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Ya nada será igual que antes en Argentina

Domingo, 11 de diciembre de 2022 01:03

En un país repleto de incertidumbres, tensiones y desencuentros, el martes apareció una contundente certeza: nada volverá a ser como antes en la agrietada política argentina.

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En un país repleto de incertidumbres, tensiones y desencuentros, el martes apareció una contundente certeza: nada volverá a ser como antes en la agrietada política argentina.

La condena a seis años de prisión contra Cristina Kirchner obliga a un replanteo general en las dos principales fuerzas políticas, que tenían a la exjefa de Estado como protagonista casi excluyente de sus discursos en los medios y también de sus estrategias de campaña.

En el caso del Frente de Todos, la candidata más competitiva anunció que no se postulará a ningún cargo -dejando casi huérfano al espacio- y en el caso de Juntos por el Cambio se derrumbó la ilusión de confrontar directamente con la dirigente que tiene peor imagen negativa de la Argentina.

De todos modos, Cristina continuará siendo relevante en la política nacional, ya que su piso del 33 por ciento de los votos continúa intacto y será determinante para la victoria o derrota de cualquier candidato que impulse el oficialismo. La vicepresidenta, según ella, no estará en ninguna boleta, pero no hay dudas de que será crucial en el armado de todas las listas.

"Quienes piensen que se terminó la carrera política de Cristina están muy equivocados. Ella sigue siendo la líder indiscutida del Frente de Todos y su eventual veto a cualquier candidato continúa dándole el protagonismo excluyente que los jueces mafiosos buscaron quitarle", señaló ayer a El Tribuno de Jujuy un dirigente de estrecha confianza de Cristina que pidió reserva de su identidad.

Al parecer, el año que viene se repetirá el mismo lema que en 2019: "Con Cristina sola no alcanza y sin Cristina no se puede". Si se pone la mira exclusivamente en las elecciones de 2023, probablemente ni siquiera la unión de todo el peronismo sea suficiente para evitar una derrota electoral, en donde tendría mucho más peso la crisis económica que la condena por administración fraudulenta. Cerca de la vicepresidenta aseguran que "no hay que descreer de la promesa de Cristina ya que ella no quiere ser vista como una dirigente que está en la política para buscar fueros". "¿Prefiere ir presa?", consultó este periodista. "Prefiere ir presa para que todos sepan que esto es una persecución política, aunque por su edad sabe que nunca pisará una cárcel común, como sí le ocurrió injustamente a Lula en Brasil", respondió el informante.

Las reiteradas críticas de todo el peronismo hacia la Justicia no representan necesariamente una convicción profunda de que hubo lawfare, ya que muchos de los dirigentes que ahora se solidarizan en público con Cristina vienen buscando hace rato un nuevo liderazgo más horizontal. Sin embargo, la mayoría de ellos buscará acceder el año próximo a una gobernación, intendencia o banca en el Congreso y consideran que será imposible lograrlo sin la venia de la "jefa".

La expresidenta tiene un núcleo duro tan consolidado que las primeras encuestas que trascendieron tras la condena, a las que tuvo acceso El Tribuno de Jujuy, no muestran un deterioro en la imagen pública de Cristina. Es evidente que sus seguidores no abandonarán el fanatismo por Cristina ni siquiera si un Tribunal superior confirma la sentencia por supuesto robo al Estado.

Más allá de los respaldos públicos hacia la vicepresidenta, en el peronismo reina un estado asambleario que no se vivía hace mucho tiempo. Varios gobernadores creen que el renunciamiento de Cristina podría ser una oportunidad de encabezar la fórmula del peronismo y llevarlo hacia una conducción más federal y menos condicionada por el kirchnerismo.

Entre los nombres que más suenan está el del tucumano Juan Manzur, el del chaqueño Jorge Capitanich y el del sanjuanino Sergio Uñac. De los tres, solo el mandatario de Chaco responde absolutamente a Cristina. El otro gobernador que aparece en todas las conversaciones es Axel Kicillof, el dirigente político que más tracciona los votos cautivos de la vicepresidenta. Cerca del exministro de Economía aseguran que "Axel va a ir por la reelección y que sin un triunfo en Buenos Aires no puede haber un triunfo en el país". ¿Por qué Kicillof no estaría a gusto con ser candidato a presidente? Existe una sola razón: en Buenos Aires no hay balotaje y la división opositora entre Juntos por el Cambio y el postulante de Javier Milei podrían volver a colocarlo en el sillón de La Plata. La situación, obviamente, es muy distinta a nivel nacional, donde ningún postulante del Frente de Todos aparece entre los seis primeros en imagen positiva.

Desde la Casa Rosada, donde ya esperaban una condena de este tipo, reconocieron que no estaban al tanto de que Cristina se bajaría de cualquier postulación y que ahora se limitarán a cuestionar a la Justicia para empatizar con el núcleo duro kirchnerista, a quien no se resignan de seducir. Alberto evitará lanzar explícitamente su candidatura al menos hasta marzo próximo para no ser visto como un oportunista de la desgracia de su vicepresidenta. "El Presidente nunca abandonó su intención de buscar otro mandato, pero tiene muy en claro que sus posibilidades serán nulas si no acapara al menos una parte del voto K. Lo que sí es cierto es que ahora que Cristina no será candidata, las posibilidades de Alberto de imponerse en una interna son mayores, ya que ninguno de los otros contendientes mide mucho más que él", confió a El Tribuno de Jujuy un funcionario que trabaja cotidianamente con el jefe de Estado.

Curiosamente, la apuesta del Presidente de una recuperación económica y un descenso de la inflación es la misma que tiene uno de sus principales adversarios para llegar a la presidencia: el ministro de Economía, Sergio Massa. En el entorno del tigrense siguen sosteniendo que el turno de su jefe sería recién en 2027, pero su estrecha relación con La Cámpora abre interrogantes sobre esa hipótesis.

El kirchnerismo sabe que necesita de un candidato que le responda pero que también pueda captar votos de peronistas anti-K, y allí nacería una eventual fórmula entre Massa y "Wado" De Pedro. Lo único que tienen en claro en el Instituto Patria es que no respaldarán bajo ningún concepto la "aventura" reeleccionista de Alberto Fernández.

El clima

La cadena de marchas, paros y escraches que amenazaban con producirse si condenaban a Cristina no ocurrió. La exmandataria dio la orden que sus principales seguidores "hagan política" y que se dejen de darle mensajes de aliento. ¿A qué se refirió explícitamente la vicepresidenta? Básicamente a que generen hechos políticos en el Congreso y la Justicia para no dejar de instalar nunca que la sentencia fue "una persecución política".

Cristina sabe que en medio del Mundial y muy cerca de las fiestas, será imposible mantener un clima permanente de movilización, y por eso eligió no exponerse a una baja convocatoria popular.