Como ya es tradicional, durante toda la jornada del primer día de agosto, en los cuatro puntos cardinales de la provincia de Jujuy, se rinde tributo a la Pachamama. Uno de los mojones que fue abierto hace 83 años se ubica en lote La Manga, departamento San Pedro, que año tras año convoca a gran cantidad de devotos que reeditan este antiquísimo ritual de la presentación de ofrendas a la madre tierra, como signo de agradecimiento por todos los dones que, cotidianamente, la tierra entrega a sus hijos. Desde las 6 hasta entrada noche, se cumple con cada signo que particularmente tiene esta Pachamama comunitaria.
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Como ya es tradicional, durante toda la jornada del primer día de agosto, en los cuatro puntos cardinales de la provincia de Jujuy, se rinde tributo a la Pachamama. Uno de los mojones que fue abierto hace 83 años se ubica en lote La Manga, departamento San Pedro, que año tras año convoca a gran cantidad de devotos que reeditan este antiquísimo ritual de la presentación de ofrendas a la madre tierra, como signo de agradecimiento por todos los dones que, cotidianamente, la tierra entrega a sus hijos. Desde las 6 hasta entrada noche, se cumple con cada signo que particularmente tiene esta Pachamama comunitaria.
Los padrinos de la Pachamama Martina Valencia y Desiderio Gaspar, junto a los pasantes del año Lidia Gaspar y sus hijos, con la colaboración de pasantes anteriores, dispusieron todo lo necesario para el ritual como la limpieza del predio donde está el mojón, la ornamentación del lugar. Luego se realizó la apertura del mojón de la Pacha y la extracción de las ollitas, vasijas y otros recipientes que fueron lavados por los pasantes y devotos que llegaron para hacer sus ofrendas. Desiderio Gaspar y los encargados designados Martín Tejerina y Julio César Cardozo, limpiaron el mojón. En tanto, Martina Valencia junto a pasantes, extendieron los coloridos aguayos dando inicio al llenado de las vasijas con las ofrendas. Comidas bebidas, chicha, quinua, coca, cigarrillos, papel picado, serpentinas, imprimen una emotiva y singular estampa para esta forma de vivir este ritual.
A las 14, el padre Marcelo Valdivia realizó una invocación religiosa. Luego de rezar por los pioneros y pasantes de la Pachamama, bendijo el mojón, las ofrendas y a la gente.
Padrinos y pasantes sahumaron el mojón el que fue taparon con un aguayo. Una vez realizado el sahumado, los pasantes actuales, de rodillas, comenzaron a presentar las ofrendas a la tierra, seguidos por los padrinos y pasantes anteriores. A ellos se sumaron devotos que año tras año llegan con sus ofrendas a agradecer a la Pacha. Finalizada la presentación de las ofrendas, la familia Gaspar Solís, invitó a almorzar a todos los participantes.
AL CAER LA TARDE | SE CERRÓ EL MOJÓN, SE PUSO LA TAPA Y ARRIBA SE COLOCARON PIEDRAS BLANCAS.
Al caer la tarde, se cerró el mojón, se puso la tapa y arriba se colocaron las piedras blancas que el fundador de la Pacha, don Modesto Gaspar, trajo desde Santa Catalina en la Puna jujeña. Se llamó entonces, a quien fue designado nuevo pasante del año 2024, asumiendo el compromiso Sandra Quispe junto sus hijas, quienes recibieron los atributos por parte de los actuales pasantes y padrinos. Con gran respeto tomaron en sus manos las banderas, aguayos, cirios y fueron enfloradas con serpentinas y papel picado, como signo de alegría. Al son de la diana tradicional, siguió la entrega de la "guatapaica" que consistió en la entrega de una bandeja con comida especial y bebidas, dando paso al baile alrededor del mojón. Caída la tarde, y habiendo cumplido con el ritual, quienes salieron de sus trabajos, llegaron a rendir tributo presentando ofrendas personales a la madre tierra.