La devaluación del peso, el precio del dólar y la crisis económica que vive el país se comenzaron a sentir aún más después de las Paso, a partir del aumento de precio en algunos alimentos, no solo en la carne, pollo y pescado, sino también en las frutas y verduras. En este marco de aumentos, las familias realizan grandes esfuerzos para satisfacer las necesidades más básicas de alimentación y por ello el precio de las frutas y verduras es de gran importancia, por el uso cotidiano que le dan miles de jujeños.
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La devaluación del peso, el precio del dólar y la crisis económica que vive el país se comenzaron a sentir aún más después de las Paso, a partir del aumento de precio en algunos alimentos, no solo en la carne, pollo y pescado, sino también en las frutas y verduras. En este marco de aumentos, las familias realizan grandes esfuerzos para satisfacer las necesidades más básicas de alimentación y por ello el precio de las frutas y verduras es de gran importancia, por el uso cotidiano que le dan miles de jujeños.
Un relevamiento realizado por El Tribuno de Jujuy en toda la provincia indica que si bien con la llegada de la primavera el consumo de frutas y verduras aumentó considerablemente, los precios de algunas se dispararon hasta un 35%, mientras que existe una gran disparidad de los precios entre San Salvador y las ciudades del interior.
La diferencia de precios en frutas y verduras ronda entre 15 y 20 pesos, aunque hay productos que registran una diferencia de más de $30. Es el caso de la lechuga, que en San Salvador se vende a $60 el kilo, mientras que en La Quiaca a $30 y en Humahuaca a $25.
La cebolla se vende más cara en el interior y llega a $50 el kilo. El morrón es otra de las verduras que muestra disparidad, mientras en capital se vende a $100 el kilo de pimiento rojo, en el interior se consigue a $80, en tanto que la cabeza de brócoli alcanza los $50 en San Salvador y se consigue a $25 en Perico.
El caso más llamativo es el de la palta, que indica una gran diferencia entre el precio de San Salvador y La Quiaca. Si bien es una de las frutas que sufrió el impacto del aumento del dólar, en el norte se puede conseguir a $120 el kilo, mientras que en el mercado de San Salvador llega a los $300. En las localidades de las Yungas no se consiguen por la fuerte caída en la demanda.
En el tomate, zapallo, acelga, zanahoria, espinaca y remolacha la diferencia de precios entre una localidad y otra es de 10 y 15 pesos, mientras que el precio de las frutas varía de 10 a 20 pesos.
En cuanto a las frutas, hay una fuerte disparidad en el precio de las bananas, siendo que en el interior la docena se vende más barata. En Palma Sola la docena tiene un costo de $36, en Perico $40, en Libertador y San Pedro se vende a $50 mientras que en San Salvador llega a los $70.
En la capital y en San Pedro, el kilo de manzanas se puede conseguir a $80, mientras que en La Quiaca cuesta la mitad, $40.
La frutilla experimenta una gran diferencia de precios en la provincia. El precio más barato se consigue en San Salvador a $80, mientras que en Humahuaca a $120.
Si bien durante los procesos inflacionarios se pierden las referencias de los precios, la disparidad está relacionada básicamente al transporte de la mercadería y a la importación. Otro de los factores es la demanda de los productos para exportación, esto implica que las frutas y verduras que se venden en otros países, en nuestro mercado se paguen a precio dólar, como limones, paltas, frutillas y pomelos.