruta nacional 52 a la altura del paraje Ronqui Angosto.
La crecida y el desborde del río de mismo nombre no sólo destruyó la cinta asfáltica, también perjudicó seriamente a las familias que residen en el sector, inclusive al este de las Salines Grandes llegó el aluvión.
Personal de Vialidad Nacional trabaja prácticamente todas las horas que les permite la claridad del sol para restablecer la circulación, lo que se estaría produciendo recién en dos semanas.
Hasta anoche, sobre la ruta provincial 79, que conecta a la ruta nacional 52 a la altura de las Salinas Grandes con Abra Pampa, se encontraban varados unos 40 camiones procedentes de Iquique hacia Paraguay.
Con asistencia de la Dirección Provincial de Vialidad, fueron removidos desde Tres Pozos hasta Quebraleña y desde ahí continuar por sus medios hasta Abra Pampa, donde continuarían viaje por la ruta nacional 9.
La intervención de la Provincia fue con el propósito de despejar la 79 que luego se conecta con la 78 formando un desvío utilizado permanentemente por vehículos livianos para superar el corte en Ronqui Angosto y llegar hasta Purmamarca.
La situación está muy complicada para el transporte que utiliza ese corredor: los graves daños ocasionados por la creciente del río, como se dijo más adelante, no sólo demandara tiempo, sino también maquinarias pesadas y recursos humanos para agilizar los trabajos.
Aparte del corte producido, donde desaparecieron por lo menos 60 metros de ruta, hay por delante aproximadamente 4 kilómetros de la traza que debe ser reacondicionada, debido a que está cubierta de lodo y piedras.
Además, deben ser aseguradas las canaletas que se ubican a lo largo de ese tramo, para evitar hechos lamentables debido a la gran transitabilidad diaria en la 52.
Sobre la traza, cerca del paraje Saladillo, están varados e incomunicados aproximadamente unos 10 camioneros que optaron por esperar la habilitación de la 52.
En Susques y en Volcán son otros tantos los camiones varados, que decidieron permanecer en esas localidades hasta que se restablezca la circulación.
Como consecuencia de lo sucedido, producto de las inclemencias del tiempo que persisten en la Puna y Quebrada, los transportistas se resignan y a pesar del contratiempo que esto les generó, no les queda otra que armarse de paciencia y esperar que finalicen las obras de reparación.
Quienes deberán afrontar más complicaciones serán los transportistas que ayer decidieron continuar viaje por la ruta provincial 79 (ex 40), debido que a lo largo de sus aproximadamente 110 kilómetros, en diferentes sectores está en muy malas condiciones por efecto de las precipitaciones.
Si bien anoche en zona de las Salinas Grandes el cielo estaba estrellado, en las comunidades de Tusaquillas y Alfarcito la tormenta amenazaba con desatarse provocando crecidas de río y arroyos que atraviesan la ruta 79.