Conversamos con el diseñador sobre el estreno de esta miniserie que es la primera que hace De Niro y lo hace con Argentina.
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Conversamos con el diseñador sobre el estreno de esta miniserie que es la primera que hace De Niro y lo hace con Argentina.
Se trata de la vida de Manuel Tamayo Prats (Brandoni), un crítico gastronómico con una carrera en descenso, y un escritor (De Niro). Tamayo Prats tiene una crisis existencial pero parece que su salvación llega con la figura de Antonia, su recién llegada asistenta. De Niro asume el papel de un neoyorquino que viaja a Buenos Aires para reencontrarse con su antiguo amigo Tamayo Prats. Actúa como un narrador omnisciente que introduce a la historia y detalla las sutilezas lingüísticas de los improperios porteños.
Todo esto enmarca para Pont una experiencia sublime, a una carrera llena de desafíos cumplidos y éxitos audiovisuales. El creador tiene una relación muy cercana con Jujuy, por la amistad nacida en tiempos de facultad, estudiando Arquitectura, con el actual intendente capitalino, Raúl "Chuli" Jorge, con quien diseña el festival jujeño, que hoy es el más importante de la región.
Hasta el año 2021 fue el director artístico del festival junto a Daniel Desaloms, y confiesa que le gustaría volver desde otro lugar, para participar de las instancias de este encuentro. La próxima edición será en abril del 2024.
¿Cómo se genera la relación de trabajo con la dupla Cohn-Dupra?
De haber invitado varias veces a ellos al festival, nos fuimos haciendo muy amigos. Ambos son muy inteligente, talentosos, y entrañables para mí. Son talentos que pocas veces uno se encuentra. Ellos se empezaron a interesar mucho por mi forma de trabajo en cine, que hago desde hace muchos años, que es sobre el trabajo de diseño de producción.
Contanos qué es el diseño de producción...
Algunos lo llaman también diseño de arte, yo prefiero llamarlo diseño artístico, porque mi concepto es norteamericano, porque allá "producción" le dicen a la película. Acá se confunde con que yo trabajo en producción y no en el diseño de la parte artística.
Yo vinculo, superviso y coordino, todas las áreas relativas a lo artístico, o sea el diseño del vestuario, de maquillaje, peinado, de los sets, e incluso el diseño general de la imagen que tiene la serie. Entonces, trabajo muy directamente con los directores.
Tanto Mariano (Cohn) como Gastón (Dupra) no terminaban de entender esta forma de trabajo, me la preguntaron varias veces, yo se las expliqué, y cuando ellos empezaron a trabajar en series para plataformas, me convocaron para que trabajara en ese rol. Lo cual me halagó, porque es gente que admiro, y fue en un momento en que yo ya hacía seis años más o menos que había dejado el cine para poder hacer el Festival de las Alturas de Jujuy. La gracia era que el festival fuera hecho por gente de cine, y yo sentía el llamado del cine todavía, así que dejé caminando a la criatura, Daniel (Desaloms) se dedica a que crezca con buena salud, y yo volví a esto. No podía superponer tareas, sino encantado hubiera seguido haciendo las dos cosas.
Tomé la decisión de empezar a trabajar con ellos que me convocaron primero para hacer "El encargado" (primera temporada) -éxito del año pasado con Guillermo Francella- y no paré hasta el día de hoy. Ya hicimos la segunda temporada que se estrenará el mes que viene, y ya estamos preparando la tercera.
Y en el ínterin hicimos "Nada", que fue el regalito con el que me compensó la vida por haber tomado semejante decisión, la de dejar algo que amo tanto como es este festival de cine. En un momento de la vida en que uno busca refugiarse en lo seguro, volví al ruedo en mi otro aspecto laboral.
En "Nada" específicamente, ¿cuál fue tu aporte?
