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Una kermés sobre la sombra de Evo

En el mundo una turba de intelectuales discute si fue golpe de Estado o no. La realidad muestra que fue un golpe palaciego.
Miércoles, 13 de noviembre de 2019 01:04

El presidente Evo Morales Ayma, al momento de escribirse esta nota, todavía no se había aceptado formalmente su renuncia (trámite ridículo para cerrar el círculo del oprobio) descansa y medita en el primer día de su exilio en las perfumadas y musicales calles de México.

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El presidente Evo Morales Ayma, al momento de escribirse esta nota, todavía no se había aceptado formalmente su renuncia (trámite ridículo para cerrar el círculo del oprobio) descansa y medita en el primer día de su exilio en las perfumadas y musicales calles de México.

En el mundo una turba de intelectuales discute si fue golpe de Estado o no. La técnica jurídica dice que fue una renuncia. La realidad muestra que fue un golpe palaciego, una asfixia que coronó un operativo de pinzas: los persistentes intereses económicos que Evo arrasó en nombre de los más pobres, los indígenas y los desposeídos. El odio racial al indio cochabambino, dirigente cocalero del Chapare agreste, al que todavía le cuesta hablar un castellano fluido, que osó desafiar a la "Bolivia blanca". Las iglesias que se hicieron a un lado conociendo que abrían la puerta a una tragedia social. De otro lado, una casta política desplazada después de haber usufructuado sin límites uno de los países más ricos y bellos de América Latina. Y finalmente, las fuerzas armadas y una policía que olvidaron el deber constitucional de resguardar a la Constitución Política del Estado Plurinacional y a sus autoridades. Acosado desde cuatro frentes la única salida, tuvo que salir por el cielo de Bolivia, buscando otros cielos amigos.

Es difícil mencionar a todos los que hoy pelean un lugar en el ignominioso circo de los ansiosos de notoriedad y protagonismo con el "caso Evo". La OEA, lamentable brazo extensible del Gobierno de Estados Unidos, que promovió y bendijo la renuncia del presidente. La ausencia notable de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; Nicolás Maduro, reasumido mensajes de "vientitos bolivarianos", Donald Trump grotesco saludando a los militares bolivianos que "salvaron la democracia". El renacido, espectral e inoperante Parlasur (!), presto a reunirse -pasajes, viáticos y prensa mediante- para condenar el golpe. Y el propio Congreso Argentino, súbitamente preso de un ataque de trabajo, no quiere perder la oportunidad de una sesión transmitida con peroratas de ocasión. Y finalmente, la interminable corte de opinólogos, fabuladores, analistas, pontificando en espacios de tv. Algunos son sobrios pero otros no reconocen límites a su estupidez y se destacan los que tejen tramoyas de tenebrosos contubernios sólo dignos de sus mentes retorcidas.

Evo descansa en México. Acompañado de su amigo Álvaro García Linera. Quizás meditarán si haber desoído el referéndum de febrero que les negaba aspirar a un cuarto mandato habrá sido la chispa que inició el incendio. Pero saben que Bolivia tiene un antes y un después de ellos. Que había vuelto la dignidad, la propiedad de su riqueza y su destino, la múltiple personalidad de su cultura ancestral. Las obras, los sueños y las esperanzas de una Bolivia con un lugar para todos. Eso está en marcha y no podrá ser detenido. Saben de la aprobación internacional de 12 años de una lucha para una Bolivia nueva. Como en todo el mundo, Evo fue reconocido en Jujuy, donde nuestra Universidad Nacional tramitó declararlo Doctor Honoris Causa, evocando su niñez escolar en Calilegua, donde el hijo de migrantes zafreros, cursó sus primeros grados. Dije entonces, en una nota en nuestro diario, que la distinción hubiese sido un "Elogio de la Jujeñidad" de Evo, que hoy cobra mayor valor.

Del poema "San Martín" de Pablo Neruda recordé siguiente fragmento: "San Martín, eres la tierra / ramo de cedrón que golpea con su aroma, / que no sabemos dónde está, / de dónde llega su olor de patria a las praderas./ Te galopamos San Martín,/ amaneciendo a recorrer tu cuerpo/ respiramos hectáreas de tu sombra/ hacemos fuego sobre tu estatura". Por contraste, hoy veo el circo de aprovechadores que sobre la sombra viva de líder boliviano, construyendo una kermés patética. No se dan cuenta los alaban de una "libertadora a la boliviana" que está agigantando la figura del líder depuesto. Y que mientras Bolivia se hunde en el caos, la desorientación y el dolor por sus muertos y heridos, cada uno de los golpistas está construyendo un mito. Como Yrigoyen, como Perón, como Eva Perón, los agentes de la anarquía y el odio, sin darse cuenta han comenzado madurar el regreso del jefe de estado depuesto. Tal vez hasta estén apurando un destino de bronce. Y quizás un día dentro de un tiempo cuando -objetivamente- decanten las pasiones desmedidas y el furor por el poder, deban volver a reunirse para hacer fuegos ceremoniales sobre la estatura del indio que fue presidente.