Acumuladores. Esta palabra comenzó a resonar estos días. Es que el municipio comenzó a detectar viviendas atestadas de chatarra y basura, que son una bomba sanitaria dentro de la ciudad. El caso más emblemático es de barrio Limache, de donde sacaron 60 camiones de residuos y ahora se sumó uno nuevo en O'Higgins al 1600, casi esquina Ibazeta, en la zona del Delmi.
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Acumuladores. Esta palabra comenzó a resonar estos días. Es que el municipio comenzó a detectar viviendas atestadas de chatarra y basura, que son una bomba sanitaria dentro de la ciudad. El caso más emblemático es de barrio Limache, de donde sacaron 60 camiones de residuos y ahora se sumó uno nuevo en O'Higgins al 1600, casi esquina Ibazeta, en la zona del Delmi.
Chapas oxidadas, restos de maderas, alambres, mangueras, ladrillos, hierros y plásticos es posible hallar tanto en el frente de la vivienda, de la O'Higgins, incluso la vereda y en un garaje contiguo. Del techo cuelgan trozos de media sombra y lonas desvencijadas. Con preocupación, los residentes alertaron sobre la peligrosidad del foco infeccioso que se genera y que favorece la proliferación de insectos y alimañas.
En consecuencia, inspectores de la Patrulla Ambiental, dependiente de la Secretaría de Ambiente y Servicios Públicos de la Municipalidad de Salta, realizaron un relevamiento en la vivienda, en la que residen varias personas, tras la cual se notificó al propietario a que en un plazo de cinco días efectúe la limpieza y saneamiento tanto de su casa como de la vereda.
Sin solución de fondo
Cabe recordar que hace un poco más de dos semanas atrás se conocía el caso de un matrimonio de dos adultos mayores que acumulaba residuos, mayormente orgánicos, desde hace más de 15 años en una vivienda de la etapa 13 del barrio Limache, en la zona sur. Los residuos incluso abarcaban las veredas. En ese lugar, la Municipalidad llevó adelante un amplio operativo de retiro de la basura y limpieza integral tanto dentro como fuera del domicilio. Se llenaron más de 60 camiones con residuos. También se retiraron árboles a punto de caerse sobre las calles. Incluso se repuso un alambrado deteriorado.
Sin embargo, al poco tiempo, los habitantes de dicha casa volvieron a apilar objetos, generando una gran preocupación y malestar entre los vecinos.
A pesar de la asistencia psicológica y social brindada por el municipio, la Justicia aún no tomó una determinación sobre la pareja de ancianos que habita en la vivienda. El caso está en el juzgado de Garantías 8, a cargo de Claudia del Valle Puertas. Los vecinos de Limache temen que, de no existir una medida judicial, se repita la historia y vuelvan a padecer las consecuencias ambientales y de salud que soportaron durante 15 años.
"Juntar para vender"
El secretario de Ambiente y Servicios Públicos, Martín Miranda explicó a El Tribuno que hay varios casos, pero que este último, de calle O'Higgins al 1.600, está entre los más grandes. "A diferencia del otro caso de Limache, en vez de acumular basura orgánica, lo que acumulan aquí son restos de chapas, plásticos, material, cacharros pero en una cantidad impresionante y que datan de hace muchísimo tiempo", sostuvo.
El caso evidentemente empezó como una cuestión de juntar para vender pero que luego se les fue de las manos, según detalló, pero advirtió que especialistas comentaron que normalmente los casos empiezan así. "Se inician con esa idea de algo voy a juntar para vender, voy a seguir juntando para vender más, pero después se sale de control, no se llega a vender lo que se acumula y lo único que siguen haciendo es acumular, acumular y no logra salir de la situación", recalcó.
Y añadió: "Por lo que estuvimos viendo en el lugar con los inspectores, ya intimamos y estamos aguardando que se cumpla el plazo para ver si efectivamente van a sacar las cosas. Tenemos entendido que empezaron, pero calculamos que no tendrán tiempo por la cantidad de residuos implicados. Veremos si existe la voluntad de seguir permitiéndoles que sigan sacando. De lo contrario, nos veremos nosotros obligados a realizar la limpieza porque están en juego cuestiones de salud pública y de seguridad para los vecinos".
Señaló que no hay posibilidad de venta porque en su mayoría, se trata de cacharros ya oxidados, en muy mal estado, incluso sin posibilidad de reciclaje. Para limpiar la vivienda se requerirá un trabajo similar al que se realizó en la casa del barrio Limache, que duró varios días.
"La verdad que es inentendible que existan esos tipos de lugares todavía, donde ponen en riesgo no solo la salud y la seguridad de los vecinos cercanos, sino de toda la manzana", manifestó.
Otros casos
Hace un tiempo, la Municipalidad intervino en un inmueble ubicado en la zona del asentamiento San Javier, al sudeste de la capital salteña. "Era una propiedad que estaba tapiada pero obtuvimos la autorización para entrar y pudimos hacerlo. Accedimos por el portón. Lo bueno es que la gente nos lo permitió. Ahí se estaba generando un caso muy parecido al de Limache, pero pudimos actuar", contó.
También están los casos en los que en vez de acumular cacharros o basura orgánica, las familias tienen muchísimos animales, generalmente gatos o perros, a los cuales no pueden mantener. "Por ejemplo, una señora posee más de 20 perros en un lugar cercano a las avenidas Jujuy y San Martín y no les puede dar de comer y están en estado de abandono. Así que estuvimos también trabajando ya con eso y avanzando", sostuvo.
Además, mencionó que hubo casos de talleres mecánicos o galpones en los que la gente guarda chatarra y neumáticos en desuso. Miranda precisó que los inspectores visitaron los lugares mencionados e intimaron y notificaron a los responsables: "En muchos lugares se nos permitió trabajar o ellos mismos limpiaron. En otros se está demorando la cuestión".
El trastorno de acumulación se define como un afán por acumular o acaparar objetos, asociado a autonegligencia (abandono del autocuidado con perjuicio de la salud y el bienestar personal y de su entorno), aislamiento social y nula conciencia de enfermedad.