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Tiempo nuevo para el Parlasur

Martes, 01 de agosto de 2023 02:31

Las presidenciales de 2015 inauguraron en nuestro país la elección directa de delegados al Parlasur. Paraguay también lo hace; los otros dos socios activos -Brasil y Uruguay- optan por legisladores nacionales en ejercicio. Otra asimetría jurídica, que no es mero asunto procedimental.

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Las presidenciales de 2015 inauguraron en nuestro país la elección directa de delegados al Parlasur. Paraguay también lo hace; los otros dos socios activos -Brasil y Uruguay- optan por legisladores nacionales en ejercicio. Otra asimetría jurídica, que no es mero asunto procedimental.

Por tal novedad escribí en julio de aquel año "Parlasur, ¿en qué Mercosur?" (http://www.eltribu no.info/parlasur-en-que-mercosur-n589871). Desde entonces la situación del mercado común no cambió mucho y, si no se recupera, no habrá Parlasur que sirva; a la vez, éste puede ser una palanca que lo sacuda de su inercia. Recuérdese que un mercado común procura la libre circulación de los factores de producción (personas, capitales, bienes y servicios).

Muchos consideran que, después de tres décadas negociando, el acuerdo con la Unión Europea puede impulsar al Mercosur, reordenando este bloque de 14.869.775 km² y 295.007.000 habitantes. Nada indica que arribe a buen puerto: necesita la aprobación legislativa de cada Estado parte de ambas organizaciones. Austria, Francia, Irlanda, Países Bajos y Polonia, por caso, son férreos opositores. Y en esta orilla del océano, los socios principales no se ponen de acuerdo; Uruguay quiere denunciar el Tratado de Asunción (1991) y el potente Paraguay amenaza con amurallar su territorio.

Son muchas las causas del estancamiento y no hablan bien de los gobiernos de los Estados miembros sucedidos en tres décadas. Lula, en su tercer mandato presidencial, pareciera dispuesto a darle un nuevo empuje a un mercado común que nunca pasó el nivel de unión aduanera imperfecta. En esa línea, hay dos temas pendientes: la indispensable incorporación de Bolivia como miembro pleno (aún reviste estatus de país asociado) y la situación del quinto socio, Venezuela, suspendida en 2017 por incumplir el Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático. El 13 de agosto elegiremos otra vez precandidatos a las máximas autoridades ejecutivas, legisladores nacionales y a los 43 postulantes al Parlasur que nos corresponden. Se presenta una oportunidad histórica para hacer funcionar plenamente este órgano y, de este modo, revitalizar al Mercosur.

¿Qué justifica tanto interés? La época, pues la geopolítica mundial se presenta multipolar en estos tiempos. El Mercosur sigue representando, entonces, la gran oportunidad de consolidar un polo suramericano, un "Estado continental", como predijera el geopolítico uruguayo Alberto Methol Ferré.

El Parlasur (nombre que induce a confusión) no cumple funciones legislativas. Representa, de manera independiente y autónoma, los intereses de los ciudadanos de cada país miembro y de las respectivas sociedades civiles, respetando la pluralidad política e ideológica. Los parlamentarios pueden trabajar en algunas de las diez comisiones permanentes sobre variadas materias, pedir y presentar informes, peticiones, declaraciones y recomendaciones a los tres órganos principales (Consejo del Mercado Común, Grupo Mercado Común, Comisión de Comercio). Los delegados sesionan mensualmente en Montevideo y, a los nuestros, se suman 75 de Brasil, 18 de Paraguay y 18 de Uruguay. Ningún parlamentario cobra honorarios o dietas, solo gastos de traslado y viáticos por estadías.

El Parlasur requiere pensar a escala regional internacional, o sea una nueva cultura cívico-política. A la Argentina le conviene para, por un lado, asegurar nuestra propia integración nacional; por otro, para superar centenarios desequilibrios, y proyectarnos hacia América del Sur desde la región del Norte Grande Argentino.

Por eso es tan importante para Salta y las otras nueve provincias de la RNGA, las cuales deben coordinar sus parlamentarios para concretar la agenda geoestratégica regional, con visión federalista, y exponerla en ese foro.

Las actividades en organismos de integración regional involucran la política exterior nacional. De tal manera, resulta imprescindible una coordinación entre los parlamentarios, cualquiera sea su procedencia partidaria o ideológica, con la Cancillería. Pareciera ámbito adecuado el Consejo Federal de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, instituido en 2020 por decreto Nº 741 con el objeto de instituir un "foro de intercambio, consultas, asesoramiento y coordinación entre el Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en las cuestiones atinentes a la proyección internacional, la integración regional, la promoción de las exportaciones, la atracción de inversiones y la cooperación internacional". Su página oficial solo menciona dos sesiones "plenarias" hasta hoy...

De hecho, ni la gestión Macri ni la actual promovieron nuestra presencia en el Parlasur. Es imprescindible que las provincias presionen para organizar las iniciativas de los delegados argentinos, previamente acordadas en cada jurisdicción. También parece necesario que la RNGA establezca un mecanismo para definir esa agenda común que equilibre las desigualdades argentinas. En esto no cabe ninguna justificación ideológica o partidaria que interfiera los intereses provinciales y el interés superior de la Nación.

Un parlamentario salteño debe trabajar a destajo para asegurar la finalización del corredor bioceánico, procurar la industrialización de nuestras materias primas, impulsar el aprovechamiento integral del río Bermejo, recuperar todos los ramales del Belgrano Cargas y reimpulsar la Zicosur, proyectándonos como bisagra sudamericana.

 

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