Estos dos creativos que son creadores de conceptos de películas y series tienen un modo muy particular de trabajar. Yo comencé mucho tiempo antes en todos los proyectos. Con "Nada" yo empecé por lo menos un año antes, ellos se habían imaginado este personaje y querían que su vínculo afectivo sea la ciudad de Buenos Aires. Entonces me puse a estudiar cuáles podían ser los recorridos que podía tener Manuel Tamayo Prats y fui diseñando el personaje junto con ellos. Por suerte tengo el don y entrenamiento artístico para representar gráficamente las ideas, así que soy como el vehículo de ellos cuando vamos armando el personaje. Después trabajo junto con las demás personas, por ejemplo del diseño de vestuario.
Terminamos de armar y diseñar, entre todos, los peinados, la barba, los anteojos, el cómo era su día a día, para este personaje de Brandoni, y nos quedó bien.
Teniendo en cuenta que ya trabajaste con otras producciones que han sido exitosas, ¿qué expectativa o sensación tenés con esta nueva?
Para mí fue algo que no me esperaba, yo tenía como el punto más alto en mi historia el haber ayudado a ganar un Oscar y un Goya con "El secreto de sus ojos" (de Juan José Campanella en 2009); y haber contribuido a que Venezuela ganara su primer y hasta ahora único Goya con "Azul y no tan rosa" que la estrenamos en el festival. No esperaba superar eso, y de golpe cuando ya hacía un año que estábamos trabajando en esta serie, vienen un día y nos dicen que tenemos "una participación especial que estamos luchando por conseguir" (refiriéndose a De Niro), fue increíble. Fui testigo de una manera magistral de cómo hicieron para enamorarlo para que participara. Vino por su amistad con Brandoni y porque había visto sus últimas películas.
Tener la posibilidad de trabajar con De Niro es el sueño de cualquiera, supongo. Es llegar al olimpo. Es orgullo y agradecimiento porque confiaran en mí, y felicidad confesable. Y más me emociona que funciones con el público. Me han escrito de distintas partes del mundo para contarme que están viendo la serie y que les parece maravillosa.
¿Y cómo se da tu relación con Jujuy?
Desde muy chico, porque mi tío era viajante, me llevó en uno de sus viajes, y cuando llegamos a Jujuy me enamoré para siempre. Tiene su aura especial, por eso propusimos hacer el Festival de las Alturas ahí, porque nos parecía un lugar ideal, exquisito, en medio de la cultura más fuerte que haya generado Latinoamérica, que es la Cordillera de los Andes y cultura incaica mixturada con la española y por la africana en la época de los esclavos. Todo vino muy bien, porque hizo que tengamos un espíritu en común desde la Antártida hasta El Caribe, es un solapamiento de culturas. Jujuy es parte de mí, siempre estoy haciendo cosas para Jujuy.
Recordando el nacimiento del Festival de Cine de las Alturas
“Nos conocimos con Daniel Desaloms siendo jurados de un festival -de cortos de Mar del Plata-, y nos hicimos muy amigos. Charlando se nos ocurrió que una de las cosas que podían proteger al cine argentino y darle un volumen real, sin un discurso político o intelectual que no llevara a ningún lado, era hacer un festival”, cuenta. “Y se nos ocurrió que podía ser un festival andino, y en ese momento hablando con ‘Chuli’ Jorge, con quien nos conocemos desde los 20 años, me dijo que si yo tenía algo que se me ocurriera para destacar culturalmente a Jujuy, que armara un proyecto y se lo presentara”, narra.
Presentó el proyecto del festival, y al intendente le gustó la propuesta, que primero fue municipal. “Nos apoyó de forma incondicional”, recordó. “Además, desde antes ya me hacía consultas urbanísticas, estéticas y de conceptos visuales. Nunca perdimos el contacto desde nuestros años de estudio”, dice Pont. “Desde un primer momento fue planteado como un festival no político. Cuando pasó a ser provincial, hablamos con el gobernador Gerardo Morales, y todo siguió con la misma idea, y se pudo hacer sin condicionamientos”, aclaró. Y cerró diciendo: “Ese fue el origen del festival, al que le deseo una larga vida para atraer la mirada de todo el continente”.